22.6.17

Imaginación y creatividad en la CDMX


Ayer estaba platicando con una mamá del ballet de mi hija, y salió un tema bastante interesante: Cada vez es más común ver a compañeritos/as de nuestras hijas, o incluso nuestras hijas con muchos nervios o estrés ante presentaciones del ballet o exámenes en la escuela o recitales de piano. Sea la situación que sea, pero que implique un reto, la mayoría de niños y niñas se ponen nerviosos y lloran o se enojan después de haberlo hecho. Creí que era una observación mía, y pensaba que estaba exagerando las cosas, pero platicarlo con alguien más y darnos cuenta de lo mismo, me llamó la atención. Me quedé pensando por qué responderán así.

El tema no es tanto si lloran o se enojan, al final cualquiera de las dos acciones es sólo la expresión de una emoción, pero qué hay detrás: ¿sentirán que no pueden hacer las cosas? ¿Tendrán expectativas muy altas? ¿Tendrán poca capacidad de frustración? ¿Estaremos exigiendo mucho los adultos? ¿Qué sucede ante esta sensación de no poder hacer algo a la primera o de equivocarse? Me fui a casa con estas dudas. 

Llegamos a casa y Sofía se puso a hacer su tarea. Ahí se dio cuenta que había dejado en la escuela un libro que necesitaba para completar su trabajo. Mi hija se paralizó. No sabía qué hacer. Me pidió que escribiera en el chat de las mamás para pedir la información del libro. Le dije que no. Sentía que la parálisis de mi hija me estaba respondiendo todas, o por lo menos la gran mayoría de mis dudas. Sin más le dije: "No corazón, resuélvelo con lo que tienes aquí. Por un lado, con esta experiencia puedes aprender a que hay que estar más atenta de tu material; por otro lado, lo debes resolver con lo que tienes, así que ¿cómo lo vas a resolver?". Se quedó pensativa por un momento, veía cómo sus ojos se iban haciendo más y más grande conforme le llegaban ideas a la cabeza. Me dijo varias opciones. Una solución era investigar del tema con otros libros o por internet, otra opción era acordarse de lo que vieron en clase y con eso completar su tarea, una tercera vía era entrevistarnos a su papá y a mí sobre el tema. Ya tenía un plan de acción con diferentes variables. Hizo un poquito de todas las opciones y solucionó su tarea.

En ese momento, no me había dado cuenta qué había pasado, cuál había sido la diferencia entre esa parálisis y que encontrara la solución a su dilema. Hoy que llegué a la oficina y quería publicar un post sobre recomendaciones para viajar a Oaxaca en el blog; mi computadora decidió no funcionar. Ahí sentí la parálisis, la frustración, el enojo y hasta las ganas de llorar. Todo mi trabajo se venía abajo. Después vi esta libreta (donde estoy escribiendo ahora, para después pasarlo a la tableta) y me puse a escribir. Mientras narro esta aventura lo veo más y más claro: La parálisis, la frustración, la falsa expectativa, el nervio, la sensación de imposibilidad vienen de una falta momentánea de creatividad. Ese pensamiento creativo que nos ayuda a sobreponernos y encontrar diferentes soluciones o perspectivas a un dilema.

La enseñanza: Ejercitar la creatividad hoy más que nunca, y la ciudad se puede convertir en una aliada para pasar tiempos creativos con hijos e hijas. Ahorita se me ocurren algunas actividades como:

  • Pensar en las figuras de las nubes mientras estamos en el tránsito.
  • Inventar nuevas versiones de los sonidos de la calle como el grito del ropavejero o del gas.
  • Hacer una historia sobre la calle donde se ubica la casa o la escuela.
  • Caminar por las calles y platicar qué nos imaginamos que había ahí hace 20,30,50 años.

¿Qué otras actividades se les ocurren? El chiste es usar la imaginación para practicar la creatividad. 

Esta puede ser otra forma de divertirnos en nuestra querida Ciudad de México.
                                   
                                         


16.6.17

Opciones para festejar a un papá diverso.



El otro día era la función de ballet de mi hija. Yo tenía que trabajar esa mañana, así que mi esposo sería el encargado de llevarla, alistarla para la función, pero sobre todo peinarla. Le daba toda una cátedra sobre la ciencia del chongo estilo función de ballet: mucho gel, un montón de pasadores, cabello restirado y peinado de tal manera que no esté tan abultado para que no se le deshaga el chongo con el movimiento del baile. Toda una ciencia. 

El papá de mi hija siguió todas las indicaciones. Lograron llegar a la función. El peinado más fijo y formado en la historia de las funciones de mi hija. Me encanta la idea que mi hija y su papá puedan convivir desde los videojuegos de Star Wars o las películas de acción, pero también desde los peinados y las zapatillas de ballet.

 Así que este fin de semana festejaremos esta paternidad tan diversa. Todavía no tenemos muy claro qué haremos pero aquí hay algunas opciones que les comparto:

1. Ir a Bellas Artes a ver la exposición: Picasso y Rivera conversaciones a través del tiempo. Más info.



2. Ir a comer una buena carne con BBQ a PorcoRosso en la Roma. Más info.


3. Disfrutar un Aguachile con cervecita en Mi Gusto Es en la Narvarte (o en las demás sucursales que ¡ya tienen un buen!) Más info.




4. Salir a explorar el campo a Xochitla Parque Ecológico. ¡El domingo tendrán actividades especiales del día del padre!
Más info. 



Esas son nuestras opciones. Ustedes ¿qué harán este domingo?


9.6.17

Una escapada en la ciudad.

Eran las once de la mañana del viernes pasado. Para ese momento todavía dudaba si me daría tiempo, pero me animé. Lo peor que podría pasar es que me regresara a la mitad del camino. El plan era el siguiente: Darme una escapada el viernes por la mañana para ir a una exposición de arte. El horario sería mientras mi hija estaba en la escuela y la actividad en un lugar más o menos céntrico para no preocuparme tanto por las distancias.

Decidí ir al Palacio de Iturbide, ahora Palacio de Cultura Banamex, para ver la exposición del pintor Cristóbal de Villalpando. Ya llevaba varias semanas planeando esta escapada, pero con los horarios y los demás compromisos entre el trabajo y la casa, se me había pasado el tiempo. Ya se me había ido varias exposiciones así: entre que me esperaba el fin de semana para ir, pero sucedían compromisos o al marido y a la hija no les interesaba el tema; y que entre semana no se me había ocurrido porque había que hacer toda la rutina necesaria.

Ese fin de semana eran los últimos días de la exposición de Villalpando. El sábado y domingo ya tenía plan, así que el viernes era la única opción. Un día antes me decidí a ir, pero con mis dudas si lo lograría. A veces siento que las horas de la mañana pasan más rápido y no me da tiempo de hacer todo lo que yo quisiera antes de ir por mi hija a la escuela.


El metro me ayudó mucho en acortar los tiempo. Llegué a la estación Allende y caminé alrededor de cinco minutos.

Ya estaba en la puerta de la exposición.

Cuando entré me felicité por aventurarme. Fue como llegar a un oasis alrededor de la rutina. Era como darme un apapacho, un momento de disfrute para mí solita. Un regalo personal tan reconfortante.

Las pinturas de Villalpando me ayudaron a entender y valorar más el periodo barroco: me maravillé al ver los detalles de los manteles y las texturas de los vestidos. También las tonalidades de los colores y el ejercicio de la luz. Cada cuadro lo tenía que ver de diferentes ángulos para disfrutar su luz.

Fue toda una experiencia conocer la pintura de Cristóbal de Villalpando y más todavía, dedicarle un espacio a lo que me gusta y disfrutarlo conmigo misma. Terminé la visita justo una hora antes de que saliera mi hija de la escuela, me dio perfecto tiempo de llegar por ella con una sonrisa de oreja a oreja. Ella me contó de su día, yo le conté del barroco y los colores del pintor don Cristóbal. A mi hija le pareció muy divertida mi aventura, yo feliz de darme una escapada en la Ciudad.

Para más información sobre el Palacio de Cultura Banamex, te recomiendo los sigas en twitter. Además de exposiciones interesantes, tienen talleres y más actividades: @FomentoCulturAC