Ayer amaneció nublado, en la ventana
chocaban gotas perdidas de una llovizna casi imperceptible. Así nos
levantamos para ir a la escuela. Un día gris que hacía simbiosis
con la rutina. Íbamos un poco tarde y el clima no ayudaba para ir
caminando. Tomé las llaves del coche. Sofía tomó su mochila. Las
dos silenciosas, casi adormiladas nos preparamos para el camino a la
escuela.
Encendí el coche y junto con el motor
que encendía, se escucharon los primeros acordes de la canción
Sometimes, de James. Como breviario cultural de una madre a su
hija, le dije a Sofía “esta canción me gusta mucho”. Subí el
volumen y empecé a cantar:
There's a storm outside,
and the gap between crack and thunder
and the gap between crack and thunder
Hay una tormenta ahí afuera,
y el tiempo que pasa entre el relámpago y el trueno,
y el tiempo que pasa entre el relámpago y el trueno,
Crack and
thunder, is closing in, is closing in
entre el
relámpago y el trueno, es cada vez más corto. Y más corto.
Llegamos al coro y yo cantaba más fuerte:
Sometimes, when
I look deep in your eyes,
I swear I can see your soul.
I swear I can see your soul.
Para practicar un poco el inglés (ya saben, uno no deja de
aprovechar los tiempos) le pregunté a Sofía si sabía qué
significaba eso, fuimos descubriendo palabra por palabra: A veces
cuando miro en lo más profundo de tus ojos, puedo ver tu alma. Le
platiqué qué era el alma y cómo a partir de ahí salían los
sentimientos. Sofía se acordó del libro que leímos dos días
antes: El pájaro del alma.
Tocó un alto, Sofía me dijo que la volteara a ver, nos vimos
detenidamente y con una alegría que iluminó mi día me dijo que
había visto mi alma, veía que estaba contenta -Sí, estoy muy
contenta corazón, porque estoy contigo- le dije.
Pasó el día, llegó la noche y tocaba el momento de la canción
para dormir. Parecía la hora de las complacencias porque Sofía me
pidió que interpretara más de una canción, en el repertorio se
encontraba: Estrellita, A Dormir, Un popurrí de Cri-Cri, una de los
hermanos Rincón que terminé tarareando porque no me sabía la
letra. Sofía no se dormía, mi concierto en vez de arrullarla la
había despertado, hasta que le dije que era hora de dormir. Se
acurrucó sobre mí, cerró los ojos, abrazó a una muñequita de mi
infancia que se la regalé y me dijo con la sinceridad del corazón:
“cantame la canción del alma mamá”. Se la canté y durmió
profundamente.
Es curioso cómo los momentos están marcados o es asunto del destino
dejarnos enseñanzas. Estos últimos días he estado estudiando de
cerca el tema del subtexto y de lo que representan las historias que
vemos en la tele o en libros y películas, o incluso en canciones. En
este caso Sometimes no es una canción alegre, habla de una tormenta
y de cómo destruye todo a su paso. Le tengo cariño a esta canción
porque me recuerda a mi hermano cuando íbamos en la prepa, pero en
sí no es una letra feliz. Hace mucho que no la escuchaba, hasta ayer
con Sofía. Con todo esto del significado de las historias, me doy
cuenta que es una canción de esperanza. A pesar de la tormenta, en
el fondo de cada uno de nosotros está nuestra alma.
A pesar de un día nublado y de rutina, al ver nuestra alma
compartimos luz. En estos días la Ciudad de México es gris,
nublada, lluviosa pero podemos vernos a los ojos y compartir un
momento. Hoy que vaya a comprar el pan para la tarde, veré a la
señora que siempre me atiende, pero ahora la veré a los ojos.
Cuando vaya por Sofía a la escuela, veré a las mamás de los
compañeros de mi hija, pero ahora las veré a los ojos. A cada
persona que me encuentre en esta gran Ciudad la veré para compartir
un momento, un espacio, un sentimiento.
A partir de estas líneas veo a los que están leyendo este texto,
compartamos un momento: ¿Cómo están?.
Para
los niños: El pájaro del alma es un libro que me encanta y más
importante, le encanta a Sofía. Es
la historia de un pájaro que vive en nuestra alma y que su trabajo
es ordenar los sentimientos que tenemos según sus cajas
correspondientes: el enojo en la caja del enojo, el amor en la caja
del amor, etc. No hay sentimientos buenos o malos, simplemente son
emociones que el pájaro nos ayuda a entenderlas. Un libro
escrito
por Mijal Snunit, editado por el Fondo de Cultura
Económica.
No puedo no llorar cada ves que escucho esa canción, la danza que genera el cuerpo cuando el corazón late es algo que no podemos frenar y eso lo entiende Tim Booth a la perfección, sentimientos a flor de piel, recuerdos. A veces las canciones nos llevan a pensar en la primera ves que te citaste con alguien más, en la primera vez que te partieron el corazón lentamente o en los momentos decisivos y esa es la tormenta y el temblor del cuerpo liberando energía. La que se convierte en un grito de esperanza que mira a los ojos, que pregunta y abraza, esperando ser recíproco. James, una de las bandas más sensoriales a mi parecer tiene este tipo de chispa, gracias por recordar momentos y luces y aromas, así es como nos vamos materializando en el otro, a través de referencias y que mejor que con la música de unos chicos alocados de Manchester. Saludo y nos veremos pronto, sometimes.
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