16.10.12

Nada es absolutamente real...

Nada es absolutamente real, para tomarlo tan en serio. Esta idea se sembró en mi mente mientras brincaba y brincaba, bailaba y bailaba al ritmo de New Order en el Corona Capital.

Mi esposo y yo estábamos con ganas de ir, pero no estábamos tan convencidos de realmente hacerlo. Teníamos varias razones:

1. No conocíamos a ninguno de los otros grupos del Festival...desencuentros generacionales.
2. En lo personal me daba un poco de flojera pensar en la cantidad de gente que habría, el hacer filas para las cervezas y las mismas filas para el baño.
3. No estaba resuelto dónde se quedaría Sofía.

Eran las 13 horas del domingo, me senté en el sillón donde mi esposo veía el segundo cuarto del futbol americano. Le dije: “entonces, ¿qué onda con New Order?”. Sin más nos pusimos a organizar el día:

Paso 1. Comprar boletos.
Paso 2. Solucionar dónde se quedaría Sofía.
Paso 3. Resolver el tema inmediato que era la comida.

Cumplimos cada misión establecida, yo iría a comprar los boletos, Sofía se quedaría en casa de mis papás y mi esposo organizaría una carne asada para comer. Así fue. Después de un domingo familiar, de asador y futbol americano, llegó la noche y con ella las ganas de bailar y bailar.

Llegamos justo a las 20:50 horas, veinte minutos antes de que empezara el concierto. Gente sentada en el suelo y nosotros tratando de caminar entre ellos para encontrar un buen lugar. Encontramos un espacio al centro del escenario, perdidos entre el centenar de personas que también esperaban.

Justamente ese día, mientras caminaba para comprar los boletos, tuve cinco minutos de reflexión existencial: pensé que todas las personas que veo en el día, aunque no las conozca y solo pasen a mi lado en la calle, forman parte de mi, me hacen ser lo que soy, simplemente porque tocaron mi vida por un microsegundo. Luego entonces, todas las personas que estuvieron en el concierto de New Order, formaron parte de mi vida. Quiero seguir creyendo eso por todas las veces que brincamos al unisono mientras cantábamos a la lejanía.

Estábamos perdidos en el centenar de personas, siendo una sola.

En fin que grité, bailé, me reí a carcajadas, seguí bailando. Se escuchó True Faith. Después de la primer estrofa pensé lo que pensé: Nada es absolutamente real, para tomarlo tan en serio. Lo importante es el día a día, el disfrutar el momento y divertirse lo más que se pueda en el proceso. Eso pensé mientras subía los brazos para sentir la vibra de alegría que llenaba el recinto.

Un domingo más en la Ciudad de México. Un domingo que algún día le contaré a mi hija.


2 comentarios:

  1. Hola

    Tengo tiempo siguiendo tu blog y hasta ahora me atreví a comentar (he leído casi todas las entradas) y me encanta como escribes y todas las recomendaciones que nos haces.

    Soy la orgullosa mamá de Sofia de 1 año 5 meses. También soy diseñadora gráfica. Vivo en el Sur y trabajo hasta Naucalpan, llego a casa muy tarde, cansada, pero tengo mil responsabilidades y cosas que hacer (bueno tu debes de saber jeje)

    Me gustaría saber como le haces para combinar tu carrera con la maternidad (sobretodo cuando tu Sofia era mas pequeña).

    *Por cierto mi esposo y yo tambien fuimos al Corona, somos papás jóvenes y rockeros jeje.

    Espero que pronto organices otra salida nocturna con Papás DF para conocernos.

    Estamos en contacto y felicidades por tu blog!!

    Ixtchell Chávez

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    1. Hola Ixtchell, qué gusto que escribas. Sí, te entiendo perfecto. Cuando Sofía era más chica como de la edad de tu hija, yo trabajaba en la producción de unos programas de radio en el norte del país, así que nos la pasábamos viajando y la otra mitad del tiempo trabajando. Lo que me funcionó es que me puse horarios; por ejemplo, todos los viernes en la tarde y los sábados por la mañana eran momentos para estar con mi hija. Me di cuenta que la calidad de tiempo es más importante que la cantidad del mismo.

      Cada vez que estoy con mi hija, trato de que se detenga el mundo y busco estar el 90% con ella. Pero sobre todo, lo más importante es que me di cuenta que si yo estoy contenta con lo que hago, ella lo va a vibrar y también va a estar bien. Un día después del programa de radio, me sentí tan emocionada que le conté cómo estuvo; obvio se me quedó viendo como "no entiendo lo que esta señora me dice", pero al final me dijo que quería ir a un programa conmigo, así que la llevé y le encantó!!! jejeje!! El amor y la emoción por lo que uno hace, se contagian!!

      En fin, me dará mucho gusto conocerte! sí seguro pronto organizaré otra salida nocturna.

      Estuvo bueno el Corona Capital, no? Viva el rock y los papás jóvenes!! :)

      Te mando un abrazo y muchas gracias por leer PAPÁSDF.

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