En
un lugar donde vivimos más de 10 millones de habitantes, cada
esquina es un espacio diferente y cada día se aprenden cosas nuevas
en las calles del Distrito Federal.
En
estos últimos días Sofía y yo hemos recibido varias sorpresas
donde el paisaje urbano cambia y se vuelve una experiencia
completamente diferente. Una de esos cambios inesperados fue la
Avenida Álvaro Obregón en la Colonia Roma.
Resulta
que el viernes pasado, de día de muertos estábamos por ahí, que
fuimos por un helado a la tradicional Bella Italia, pero nunca nos
imaginamos que nuestra ida por un helado terminaría en toda una
aventura de ver altares, calacas en zancos, rezos budistas y
acróbatas con telas. Todo Álvaro Obregón estaba lleno de flores de
cempasúchil, olor a incienso y velas. Cada altar era de una colonia
o barrio de la Delegación Cuauhtémoc. Había ofrendas dedicadas a
Blue Demon, A Frida Kahlo y una exposición de calaveras hechas por
diferentes artistas. Además en cada esquina había una presentación
artística: grupos cantando, performances y acróbatas.
leyendas |
Canto budista |
Sofía
estaba muy contenta y emocionada por esta sorpresa. La arquitectura
parisina de principios del siglo XIX ahora abrazaba la tradición de
día de muertos a todo lo largo de la Avenida. Una salida que era
planeada para un par de horas en la heladería, se volvió una
experiencia de toda la tarde por toda la Avenida.
Cuatro
días después, el lunes, regresamos a Álvaro Obregón y cuál fue
nuestra sorpresa que las ofrendas las cambiaron por alebrijes.
Algunos de los alebrijes que vimos en Paseo de la Reforma, estaban
visitando la colonia Roma. Otros no los habíamos visto, así que fue
una experiencia nueva.
La
vista cambió de un momento a otro, pero las dos sorpresas fueron más
que agradables. Volvimos a recorrer la Avenida, pero ahora con un
paisaje completamente diferente, lleno de color y de familias que
también se llevaron la misma sorpresa que nosotros.
Les
recomiendo que vayan a la Avenida Álvaro Obregón para que vean a
los alebrijes cambiar de paisaje. Una vez que estén ahí pueden
aprovechas para visitar las librerías de libros viejos que existen a
lo largo de la Avenida y cuando lleguen a la calle de Orizaba, no se
olviden pasar por un tradicional helado de la Bella Italia.
Para
los papás: La Avenida Álvaro Obregón alberga varios restaurantes
para todos los gustos y presupuestos. Les recomiendo el restaurante
Sobrinos ubicado en Orizaba y Álvaro Obregón, los tacos de lomo
yucateco son los que más me gustan, aunque también las
especialidades del día les pueden traer gratas sorpresas.
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