31.3.11

¡Que empiece la fiesta!


Les cuento que PAPÁSDF festeja su primer aniversario, los invito a la primer salida de celebración y ¡les adelanto algunas sorpresas que habrá en abril!
Estamos a punto de entrar a abril y eso me emociona bastante. Además de que es el día del niño y en este mes cumplo años, en abril PAPÁSDF cumple su primer aniversario. El primer año de muchos para convivir y compartir el ser papás y mamás en la Ciudad.

En estos días me he estado acordando de cómo empezó todo. Resulta que hace un año justamente, a finales de marzo, me quedé sin trabajo. Producía unos programas de radio en Coahuila, fue una temporada larga de ir y venir. Cada vez que aterrizaba el avión y la sobrecargo decía “Que tengan buena estancia o bienvenidos a casa” yo ya no sabía cuál era cuál. Había veces que tocaba la Ciudad solo para cambiar de ropa y regresar de nuevo a Coahuila. Sofía viajaba conmigo y cuando no tenía trabajo salíamos a pasear por las calles de Saltillo para conocer y tener un rato de diversión. El Museo del Desierto era su fascinación y hasta la fecha me dice: “¿cuándo vamos al museo de dinosaurios?”

Los programas de radio llegaron a su fin y nos regresamos a la Ciudad de México, después de año y medio de ir y venir de Coahuila. A pesar que nací y crecí en el D.F. El paisaje urbano me parecía cambiado, tal vez porque no me había dado la oportunidad de disfrutarlo con mi hija. Ahora tenía el tiempo.

Así empezaron mis salidas con Sofía, primero salíamos por el barrio, después empecé a buscar museos que tuvieran actividades para niños y después, al final siempre comunicóloga, me nació escribir mis experiencias. Empecé a buscar trabajo en las revistas que me gustaba leer, les llevaba este concepto de PAPÁSDF y me decían que el público al que querían llegar no era a los padres, sino que querían llegar a la gente del momento, que busca diversión. ¡Como si los padres no buscáramos diversión! Yo sigo escribiendo y debo decirles que cada vez se vuelve más divertido, porque he tenido la oportunidad de conocer a papás y mamás muy valiosos. Gracias por leer y compartir.

Como dice mi querida Sofía: “yo no soy chilanga, yo soy niña D.F.”

Todos somos papás y mamás D.F. Todos compartimos las mismas experiencias e inquietudes: salir a divertirnos con nuestros hijos, buscar lugares para que nosotros también nos podamos divertir, buscar lugares que nos recuerden que somos individuos y que no solo somos padres, buscar personas con las que podamos platicar que sean mayores de 3 o 6 años, buscar personas con las que podamos hablar de nuestros hijos y también de dónde salir a bailar, buscar un espacio en el que nuestros hijos nos vean divertidos.

Así que festejemos juntos este primer aniversario y como inicio de festejos les tengo preparada una salida el próximo sábado 9 de abril. La cita es en el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental a las 12 del día. Estaremos en la presentación del libro infantil animales S.O.S. Y después nos darán un recorrido especial por el museo. Habrá más sorpresas, así que estén pendientes.

Para seguir con los festejos, la RED de instituciones que apoyan a PAPÁSDF también se han sumado a la celebración. Les adelanto que cada domingo de abril el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental regalará 5 pases al museo. También los diseñadores de Camisas Frescas INK. Regalarán playeras con un diseño especial del aniversario de PAPÁSDF. Así que estén atentos porque todo el mes habrá regalos y festejos!

Por último, les recuerdo de la promoción de la semana, para ir a la obra Sombras y Figuras/Homenajes o Historias de amor, para conseguir un pase de descuento solo tienen que contestar en twitter ¿qué les gusta de la Ciudad?



29.3.11

Trazamos un ocho...


Les cuento mi experiencia de empezar a hacer tarea en casa con Sofía. Les recomiendo un libro de enseñanzas del Dalai Lama. Los invito a participar en la promoción de la semana.
 La semana pasada Sofía empezó a traer tarea a la casa. Cuando su maestra me avisó de este cambio, me emocioné bastante. Ya es grande mi pequeña, ya vamos a hacer tarea, pensé. Me emocionaba la idea de sentarnos juntas a descubrir nuevas cosas, tener nuevos temas de qué hablar y sorprendernos.

La primer tarea que le dejaron fue trazar el número uno con muchos colores. En cuanto llegamos a la casa, Sofía quería sacar su cuaderno y empezar su tarea. Le expliqué que la tarea se debe de hacer en un espacio relajado de la casa y en un momento sin prisa. Mi pequeña quería trazar el uno, mientras comía, luego mientras veía la tele y luego mientras jugaba con sus muñecos. Desde ahí fue aprender otra dinámica.

Así que marqué una hora para hacer la tarea. Después de ver un rato la tele y antes de cenar. A esa hora, sacamos los colores y el cuadernos de tareas. Trazamos el número uno con todos los colores. Fue algo sencillo y divertido. Primer prueba superada.

Después vinieron el 2, 3,4,5,6...uno cada día, a la misma hora. Lo trazábamos, pero ya no era tan simple: Algunos días Sofía tenía sueño, otros tantos, se aburría después del segundo trazo. Esto de hacer la tarea es más complicado de lo que pensé. Sofía y yo estábamos en la dinámica de divertirnos, de dibujar sin importar si nos salíamos de la raya, de hacer rompecabezas, de cocinar y por supuesto de guiarla en un comportamiento de respeto y obediencia, pero de eso a hacer la tarea como dice la maestra, es otro mundo completamente.

Debo de admitir que en este punto mi personalidad y mis recuerdos me ganan. En la escuela yo era una matada. Mis cuadernos tenían diferentes colores para identificar los títulos y subtítulos de los resúmenes, además de monografías pegadas en cada tema para ilustrar el contenido. El orden de mis apuntes era directamente proporcional a mi atención en las clases. Así me enseñaron en la escuela de monjas donde crecí. Esas eternas planas de repetir fechas o problemas de aritmética. La repetición era la calve del entendimiento ¿a ustedes les pasó? ¿les ponían a hacer planas?
 Toda esta forma de aprender no la tiene mi hija, ella no es de repeticiones y mucho menos de trazar un número porque así se dice que se debe de trazar y ya. Ella necesita explicaciones y un aprendizaje divertido. Cuando llegamos al ocho, entendí qué debía de hacer. Empezamos con el ocho y era lo mismo, ya se había aburrido, ya no quería seguir. Acababa de ver la película de la temporada, ahora descubrió Cars y la ve una y otra vez. Me acordé de Cars y de el Rayo Mcqueen y de Radiador Springs. Le dije que el ocho era una carretera y que juntas manejaríamos sobre ella y así fue, Sofía tomó el color morado, yo lo tomé también y juntas dibujamos el infinito ocho con varias vueltas a la pista. Fue la primera vez que se rió al hacer la tarea.

Así trazamos el ocho, con muchos colores e imaginación. Cuando llegamos al nueve las dos estábamos muy entretenidas, hablando de los personajes de la película y al mismo tiempo contando nueve coches, nueve vueltas, nueve risas. 
 Me acordé de mis clases de maestría, donde nos decían que el conocimiento tiene que ser holístico, tiene que ser una experiencia completa que se genera en la escuela y se complementa en la casa, en la vida diaria del alumno. El conocimiento debe de estar fundamentado en experiencias personales. Se desarrolla una experiencia nueva que hace que el conocimiento realmente sea aprendido y no repetido. Se enseña en la escuela y tiene que complementarse en la casa. El conocimiento es una experiencia de vida. Mi hija aprendió a hacer el ocho en la escuela y en casa recibió otra experiencia que hizo que conociera el ocho de otra forma.

Me emociona que en algunos años más, cuando ella escriba el ocho por su cuenta, tenga ese recuerdo lejano de cómo jugamos aprendiendo, esa tarde de marzo. Yo lo tendré.

Hoy nos toca trazar el cero, ¡ya les contaré cómo nos va!

¿Cómo hacen la tarea con sus hijos? ¿les costó trabajo entrar a esta dinámica? Les recomiendo que tengan contacto directo con los maestros de sus pequeños, sobre todo para saber qué le están enseñando y cómo. Maestros y papás debemos crear un equipo de acción para que en casa, complementemos el conocimiento aprendido en la escuela.

Para los papás: 

Hablando de experiencias y conocimiento, estoy leyendo el libro El arte de la felicidad. Es un texto del psicólogo Howard C. Cutler y sus conservaciones con el Dalai Lama. Cutler, hace el trabajo de traducir las enseñanzas del Lama al lenguaje occidental. Las enseñanzas del budismo la transpola a la psicología occidental. Es muy interesante porque a través de las páginas y de lo que dice el Dalai Lama, me di cuenta que la felicidad depende del cristal con el que miramos nuestra vida. Todo tiene que ver con la percepción y cómo nos vemos a nosotros mismos. Se los recomiendo. En una enseñanza. Nuestra naturaleza humana tiende a la felicidad, pero debemos trabajar la mente para alcanzarla. Mientras más conocimiento tengamos, más fácil podemos trabajar en nosotros mismos. Es un libro mágico. Cada vez que termino de leer, siento que me quité una cantidad enorme de preocupaciones de encima.

Promociones: Sigue la promoción para la obra Sombras y figuras/homenajes o historias de amor.. Lo único que tienen que hacer es contestar en twitter ¿qué es lo que más les gusta de la Ciudad?.


24.3.11

Regresar a la calle


Te recomiendo un libro que hará que te vuelvas a enamorar de la Ciudad. Te cuento cómo ganar un pase de descuento para una obra de danza sin precedentes.


Somos tantos en la Ciudad de México que el pensamiento más excéntrico es compartido por millones.
Carlos Monsiváis.



Muchas gracias por sus mensajes en el blog, en twitter y en facebook. Sus palabras me llenaron de ánimo y alegría. Gracias por sus buenos deseos.

A seguir adelante. Poco a poco. Como dice mi esposo “hay que salir a la calle, si no, ellos ganan”.

Con este espíritu de reenamorame de mis calles, me acordé de la guía de la Ciudad ¿A dónde váis Monsiváis? Es un libro muy divertido, donde con diferentes extractos de discursos, crónicas y artículos de Carlos Monsiváis, página tras página nos recuerda la vida en el Distrito Federal.

 Este texto es especial para gente que vive en la Ciudad de México. Los testimonios que hace Monsiváis son tan locales y de la vida diaria, que solo alguien que vive en medio de esa saturación podría entender e incluso reirse de las evidencias del texto.

México es la ciudad en donde lo insólito sería que un acto, el que fuera, fracasase por inasistencia. Público es lo que abunda, y en la capital, a falta de cielos límpidos se tienen, y a raudales, habitantes, espectadores, automovilistas, peatones. México es una ciudad donde lo invivible tiene sus compensaciones, la primera de ellas el nuevo status de la sobrevivencia.

¿A Dónde váis Monsiváis? Es un viaje colonia por colonia. Las que estuvieron de moda, las que ahora están, las que siguen siendo barrio y las que significaron parte de la vida del intelectual. Es un libro para reconocer la Ciudad, pero también a Monsiváis.

Así, la urbe es un comedero omnipresente, es el bebedero sin reposo, es la danza del subempleo alrededor de los semáforos, es el frotadero de almas en el vagón del metro, es el depósito histórico de olores y sinsabores, es la primera comunión del niño, meses antes de la boda de sus padres, es el anhelo de un cuarto propio, es la curiosidad nacional al acecho de la telenovela de moda, la de los noticiarios y de los periódicos.

En lo personal no soy seguidora de Monsiváis, conocí este libro por cuestiones de trabajo y lo abrí por obligación. Lo empecé a leer y no paré. Me reí, me divertí, reflexioné, recordé. No pude dejarlo de leer hasta que lo terminé. Es un libro muy sencillo de leer, con un diseño divertido y colorido.

Les recomiendo ¿A dónde vaís Monsiváis?, es una buena forma de volverse a enamorar de la Ciudad y salir a disfrutar lo que es nuestro.

Para toda la familia: Esta promoción le va interesar a toda la familia, porque es un espectáculo que tiene un espacio especial para los padres y otro para los niños. Ya les había platicado de la función compartida: Sombras y figuras/homenajes o historias de amor. Pues a petición de varias mamás interesadas, PAPÁSDF tiene 5 pases de descuento para asistir a esta obra danzística sin precedentes. Lo único que tienen que hacer es contestar en el blog o en twitter ¿qué es lo que más les gusta de la Ciudad?.


 Más información:

 
Editoria Grijalvo, 2010



22.3.11

Solo un susto

Iba con mi hija. Fue lo primero que puse en el acta. Iba con mi hija, caminábamos para ir por un helado cuando un hombre joven, flaco, moreno, con camisa negra y pantalones de mezclilla, se me acercó por atrás y me dijo: "si valoras la vida de tu hija, dame todo lo que traes" solo traía 200 pesos para los helados y mi celular. Se los di. "Si valoras la vida de tu hija, siguete derecho" Hice caso, sin ninguna intención de averiguar si estaba armado o no. La calle estaba sola, no pude pedir ayuda.

Cuando nos alejábamos del sujeto, Sofía me dijo "mira mamá, el señor que te habló tiene los pelos parados, mira" y me trataba de voltear la cara para que lo viera, yo le cambiaba la plática y seguía caminando, cada vez más rápido. A pesar de todo, me alivió que mi pequeña Sofía no se diera cuenta de lo que acababa de pasar.

Seguí caminando dos cuadras, rumbo a los helados. Mi mente trataba de borrar lo que habíamos vivido. Cuando llegué y vi a las familias disfrutando de su helado en el inicio de primavera, me di cuenta que había sido real. Sentí un golpe de adrenalina y más rápido todavía, me regresé a casa. En el camino volteaba para ver si nos seguían. Vaya sentimiento de vulnerabilidad.

En casa, mi esposo llamó al teléfono de emergencia, debo decir que llegaron tres patrullas muy rápido y los policías fueron muy amables. Desde ese momento y en toda la noche se escucharon las patrullas alrededor de la casa.

Temo por los datos del teléfono, porque hay fotos de mi hija y se nota que es alguien infinitamente valioso. Temo que nos extorsionen. Se lo dije a los Comandantes que vinieron a ayudarnos. Me trataron de tranquilizar, me dijeron que solo buscan los fierros del celular para venderlo. Espero tengan razón.

En ese momento empecé a hacer llamadas a mis padres y a mis hermanos, de que si recibían una llamada de extorsión, no se asustaran, que Sofía, mi esposo y yo estábamos bien. Llamé para cancelar mi cuenta de celular.

Había que ir al Ministerio Público, había que hacer el acta. Fui, llené el papeleo, se portaron muy amables y no tuve que esperar tanto. Después, me pasaron con el policía investigador. No se presentó, solo me dijo que me sentara y le contara qué había pasado. Se lo volví a contar tal y como lo anoté en el acta: "iba con mi hija..." Después de mi testimonio, me dijo "y ¿No había nadie en la calle? Que raro, si por ahí es muy transitado. ¿Segura que así fue?". Me explicó que varias personas hacen declaraciones falsas para librar el seguro de sus teléfonos. Le indiqué que mi teléfono no estaba asegurado y que a la telefonía no le servía si yo llevaba un acta, que esto solo lo hacía para que la policía tuviera un testimonio y que era mi deber, como ciudadana, levantar una demanda para que investigaran al criminal. "¿Segura que tu teléfono no tiene seguro?" me contestó.

Me siguió tomando los datos, se los di todos. Me pidió mi número de celular, con una sonrisa le dije que me lo acababan de robar. Sonrió apenado. Seguimos retomando los hechos, él pidió los vídeos de las cámaras que están en la calle, no aparecía nada. No me dejaron ver los vídeos. Me dijo que se abriría la investigación, pero que en caso de que no se encontrara nada, tendría que cumplir de 2 a 6 años de cárcel como dice el artículo 276 del Código Penal, por estar bajo protesta de decir la verdad. Dije la verdad y ahora yo era la sospechosa.

Regresé a casa y abracé a mi hija. Eso es lo único que me importa. Que mi pequeña esta bien. En el Ministerio Público me insistían que dijera si estaba armado el hombre, les dije que no sabía, no me tomé el tiempo para percatarme, lo único que sabía es que amenazó con la integridad de mi hija y ya con eso me bastaba. Todo lo demás, es material.

Ese fue el susto de este inicio de ciclo. Empieza la primavera y como dicen las abuelas, es tiempo de poda. Esto pasó por algo. No solo me quitaron el celular, sino la seguridad de caminar por el camino de mi hija y mío, el que caminamos todas las mañanas para ir a la escuela, el camino especial de las dos. Esto pasó por algo, para recordar que en mi querida Ciudad, también pasan cosas oscuras. Esto me pone los pies en la tierra y me hace reflexionar que hay algo más que le tengo que enseñar a mi hija sobre su Ciudad. Hay que respetar las calles y estar siempre alertas.

A los criminales, les mando buena vibra. Hago este ejercicio para que solo vean en mi teléfono algo que pueden vender rápido y punto. Que no traten de hacer algo más.

A ustedes, lectores y compañeros de experiencias, les dejo algunas recomendaciones en el penoso caso de ser asaltados:

  • No averigüen, entreguen todo.
  • No caminen con el teléfono visible y mucho menos chateando, como iba yo.
  • Denuncien, por más que sea una experiencia desgastante y que traten de amedrentarnos, hay que denunciar, es nuestro deber. Si no, ellos ganan.

Para nuestros hijos:

  • Pregunten a sus hijos cómo se sienten después del asalto, es muy importante saber qué percibieron ellos y tratar de ayudarlos en su preocupación.
  • No hay que infundirles miedos. Hay que expresarles lo que sentimos y hablarles lo más claro posible. 
  • Enseñemos, al nivel de nuestros hijos, que el Estado de Derecho es lo que tenemos los ciudadanos para defendernos. Hay que denunciar con la verdad.

17.3.11

Ya llegó el Sol


Here comes the sun, here comes the sun,
and I say it's all right
.
(Ahí viene el sol, ahí viene el sol,
y yo digo que todo esta bien)
The Beatles

Sofía y yo caminábamos nuestro recorrido habitual de las mañanas para ir a la escuela. Sofía se movía de un lado al otro de la calle, como si tratara de alcanzar algo. Se movía muy rápido. Primero a la derecha, luego a la izquierda de la calle. Le pregunté qué tenía, por qué se movía de un lado a otro, ella me contestó “Estoy buscando el sol mamá, ahí está calientito”.

Todo el camino nos fuimos buscando el sol, esos rayos dorados que iluminan las calles. Cuando los atraviesas es un abrazo desde el Universo. Ese sol que reconforta y te hace salir a la calle para pasar un buen día. Buscábamos al sol paso tras paso, a veces hacíamos un pausa para disfrutar sus rayos y después seguíamos caminando hasta encontrar otro rayo cálido. Llegamos a la escuela, un abrazo de buen día a mi hija. Una despedida calurosa.

Cuando iba de camino a casa, pasó frente a mi un señor con su hijo de aproximadamente 10 años. El niño le dijo a su papá: “Vámonos por donde esta el sol, por ahí está calientito”. Sonreí ante la coincidencia. Sonreí porque los niñ@s buscan el sol. Buscan el calor y la iluminación del Universo.

Tuvimos un invierno duro. Mucho frío, muchos resfriados de nuestros pequeños. Ahora llega el sol. En unos días empieza la primavera. Florece la vida, el sol ilumina y calienta, las calles se llenan de colores.

Ya viene el equinoccio. Un día largo, sin sombras. El sol nos regala un poco más de sus rayos de vida. Símbolo de dádiva y del inicio de una nueva etapa. Es maravilloso como la intuición natural de los niños se dan cuenta de esto. El sol calienta, reconforta.

Festejemos este fin de semana largo. Festejemos por la vida, festejemos por el sol, festejemos por una etapa que comienza. Que este festejo nos sirva para entender y respetar más la naturaleza. Salgamos a las calles, vayamos al parque, tomemos un helado. Disfrutemos con nuestros hijos que la primavera ya llegó.

Este lunes demos un respiro de la rutina y salgamos. Chapultepec es una muy buena opción para disfrutar con nuestros hijos. Todos los museos cerrarán porque es día festivo, pero hay otras opciones para disfrutar: Esta la exposición “En línea con la ecología” en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec, donde presentan varias fotografías de la biodiversidad en México. Después de ver esta exposición pueden disfrutar de un rico día de campo en el bosque y jugar un rato entre los árboles y el sol.

Para los papás: Hablando de festejos, otra buena forma de festejar la primavera es bailando al ritmo serbio de Emir Kusturica & The no smoking orchestra. Kusturica es conocido por dirigir filmes como Underground y Arizona Dreams o documentales como Maradona y Super 8 Stories. Este último, una mirada personal a una Serbia en postguerra combinado con los ritmos ancestrales de su querido país. Kusturica & The no smoking orchestra, reproducen esto ritmos de antaño.

Los toques gitanos que llegan directo a la sangre y sin que te des cuenta ya estás saltando por todo el lugar. Tenemos la oportunidad de saltar en vivo junto a Kusturica este domingo 20 de marzo en el José Cuervo Salón.

Ahí nos veremos para saltar juntos!! upa!!




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15.3.11

Un viaje por la Ciudad


Te platico que mi hija conoció el metrobús. Te recomiendo las actividades culturales del transporte colectivo.  Te cuento dónde puedes disfrutar una cervecita después de viajar en metro.

El domingo pasado me subí con Sofía al metrobús. Fue algo nuevo para ella, estaba muy emocionada.

Ya conocía el metro, ese fue el primer transporte que conoció cuando era bebé. Era muy cómodo porque la cargaba en el reboso. Juntas, ella durmiendo en mi pecho y yo dándole besos y sosteniéndola, andábamos por la Ciudad de arriba a abajo en el transporte colectivo.

Cuando empezaron las clases de natación y el kinder, me vi a la tarea de aprender a manejar para poder llevar varias mochilas y viajar varios kilómetros en poco tiempo. Aquí conocí la Ciudad de otra forma,
desde las histerias mañaneras y el aire acondicionado.

Ahora con Sofía es un viaje diferente tomar el transporte colectivo. Es empezar de nuevo, enseñarle cómo se viaja, qué hay que hacer y cómo disfrutarlo al máximo.
                  

Les cuento entonces que el domingo nos subimos al metrobús. El primer enfrentamiento fue el torniquete, ella no paga por tener 3 años, entonces tuvo que pasar por abajo del torniquete para entrar. El policía fue el que le dio la indicación, pero ella lo veía detenidamente, hasta que se animó y pasó.

Debo decir que la gente que trabaja en el metrobús, nos tocó muy amable. Están los anfitriones que son los que te ayudan con recargar tu tarjeta y te dan la información que necesites.

En fin que entramos y Sofía se paró junto a mi. Tenía un pie sobre la línea amarilla y le dije que siempre había que pararse detrás de la línea amarilla para evitar caerse a las vías o golpearse con el vagón.
 

Al subirnos fue toda emoción. Sofía aprendió que primero hay que dejar salir a la gente y después subirse al carro. Todo esto en un tiempo corto. Sonó la alarma que anuncia el cierre de la puerta y Sofía gritó y saltó al entrar. Yo brinqué con ella. Todos los pasajeros nos vieron como turistas emocionadas por algo tan ordinario. La verdad, la verdad, sí estábamos turisteando en nuestra casa. Vaya aventura.
 Y ahí no acaba nuestra actitud turista. Cuando arrancó, las dos nos fuimos de lado por no agarrarnos del tubo. Entre risa y risa, le ayudé a Sofía a sostenerse y le dije que se agarrara fuerte, mi pequeña apretaba con todas sus fuerzas el tubo para no volverse a ir de lado y me decía: "¿así mamá?". Así mi amor. Ahora que no te caes, disfruta el paisaje de las calles, los coches y la gente que te rodea. Pensé
mientras le sonreía de regreso.
 Eso es el transporte público, el respirar y vivir la Ciudad. A horas pico y entre semana, entre empujones y gritos de vendedores ambulantes, el respirar es difícil, pero aún así el transporte público es algo que deben conocer nuestros hijos. Es parte de su realidad. Es parte de su Ciudad.
 

Además hay varias actividades culturales alrededor del transporte público. En el metro, por ejemplo esta el pasaje zócalo-pino suárez donde puedes encontrar varios libros de todos los gustos. También hay
varias exposiciones en las vitrinas culturales. En la página de internet esta la cartelera. Este mes hay exposiciones interesantes. Para niños esta una exposición sobre equidad de género que realiza
Alas y Raíces, la sección de niños del CONACULTA. Esta exposición esta en la estación Tacubaya hasta el 30 de marzo.

En la sección de niños del metrobús, puedes programar un recorrido privado con tus amigos. ¿Qué mejor que viajar por la Ciudad con tus amigos?

Ayer que regresábamos de la escuela Sofía vió pasar un trolebús y me dijo: "mira mamá, es como el que nos subimos pero verde y tiene antenas como un caracol". Mi hija descubrió el transporte público, a la próxima nos subiremos al trole!

Para los papás: les recomiendo se suban al metro a la línea 7, se bajen en la estación auditorio, disfruten con sus hijos la exposición permanente de los diferentes metros del mundo y después crucen Reforma para tomarse una rica cerveza en el King's Pub de Campos Elíseos.

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11.3.11

¡vamos al mercado!


Te platico cómo nos fue el domingo pasado en el mercado. Te recomiendo unas tostadas riquísimas y un café tradicional.

El domingo pasado fuimos al mercado. Vamos muy seguido, pero esta vez fue diferente para Sofía,como que el domingo se dio cuenta de todo lo que era el mercado y los requisitos necesarios para ir y estar en él.
 Primero quería llevar un vestido de domingo. Les confieso que no se me puede quitar la tradición de que el domingo uno saca su vestimenta especial, así sea cambiar los tennis por los tennis menos sucios, pero hay un cambio. Así que Sofía sacó su vestido de domingo y ya estaba lista para ir al mercado. Le dije que mejor el vestido no, que llevara algo más cómodo para que pudiera cargar la fruta y la verdura. Con el vestido le sería más difícil cargar el mandado. Solo escuchó cargar cuando dejó el vestido y se fue a escoger una bolsa especial para el mercado, sacó una mochila y una lonchera. Le dije que mejor lleváramos una bolsa grande y una pequeña para que llevara su dinero. Así que las escogió. Una bolsa de snoppy para las verduras y un monedero con 5 pesos y una paleta.

Las dos nos fuimos con nuestra respectiva bolsa de mandado y monedero al mercado.


Cuando llegamos Sofía estaba maravillada. Me decía: “mira mamá, esta en la calle” su papá le explicó que había diferentes mercados: sobre ruedas, fijos, de verduras, de antigüedades. Nuestra hija estaba muy atenta a la exposición sobre los diferentes mercados y sus funciones.

Cuando entramos, caminábamos por los pasillos y ella se detenía en todos los puestos. Veía los juguetitos de un puesto, las tortillas del otro, las bolsas del de enfrente. Lugo se tapa los oídos de los gritos de “pásele, pásele”. No podía dejar de ver a mi hija descubriendo y reconociendo de una forma más vívida su experiencia en el mercado. Sus sentidos estaban abiertos a todo lo que había a su alrededor.

Llegamos con nuestra marchante de las frutas. Nos recibió con una rebanada de durazno fresquísimo. Mi esposo y yo aceptamos la fruta. Sofía corrió rápido a esconderse detrás de mí. Nuestra marchanta aceptó el rechazo pero no se dio por vencida, le ofreció naranja y nada; después optó por la manzana y sofía salió de su escondite, pero volvió a regresar. La marchanta siguió, ahora con unas uvas, ante eso Sofía no se pudo resistir y las agarró. Un penoso “gracias” salió de Sofía mientras saboreaba las uvas. Después de la conexión entre la marchanta y Sofía, empezamos a pedir la fruta: mamey, mangos, manzanas, granadas, naranjas y al final Sofía se animó a decir “¡y uvas!” así que un paquete de uvas cayó a la bolsa de snoopy de mi pequeña.
 Seguimos caminando y llegamos a las verduras. Pedimos lechugas, elotes, berenjenas, sopa mixta, nopales, champiñones y le pregunté a Sofía si quería chicharos y brócoli que le gustan mucho. Me dijo que sí, a lo que le contesté “pídele al señor, corazón” Sofía muy decidida se paró frente al señor y lo vio. El señor estaba despachando y se movía por todos lados. Sofía lo seguía sin quitarle la vista de encima. Yo a lo lejos le echaba porras: “dile, dile, tu puedes” y le dijo al señor con un tono casi audible “chicharos y brócoli, por favor” El señor se le quedó viendo y luego me volteó a ver para confirmar la petición. Sofía estaba con una emoción que la hacía saltar. Un paquete de chicaros y otro de brócoli a la bolsa de snoopy.

Para terminar fuimos al puesto a granel. Yo pedí unas habas con chile que me encantan y Sofía pidió unas gomitas. También había mole. Sofía lo vió y me dijo “¿qué es esto que parece lodo?” Le expliqué que era mole, que sabía delicioso y que era una tradición de su país.

Regresamos a casa y Sofía no se separaba de su bolsa del mandado. Me ayudó a sacar todo lo que compramos y acomodarlo en la cocina. Le gustó mucho saber que lo que comimos fue lo que ella había pedido horas antes en los puestos sobre la calle.
 Fue un recorrido donde conoció cómo es su comida antes de verla servida en el plato y también reconoció una parte importante de su cultura: ir al mercado, probar la fruta, escuchar los gritos, pedir las cantidades y conocer los productos típicos de México, como el mole, las tortillas, el nopal.

Este fin de semana, les recomiendo que vayan a su mercado preferido. Vayan con tiempo para comprar, pero también para disfrutarlo con sus hijos. Se darán cuenta que viéndolo desde ese punto de vista la gente, los sonidos y la comida se vuelven más coloridos.

Para los papás: ¿A poco no, después de las compras en el mercado, cae bien un taco de carnitas o una quesadillita de tentenpie? Ya sean los tacos del mercado Hidalgo, o las enchiladas del de Jardin Balbuena, o las quesadillas del de Obrero Mundial, todos son deliciosos.
ricas carnitas!
 Hoy les recomiendo que vayan a las míticas tostadas del mercado de Coyoacán, las de pata y las de tinga son buenísimas. Cuando terminen tómense un cafecito en el tradicional Café “El Jarocho”. El de moka es muy rico, tiene un toque de chocolate oscuro con la combinación del café recién tostado. Hasta se me antojó, ¿a ustedes?

Más información:
Café El Jarocho: Cuauhtémoc 134 esq. Allende col. Del Carme Coyoacán

8.3.11

Un tiempo valioso.


El tiempo de todos vale lo mismo, no es objetivo, no son horas, minutos y segundos, el tiempo es lo que puedes hacer en él.
José Antonio Vega Macotela

Hace unos meses, cuando me enteré del caso de Edgar Jiménez Lugo, el Ponchis, el niño de 12 años que ya era sicario a su escasa edad, me estremecí, me enojé, me entristecí. No sé si mi reacción fue por que soy mamá y por un momento pensé ¿qué pasaría si mi hija hiciera eso? ¿por qué tendría que vivir esa realidad a tan pocos años de vida? Es una visión lejana, de una mamá de otro contexto, pero aún así ningún niño debería vivir en violencia. Ningún niño debería de asumir que la vida es maltrato y odio.

Estoy convencida de que los primeros años de vida son primordiales para formar conceptos propios sobe el mundo que nos rodea. Los niños que crecen en un entorno de violencia, reconocerán su realidad como violenta y no sabrán que existe algo más. La situación que viven los niños marginados no tiene cabida para recuerdos felices, simplemente no existen en su entorno.

Les cuento esto, porque lo que me pasó con el Ponchis fue una tristeza e impotencia que la sentí hasta los huesos y me llevó a preguntarme todo eso ¿por qué un niño tendría que vivir así? ¿por qué un niño tendría que hacer eso? ¿por qué tendría que ser su realidad?

Hace dos semanas, escuchando vinculArte, me enteré de un proyecto que me interesó mucho y se los comparto. Se llama Dona tu tiempo. Lo organiza la Secretaría de Cultura del DF junto con La Comunidad Integral de Diagnóstico para Adolescentes (antes, Tutelar de menores ) y consta simplemente de que la gente vaya y done su tiempo para pasar un rato con los adolescentes de La Comunidad.

En la entrevista escuché varias reflexiones que recordaron mis pensamientos sobre el Ponchis, por un lado los adolescentes que están en el tutelar, son nuestros adolescentes, son los jóvenes de México. A pesar de que hicieron una falta a la ley, es el eslabón más importante para buscar su reinserción a la sociedad, a la nuestra. Por otro lado, decían los directores de este proyecto, que si nos interesa nuestra seguridad, es necesario hacer algo por los niños y jóvenes que hoy están en proceso de reinserción, si no ellos serán los próximos delincuentes.

El Ponchis o cualquier otro apodo y nombre, necesitan ser guiados a otra forma de realidad, enseñarles que la violencia que vivieron los primeros años de su vida no es el único camino que existe. Como papás, sabemos que los niños y jóvenes necesitan calidad de tiempo. Ser escuchados, tomados en cuenta y darles un conocimiento de otras formas de vida. Eso tan básico e indispensable es lo que les hace falta a estos jóvenes. Donemos nuestro tiempo. Lo que sea que quieran hacer: jugar un partido de basquet, enseñarles a dibujar, leerles poesía o simplemente escucharlos un rato. Todos tenemos algo que ofrecer.

Enseñémosle el otro ángulo de la vida, el de la creación.

Ya se abrió la convocatoria, solo tienes que mandar un mail a subcapacitacion@gmail.com con tus datos, horarios disponibles y la descripción de lo que quieres hacer, para que agenden la donación de tu tiempo.

Vamos a donar nuestro tiempo. Hagamos algo por nuestros niños y jóvenes, aunque no sean nuestros hijos. En estos tiempos grises, una hora puede cambiar la vida de muchos.

Para los papás: Les paso el dato de este artista que hizo más o menos lo mismo de donar el tiempo, pero de una forma muy peculiar. El artista se llama Jośe Antonio Vega Macotela. El proyecto se llama Time Divisa. Una parte se presentó el año pasado en el Museo Carrillo Gil, la otra parte espera ser publicada en un libro. Lo que hizo fue realizar los sueños de varios presos a cambio de que colaboraran con su proyecto artístico. Era como ser ellos, pero afuera de las rejas. Cuando leí el artículo sobre Macotela me resultó inspirador para un documental. Ahora me interesa más ser yo la que done el tiempo y vivir en carne propia el sueño de los demás ¿a ustedes no?


3.3.11

Vivimos y leemos.

Entramos al Palacio de Minería y le regalaron a Sofía una estampa que decía “Leer es estar vivo”, ese fue un mensaje de que nos la íbamos a pasar bien en la Feria del Libro. Sería un buen momento en nuestra vida.

Como les conté el martes pasado, íbamos con más mamás y compañeritos del kinder de Sofía. Todas nos dirigimos al área de libros para niños. Estas secciones dependen de cada editorial, primero vimos los libros de Editorial Trillas y nos sentamos un rato a leer con nuestros pequeños. Sofía agarró un libro de Dinosaurios, que ahorita anda en ese gusto particular por el Tiranosaurio Rex. Así que le leí el libro que escogió, uno muy interesante por cierto, donde explicaba la anatomía del Tiranosaurio. A través de las páginas aprendimos que movía su cola para tener balance al caminar; este dinosaurio pesaba hasta 4 toneladas y necesitaba un balance constante para no caerse, así que su cola compensaba el movimiento. También tenía las patas grandes para poder correr, ya que por su peso y tamaño tenía un movimiento limitado.

Mientras le leía a Sofía sobre el Tiranosaurio, veía como los ojos de mi pequeña se hacían cada vez más grandes. Se estaba imaginando al dinosaurio caminar por el Palacio de Minería, lo veía en sus ojos. Tal fue la emoción de las dos que terminamos rugiendo cual dinosaurias. Cerramos el libro y regresamos a ser Diana y Sofía para buscar otra historia por vivir.

Seguimos caminando por la Feria, había mucha gente. Muchos niños con libros en la mano, eso me dio mucho gusto. Por cada pasillo hay libros y gente. El impulso a leer existe.
 Lo que me gusta de estos eventos es que tienes la oportunidad de conocer nuevas propuestas editoriales. Estábamos a punto de pasar a otra parte del recinto cuando vi enfrente de mi unos libros que me llamaron mucho la atención. Eran unos libros de muñecas para recortar y vestir, los diferente e interesante es que los vestidos eran vestido típicos mexicanos, se llama: Vistiendo a México. Me gustó mucho la idea, así que me quedé otro rato en ese espacio para ver si encontraba algo más y vaya que encontré: un libro para dibujar sobre el Museo de Antropología y otro sobre el Castillo de Chapultepec. Me puso de muy buen humor descubrir estas publicaciones para niños. También encontré unas libretas muy coquetas para mi, con el mismo estilo mexicano y unos botones muy divertidos.

Fue un buen descubrimiento. Estos productos son parte de la colección de Ediciones Malinalco que forman parte de la editorial Era, pero con un concepto propio y que vale la pena impulsar para que sigan haciendo contenido para niñ@s. Que aprendan de su país a través del juego. Bien por Ediciones Malinalco, sigan haciendo libros para niñ@s.

Si van a la Feria del Libro en el Palacio de Minería, les recomiendo se den una vuelta por los stands de la editorial Era. Están en la zona amarilla, locales: 304-307. Ahí encontrarán los libros que les platico.

Seguimos caminando por la Feria hasta que llegamos a la parte que todos los niños y mamás buscábamos, la del Fondo de Cultura Económica. Los niños se divirtieron en grande, compartiendo libros, unos leyéndose a los otros y compartiendo sorpresas. Me llamó mucho la atención que los niñ@s sol@s tomaban los libros, se sentaban, los disfrutaban y regresaban a su lugar. La lectura es una curiosidad natural que hay que cultivar en nuestr@s hij@s
 Como saben, los libros infantiles del Fondo de Cultura Económica son muy buenos. Todas las mamás que estábamos en la Feria coincidimos en ello. El descubrimiento que hice en esta parte de nuestra visita fue un libro que se llama: “El enmascarado de Lata” es un libro divertidísimo, escrito por la multipremiada Vivian Mansour e ilustrado por el reconocido monero Trino. Este texto le enseña a los niños a aceptarse a ellos mismos.
En el mundo de los libros para niños hay variedad, calidad y sobre todo, mucha diversión.

Terminamos nuestro recorrido por la Feria, fue una muy buena experiencia con las mamás del kinder de Sofía y un momento de convivencia muy importante para Sofía y sus amig@s. Me la pasé muy bien alrededor de buenos libros, propuestas interesantes y excelente compañía. Al final mi hija salió con la camiseta bien puesta de la Feria, la estampa que le dieron a la entrada ¡se la pegó en su playera!
Este fin de semana, vayan a la Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería. Se la van a pasar muy bien leyendo y disfrutando de las actividades infantiles que hay.

Leer es estar vivo. Aprovechemos cada latido para darle vuelta a la página.

Para los papás: Hablando del descubrimiento de Ediciones Malinalco, les comparto esta libretita del esposo cumplidor. Me pareció muy chistosa...

Más información:

1.3.11

Las ventanas de la Ciudad. Un paseo en Turibus




El viernes pasado Sofía y yo nos subimos al Turibus. Fue la primera vez que disfrutamos de estos camiones rojos que se pasean por la Ciudad.

 Fuimos con varios compañeros del kinder. Fue muy divertido ver que todas las mamás le explicábamos a nuestros hij@s cada esquina de la Ciudad. Nuest@s pequeñ@s se entusiasmaban en cada calle y reconocían su vida en su Ciudad: “Por aquí viven los abuelos” decía una compañerita de Sofía. Cuando llegamos a la escultura de Remedios Varo que está sobre Reforma, justo enfrente de la plaza Reforma 222, mi hija gritó emocionada: “Aquí fue donde patinamos el otro día”. Mi pequeña ya tiene recuerdos propios de su Distrito Federal.
El Turibus está muy bien. Tiene servicio de audífonos que te van dando información de los puntos más importantes de la Ciudad. Algunos audífonos ya no funcionan, hay que buscar los asientos que se pueden escuchar. Lo bueno es que en el recorrido del Centro Histórico toda la información la dan en altavoz, así que nadie se pierde de ningún detalle.

 Me gustó recibir datos de cultura general sobre mi Ciudad y compartirla con mi hija. Me sentí como turista en mi propio hogar y saber datos como que el Palacio de Bellas Artes se inauguró hasta la mitad de los años treinta; es una información que me ayudó a ver en perspectiva dónde vivo con mi hija. Cuando escuché ese dato me quedé pensando: “wow, realmente el Palacio de Bellas Artes es contemporáneo con un recuerdo de la arquitectura art decó del positivismo porfiriano. Claro! Por eso el contraste entre los murales postrevolucionarios y los mármoles europeos del siglo XIX...” seguía en esa reflexión histórica cuando Sofía me regresó a la realidad: “mamá, quiero ir ahí, donde están los angelitos” -”sí mi amor, se llama Bellas Artes, claro que vamos a ir, esta bien bonito”. Las dos reconocimos este gran edificio de diferentes formas.

Lo que más me gustó del Turibus fue ver las ventanas de la Ciudad. Nos sentamos en la parte de arriba y fue ver desde otro punto de vista las calles que vemos a diario. Reforma desde lo alto es más bella que de costumbre. El zócalo, este espacio de la Ciudad que es necesario caminarlo para entenderlo, desde lo alto toma otra forma: un espacio repleto de palacios que cuentan historias. Las ventanas, las maravillosas ventanas del Centro Histórico. Las ventanas de la calle de Tacuba. Cada una tiene balcones, antes eran para las antiguas doncellas que se asomaban a esperar a sus caballeros románticos; ahora se asoman anuncios que ofrecen varios servicios para la gente que pasa, que vive y que se nutre de la Ciudad.
 Nunca había andado por el Centro desde lo alto, donde los edificios lucen con orgullo su antigua arquitectura. La Ciudad de los palacios recobra su nombre a solo unos metros de distancia. Ahora la que estaba como niña chiquita era yo, emocionada tomando fotos de un lado y del otro, disfrutando esta perspectiva que ni siquiera me imaginaba que existía.

Sofía se emocionaba de ver a la gente que pasaba abajo de nosotros y yo me emocionaba de ver las calles desde lo alto. Ella veía hacía abajo, yo veía hacia arriba, pero las dos compartíamos lo que nos gustaba.

Así disfrutamos el Turibus. Llegamos hasta la Plaza Manuel Tolsá, esa fue nuestra parada para entrar al Palacio de Minería y visitar la Feria del Libro ¡les cuento el jueves cómo nos fue!.

¿ustedes ya se subieron al Turibus? ¿qué recorrido hicieron? ¿cómo les fue?

Si no se han subido, se los recomiendo bastante. Es un excelente recorrido, tus hijos se van a divertir mientras conocen más de su Ciudad. 

Les recomiendo varias cosas para que su recorrido sea más placentero todavía:
  • Llevar gorra y lentes de sol
  • Llevar bloqueador para los niños
  • Llevar agua y jugos
  • Llevar lunch
  • Estén pendientes de algunas ramas de los árboles. En algunas partes del recorrido, si están en la parte de arriba, deben bajar la cabeza para pasar entre los árboles de la Ciudad. Los pequeños se divirtieron de lo lindo con esta parte del recorrido.

Para los papás: Al final, les recomiendo una cervecita, donde hayan terminado el recorrido. Después del sol y el paseo por la Ciudad, les va a caer maravilloso, se los garantizo. Yo me la tomé en la barra del Sanborns de los Azulejos y estuvo riquísimo. 

Para ver más fotos de nuestro recorrido por el Turibus, da clic aquí

Más información: http://www.turibus.com.mx/