9.6.15

El autocuidado y la frescura de una hamaca.



Cada día me doy más cuenta que el tema del autocuidado es muy importante en la educación de mi hija. Sobre todo ahora que tiene ocho años y que cada día va creciendo más. Me viene a la mente lo gustoso y divertido que puede convertirse este ritual de cuidarse: verse al espejo y cepillarse el cabello, o ponerse cremas y perfumes, o consentirse pintándose las uñas. Disfrutar su ser femenino, mientras se procura. Solo lo pienso y me emociona.



Luego, cuando estamos en casa, jugamos al Spa como una forma lúdica de enseñarse a que se cuide y se procure por ella y para ella, así que nos pintamos las uñas y nos tomamos nuestra taza de té, solo con eso ya nos dimos un momento de descanso y también de autocuidado.



Ahora que lo he visto más a detalle, el juego es parte importante de esta enseñanza, pero también influye mucho el ejemplo: Si Sofía ve que cuido mi piel, o me procuro haciendo ejercicio o dándome un momento de consentirme; ella tiene un claro ejemplo que depende de mi cuidarme y sobre todo quererme; estar bien. Ahora que lo hice consciente, procuro darle ese mensaje. Enseñarle con mi ejemplo que si yo me cuido y me siento bien, la forma en que me relaciono con los demás será de cordialidad y contento.



¿Tú cómo promueves el autocuidado en casa?



Para mamás: Hablando de autocuidado, el otro día probé una crema de la marca brasileña Natura, que me encantó. La crema es parte de la colección Balanceo de Hamaca y así me sentí cuando me la puse: muy fresca. Yo soy muy especial con las cremas porque tengo piel reseca y todo el día ando haciendo muchas cosas y siento que eso hace que mi piel se canse más. Pero ahora me pongo esta crema y todo el día siento la piel humectada, pero sobre todo, sana. Se las recomiendo mucho junto con el jabón para baño, una buena forma de consentirse para luego, seguir dándole a la rutina diaria. 

Más información: www.natura.com.mx




3.6.15

Los personajes que se salen del libro.


Sofía abrió el libro, le llamaba la atención el título: Zapatos, zapatitos, zapatones. Es un libro que cuenta las historias de un zapatero que es visitado por varios personajes: cenicienta, un ogro y un payaso; y todos buscan hacerse unos zapatos según sus tamaños y formas de pie. Es una historia, que en forma de aventura, deja el mensaje de conocer las diferencias y encontrar la mejor opción para cada quien desde la convivencia y el respeto. Mientras mi hija leía (ella sola porque ya es niña grande, como ella dice) yo disfrutaba ver cómo se divertía con el texto y las ilustraciones. Un buen rato de conocer un libro nuevo. Ahí terminó de hacer su primer lectura.

Cuando estaba a punto de cerrar el cuento, le dije que ahora las dos haríamos una segunda lectura, pero con un elemento nuevo: con el celular. Sofía me veía extrañada cuando le decía que pasara el dispositivo sobre las hojas. Me insistía que los celulares no sirven para leer libros, yo solo sonreía y le decía que pasara la cámara del celular sobre las ilustraciones. Entonces vio que los personajes del cuento salían en tercera dimensión por el teléfono y se escuchaba una música que ambientaba la historia.

Pasamos un buen rato disfrutando el cuento junto con las ilustraciones que salían del libro para moverse en tercera dimensión en el celular; lo que le llaman Realidad Aumentada, una nueva forma de jugar con los objetos físicos y darles un toque de realidad virtual. El momento de lectura se volvió todavía más creativo porque puedes jugar con la aplicación del cuento o tomarle foto a los personajes.

Mi hija no quería cerrar el libro, había encontrado otra forma de disfrutar las historias.


Me gustó mucho la propuesta que nos presenta la plataforma de libros infantiles y juveniles Boolino; es una buena historia donde junta dispositivos electrónicos, sin dejar de fomentar la lectura y diversión en niñas y niños.

Son cuentos de alta calidad por donde se les vea. Sofía y yo los disfrutamos al máximo.

Dos días después, la abuela de mi hija le regaló un libro de la misma editorial. Cuando Sofía vió de qué se trataba, sonrió emocionada y me dijo: “Mira mamá, otro libro como el que me enseñaste; baja la aplicación en el celular de la abuela”. Ahora mi suegra también es parte de los libros tecnológicos y los disfruta con su nieta.

Todos estamos dando un paso adelante a la tecnología, es algo que no podemos dejar de lado y menos con niñas y niños de esta generación. Me gusta la idea de que la introducción a la tecnología con mi hija, sea a través de mensajes propositivos y que nos ayuden a pasar un buen rato en familia. Bien por Boolino, que estas publicaciones sean las primeras de muchas por explorar.

Si les interesan estos libros, les cuento que ya están a la venta en diferentes librerías de México.

Para que conozcan más de cómo funciona la realidad aumentada en el libro, les comparto este video.