...o ¡cómo me libré de una pregunta que me dejó con la boca abierta!
Les cuento cómo le explicamos a Sofía lo que es el pensamiento y el ser. Les recomiendo una exposición de arte abstracto muy interesante.
El otro día un amigo publicó en su cuenta de Facebook que su hijo le había preguntado qué era el tiempo, mi amigo solicitaba sugerencias para responderle a su pequeño. Cuando lo leí agradecí no estar en sus zapatos ¿cómo explicarle a tu hijo algo tan abstracto como el tiempo? Mi contribución fue que lo contabilizara. A mi hija le encanta contar, entonces cuando tiene que esperar y dejar pasar el tiempo, me pregunta ¿hasta cuánto tengo que contar? Y cuenta los segundos, mientras ve las manecillas del reloj pasar. Vive la experiencia de contar el tiempo.
Hubo varias respuestas para auxiliar a mi amigo, desde que se lo explicara con una ecuación diferencial, o que le diera un beso o que le dijera que el tiempo son los momentos que pasan juntos, hubo un sin número de respuestas y reacciones ante la pregunta del pequeño. Al final Esteban, el padre del pequeño nos contestó a todos los que participamos en el debate: “Realmente les agradezco a todos su tiempo por sus comentarios! De alguna forma me alegra saber que mas/menos he hecho lo que me dicen, desde hacerle ver que el tiempo es relativo y que debe ser paciente, que el tiempo se siente y se vive y que incluso el tiempo también se entiende por el movimiento. Les mando un gran abrazo!”. Así que de alguna u otra forma todos le ayudamos a Esteban, eso me alegró mucho.
Días después, Sofía y yo estábamos leyendo “Las aventuras de Max y su ojo submarino”, un cuento en verso maravilloso. A Sofía le gusta mucho escucharlo por el ritmo y la rima de los versos, y a mi me divierte por todos los personajes tan curiosos que tiene, así que estábamos disfrutando la lectura. En una de las aventuras de Max, leí: “colocó el ojo en su cuenta / y se miró con altivez, / podía ver sus pensamientos / ¡se puso el ojo al revés!”. Sofía interrumpió la lectura y me volteó a ver: “mamá-dijo- ¿qué es el pensamiento?”. Me acordé de mi amigo Esteban, me quedé un rato en silencio y cuando me sentí lista de pronunciar alguna explicación coherente, le dije que el pensamiento eran ideas que pasaban por nuestra cabeza: “por ejemplo: cuando te imaginas un delicioso helado, estas pensando en un helado o cuando te imaginas de qué color vas a dibujar a un dinosaurio, es un pensamiento” Entonces nos pusimos a jugar a “los pensamientos”. Las dos narrábamos lo que nos imaginábamos. Fue muy divertido, pensamos en gatos submarinos, helados de chocolate, figuras de colores y muchas cosas más. Por un momento, todo lo que pensamos fue real.
Tal vez la explicación no fue la más exacta, pero fue la que me salió desde el alma y me dio la oportunidad de jugar con mi hija y su imaginación.
Dos días después, un domingo en la mañana que mi esposo, Sofía y yo disfrutábamos de estar acurrucados en la cama viendo la tele. Sofía hizo un movimiento brusco para acomodarse y se pegó en la cabeza con la pared, mi esposo le dijo: “Cuidado corazón, tu cabeza es lo más importante de tu ser” a lo que Sofía le contestó “papá ¿qué es ser?” Bruno y yo nos quedamos congelados. Mi esposo le empezó a explicar que el ser es ella, que es Sofía y que no hay nadie igual a ella y eso la hace una niña muy valiosa. Después de su explicación, mi esposo dio un suspiro de alivio y emanó una sonrisa como pensando “lo logré, lo pude explicar”. Yo, con todo el espíritu travieso, para poner a mi esposo en el mismo dilema, le dije a Sofía “¿quieres que te lo vuelva a explicar papá?”, afortunadamente para Bruno, la pequeña Sofía ya se había distraído con otra cosa. Mi esposo y yo nos reímos de la situación.
Nuestros pequeños nos ponen en aprietos. Quieren conocer todo y tener la explicación de todo. ¡Qué maravilla!, me gusta que sean esponjas de conocimiento.
Para seguir con ideas abstractas. Así dibuja mi pequeña el mundo |
A ustedes, ¿les han soltado una pregunta así? ¿Cómo la libraron? Si todavía no, les cuento de mi experiencia: lo primero que hay que hacer es contestar a la pregunta, asumir la inquietud del pequeño; después, hay que pensar en una respuesta simple y certera; y por último explicarla con calma y de forma divertida, puede ser un pretexto para una plática interesante entre sus hijos y ustedes.
Para los papás: Siguiendo con lo abstracto y la percepción de los conceptos, les recomiendo la exposición “Cimbra: formas especulativas y armados metafísicos”. Una muestra que me parece muy interesante porque es la visión de 20 artistas mexicanos, de diferentes generaciones, que proponen una nueva forma de entender el arte abstracto. Esta exposición se presenta en el Museo de Arte Moderno.
Sistema Líquido Sólido. Fernando Rascón (1976) |
Más información:
Museo de Arte Moderno: Reforma y Gandhi, Chapultepec. Martes a domingo, 10:00-17:45. $20.00
Me gustó mucho tu historia, mi hijo es pequeño (1 año 11 meses) y está en la etapa que pregunta ¿qué es esho? de todas las cosas que ve, ambulancias, luces navideñas, juguetes, fuego, etc. A veces la explicación no le satisface (un error de adultos de dar largas explicaciones, creo yo) y vuelve a preguntar... y es maravilloso ver el mundo otra vez a través de sus ojos... confieso que me he quedado helada cuando en tv vio una explosión y me preguntó qué era, le dije: es fuego, pero también pensé que debo tener cuidado con lo que ve en tv o en el mundo!
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