12.3.18

Me volví a conocer. La Comuna Yoga.


Hace cuatro años empecé mi práctica de Yoga. Empecé en cursos para principiantes y luego pasé a cursos multinivel. La verdad disfrutaba mucho estas clases porque encontraba otra forma de entrar en contacto conmigo y con mi cuerpo. Ésta práctica me ayudó a separarme del cordón umbilical que había formado con mi hija. Tantos años de estar con ella, ligada a ella, que mi cuerpo fuera como una extensión de ella o viceversa; que ya no me encontraba conmigo misma. Un día en una sesión de Yoga, haciendo la postura del guerrero, no se qué pasó, ni de dónde vino, pero me encontré. Fue como volverme a presentar y me dio gusto conocerme, o reconocerme; así empezó un trabajo de regresar a mí, verme desde otro lugar y aceptar mi cuerpo tal cual es. Un momento muy emocionante.

Después dejé de ir a clases y adopté la práctica en mi casa, por cuestiones de horario, ya no podía ir a un estudio, pero seguí mi práctica por dos años en mi casa o en donde estuviera, si iba de viaje el tapete de Yoga iba conmigo, ese siempre sin faltar.

Cuando empezó mi embarazo la práctica tomó otra forma, realmente hacia posturas muy sencillas y era más estar en mi respiración y sintiendo el cuerpo que cambiaba poco a poco. Aunque el Doctor me decía que podía seguir haciendo mi práctica, yo no me sentía con la confianza, pensaba que tal vez alguna postura no estaría del todo bien practicarla, así que leí libros y artículos, pero sentía que me faltaba algo más para dar el paso, así que consulté a amigas y así llegué a La Comuna Yoga. La experiencia ha sido maravillosa, fue como entrar de nuevo en contacto con mi cuerpo pero ahora desde el embarazo. Me he sentido cuidada, guiada, contenida y he aprendido a mayor profundidad la práctica.

Los talleres que dan sobre Yoga para dolores o lesiones son muy buenos, a mi me ayudó mucho con el dolor de espalda baja que tenía. Me ayudó a mejorar la postura que (ahora con el bebé) la panza me lleva el peso hacia adelante, y me enseñaron cómo trabajar el cuerpo para nivelar ese peso. Cada sesión que voy es una confirmación de que mi cuerpo responde, con cuidado, con autoconocimiento y autoamor, responde.

Ahora combino la práctica. Algunas veces en mi casa y dos veces a la semana en clases con Marco Cervantes de La Comuna Yoga, y ha sido una experiencia llena de contento. Darme cuenta que no hace falta volverme a desconectar de mí para vivir de nuevo la maternidad; al contrario, ahora que estoy más consciente de mi cuerpo y de mí experiencia, puedo decir que estoy disfrutando de forma más clara el proceso.

Si quieres vivir la experiencia de La Comuna Yoga, síguelos en su página de Facebook, tienen dos estudios, uno en la Col. Roma y otro en Acoxpa. Ahora en abril harán un retiro bastante interesante y en un lugar bien lindo, aquí más información.

La Comuna Yoga en Facebook: https://www.facebook.com/lacomunayoga

 

6.3.18

8 de marzo: Respeto, libertad y presentación de mi libro.


El otro día le dejaron a mi hija investigar sobre el 8 de marzo, día de la mujer. Le pregunté qué creía que significaba, me comentó que era un día para conmemorar los logros de mujeres importantes. Ante esta respuesta, quise profundizar más el tema. Le pregunté si le gustaba ser niña, a lo que me contestó que sí, mucho. Su respuesta fue inmediata. Le gusta ser niña, lo asume de manera feliz y plena. A sus diez años Sofía disfruta su género. Para mí la conmemoración del día de la mujer tiene un avance. Mi hija es una niña plena. 
Después platicamos sobre lo importante de ser libre, que implica la capacidad de decidir y hacerse responsable de esas decisiones. El poder decidir; a lo que mi hija, con su sabiduría de niña me preguntó, pero eso es para hombres y mujeres ¿no mamá?. Sí, que todos y todas podamos decidir, respetando a las demás personas. Así que quedamos que el 8 de marzo recordamos a las mujeres y hombres que han procurado la libertad de decidir y que podamos hacer lo que nos gusta. También recordamos a nuestras ancestras, las mujeres que son de nuestra familia y que nos heredaron la maravillosa experiencia de vivir la realidad con ojos de mujer. Reconocimiento, respeto, valoración y todos los días tener la oportunidad de ser libres en comunidad.


Había hablado con mi hija sobre perspectiva de género, pero no se había dado la oportunidad de hablar sobre el 8 de marzo. Día que, en lo personal, me causa ruido porque el tener un día que indique un género, ya presenta una diferencia. Siento que este tema se ha manoseado mucho y polarizado todavía más. Se habla de lucha, de denuncia, de valentía; pero también habría que empezar a revalorizar esas palabras junto con libertad, respeto, otredad. La oportunidad de platicar con mi hija sobre el día de la mujer me ayudó a conciliar y entender que hay que conmemorar, hay que recordar; que es un símbolo para tener presente que existe un potencial humano tanto en hombres, como en mujeres, en lo femenino y en lo masculino. Honrar a mujeres, hombres, seres humanos, en la historia y en nuestra familia, que han sido ejemplo de libertad y respeto. Le agradezco tanto a Sofía que me ayudara a entender.
Cuando nació Sofía me dio un poco de temor que fuera niña. Recordé por lo que yo pasé en la adolescencia y juventud: inseguridades, desvaloraciones, etc. Con el paso del tiempo me di cuenta que así era como yo lo había interiorizado, porque tenía la constante pregunta de ¿qué significa ser mujer? Ahora lo veo diferente y platicar con mi hija de este tema y verla plena, me dice que sí hay un futuro; es más, hay un presente para gozar ser mujer. Ahora yo también lo disfruto tanto, que ya no quiero luchar, quiero que siga existiendo el cambio desde una visión de respeto donde puede haber espacio para nuevas masculinidades (que ya existen) y nuevas feminidades (que también se están construyendo).
Es un tema fascinante, y más con la visión de mamá de una niña. ¿ustedes qué opinan? ¿cómo viven el género con sus hijos e hijas?
Para seguir reflexionando quiero invitarles al evento 8M en la Universidad de la Comunicación. A las 10 de la mañana del jueves 8 de marzo presentaré mi libro “La caída de la Armadura”, donde reflexiono la búsqueda de los que significa ser mujer en mi generación. Me dará mucho gusto que me acompañen y sigamos haciendo cambios desde el respeto y la libertad.

Más información:
Universidad de la Comunicación: Zacatecas 120 Col. Roma.