9.12.19

Yoga En Tu Barrio

Este fin de semana fui a Festival Yoga en tu barrio en el Huerto Roma Verde, y me encantó la iniciativa. Impulsar una vida saludable, sin importar el nivel socioeconómico, porque Yoga, bienestar, salud y espiritualidad son para todos y todas.

El sábado en la noche fui a una clase de Kundalini Yoga con Beantpal Singh Khalsa, mi hermano espiritual y de sangre, de hecho por él me enteré del Festival. Fui a tomar la clase con mi hijo Fermín. Llegamos un poco tarde, porque yo estaba indecisa si en un Festival con tanta gente, yo podía llevar a mi hijo, de hecho le pregunté a gente que ya había ido, para saber cómo era. En fin, que al final, me animé a ir. Llegamos y ya estaban entonando el OM, Fermín se emocionó de la vibración del canto y lloró un poco, pero después se tranquilizó y empezó a ver cómo todos y todas estábamos en la práctica, así que él también se acostaba o se paraba, se paseaba entre los tapetes de sus abuelos y el mío, nos acompañaba en la práctica. Cuando nos sentamos para cantar mantras, Fermín se sentó en mis piernas y empezó a mover su cuerpo al ritmo del mantra, Los dos juntamos nuestras manos a la altura del corazón y compartimos el momento. Yo podía sentir los latidos de su corazón y su respiración, pegada a mi pecho. Fue un momento muy importante para mí y mi relación con mi hijo.

Al final de la clase, varias personas pasaron y se despidieron de Fermín. Al parecer, su presencia también los acompañó en su práctica. Me encanta la idea que un niño de 18 meses pueda vivir un momento tan profundo, que tal vez no se acordará a nivel consciente, pero que su corazón se va sensibilizando a éstos estados de armonía y paz. Me encantó que nunca me dijeron que me saliera o que no podía pasar con mi hijo. Sentí la inclusión en todo momento.

Después nos dimos una vuelta por el bazar, y estaba muy interesante y variado, desde comida, libros, tapetes y ropa de yoga, cuencos. En fin, era para darse un tiempo especial en cada puesto y conocer de todo lo que vendían.


El domingo fui a una clase que me llamaba mucho la atención: Yin Yoga. A ésta sesión fui yo sola porque era más temprano y porque quería un espacio para mí. La guía, Luisa, me llevó por un camino muy diferente a lo que había practicado de Yoga. El Yin Yoga es un estado de quietud, pero yo también sentí mucha fuerza. Es hacer las posturas, pero dejar que la postura entre al cuerpo, estar en la postura por tres minutos y sentir en todo momento la respiración.

Yo estoy más acostumbrada al Hatha Yoga, que es llevar el cuerpo a la postura, aquí es al revés, fue un aprendizaje muy importante para mí. Fue soltar el control y escuchar la música de los cuentos y mi respiración. Además, en el ambiente del Huerto Roma Verde, sentía que estaba en el campo, en contacto conmigo, con la tierra, con el mundo. Fue una experiencia de vida.

Me interesó mucho conocer dos formas de practicar Yoga muy diferentes a las que yo estoy acostumbrada; pero además que me sentí con la libertad de vivirlo conmigo misma y con mi hijo, en familia. Es la primera vez que voy a éste Festival, y en definitiva, estaré atenta de las siguientes emisiones.

Más información:
Yoga en tu Barrio: http://yogaentubarrio.com/
Beantpal Singh Khalsa: @BeantpalSinghJi

2.12.19

Que siga existiendo un espacio de libertad: apoya, dona



Hace cuatro años conocí éste lugar. La primera vez que entré a la casa, fue encontrarme con una energía vital; una combinación entre alegría, vida y libertad. Niños y niñas andaban por las diferentes estancias del lugar, creando, jugando, aprendiendo a relacionarse. Así conocí la Fundación Integritat, donde la misión es que niños y niñas sean felices; y vaya que lo son.



Trabajar en Integritat me cambió la vida. Recuerdo que cuando llegué, estaba buscando un cambio personal, venía de un proyecto que no había tenido la respuesta que yo esperaba, así que estaba un poco frustrada. Estaba en ese momento de prueba, de ver si seguía buscando cómo trabajar en lo que quería, que era hacer talleres para niños, niñas, papás y mamás; o regresaba al mundo de los medios y las empresas. Así que Integritat me ayudó a encontrar la respuesta, darle forma a mi sentido de vida.



He impartido varios talleres en Integritat. Con niños y niñas, hemos hecho producciones en video. Con papás y mamás, he trabajado el disfrutar la crianza y lograr un vínculo de amor y respeto con hijos e hijas. En éste andar de cuatro años, he conocido a personas, de diferentes edades, que me han enseñado la importancia del vínculo humano, la importancia de hacer lo que me gusta; y la importancia de compartir mi pasión.



No soy la única a la que Integritat le ha cambiola vida. De hecho, conozco a varias personas; talleristas, papás, mamás, niños, niñas, abuelitas, que su llegada a Integritat fue un cambio y un crecimiento. No es el lugar lo que provoca el cambio, es el sentido de comunidad. Es la sensación de que sea como sea, seré aceptada, respetada y escuchada. Es la idea de estar en un lugar seguro donde puedo ser como soy. Así también veo que lo viven niños y niñas. Hay una noción de aceptación, empatía y respeto; con ésto se da una libertad reconfortante.



La realidad del mundo, y del país, tocó a Integritat. El desajuste económico que se vive a nivel nacional, está afectando la funcionalidad de Integritat. La casa que alojaba ésta fundación, cerrará sus puertas ésta semana. Hay un espíritu de salir adelante, de buscar otras sedes, de establecer otras formas de que Integritat siga existiendo. Pero lo cierto es que se necesita más dinero que sólo la renta de la casa; se necesitan los gastos de operatividad: talleristas, materiales, espacios para los talleres, etc. 





Por eso, te pido que apoyes con el donativo que quieras, para que Integritat siga siendo ése espacio de libertad de niños, niñas y adultos.


Para donar, puedes hacer por moneypool, aquí

Página de Integritat: http://www.integritat.org/