7.6.11

Que no se nos olvide...

Hoy, como todos los martes, les iba a platicar de mis aventuras con mi hija por la Ciudad, pero haré una pausa de reflexión en este día, les cuento por qué:

La semana pasada se habló en todos los medios sobre el caso de la maestra Martha Rivera, maestra de kinder en Monterrey, Nuevo León, que calmó a sus alumnos de entre 5 y 6 años de edad, mientras sucedía una balacera fuera de su escuela. Le llamaron la maestra heroína, por el valor que había demostrado para cuidar de sus alumnos.

El viernes pasado vi el video en YouTube, donde se publicó la grabación que hizo la propia maestra para que se dieran a conocer los hechos. Vi el video tres veces y no dejaba de estremecerme el corazón de ver tal realidad. Esa es la realidad de nuestros niños y niñas mexicanos, esa es su otra realidad.



  
La vida noticiosa de este hecho ya pasó. Fue la semana pasada y para estos tiempos de inmediatez mediática, donde lo que pasó hace una hora en twitter ya es historia, lo sucedido el pasado 31 de mayo es lejano a nuestra realidad. Por eso escribo estas líneas. Que no se nos olvide este hecho. Que no sea uno más en la contabilidad de los recuerdos lamentables de estas épocas violentas. Los actos de la maestra Rivera son admirables, pero este hecho vale más por los niños, nuestros niños que están viviendo esta realidad. Por ellos, les invito a que no se nos olvide.

La realidad que viven nuestros niños es vulnerable. Por un lado, vivimos en una sociedad donde las estructuras morales muestras sus fracturas reales. Culturalmente es más valioso y contestatario ser de los malos. Y por otro lado, la realidad mediática nos asfixia hasta que percibimos que estamos en un callejón sin salida, donde no se vislumbra ningún cambio. De esto también hay que hablar (a su nivel) con nuestros hijos. De esto, de nuestra perspectiva de México, también aprenden nuestros hijos; de nuestro ejemplo.

Los niños y niñas que vivieron la balacera en Monterrey siempre la van a recordar. Hay una generación de futuros ciudadanos que tienen en sus recuerdos actos violentos dentro de su país, su casa de identidad cultural. Por otro lado están los niños y niñas que viven otra realidad, como si vivieran en otro país, pero que han aprendido desde pequeños que el país ya perdió, que la violencia nos derrotó ¿Cuál será el futuro de esta generación en la que la idea de su país se quebrantó? Esa es la que me preocupa.

Demos a nuestros hijos un ejemplo propositivo. Enseñémosles que aunque los tiempos son difíciles, todavía hay un México que vale la pena. Seamos ciudadanos y no perdamos la fe en nosotros. Que no se nos olviden los niños que están viviendo la guerra, por ellos vale la pena actuar y desde nuestro espacio, hacer algo por esta sociedad fracturada.

Para los papás: Si están interesados en más temas sociales que tengan que ver con la infancia, les recomiendo el sitio por internet Infancia Hoy, es un noticiero argentino pero toca temas sociales y políticos de toda la infancia en latinoamérica.

1 comentario:

  1. HOla! llego a tu blog por casualidad y me ha parecido maravilloso...enhorabuena!!

    Te animo tambien a visitarme y conocerme en http://creciendocondavid.blogspot.com/

    Te leeré siempre que pueda!

    Saludos.

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Gracias por tu comentario. Saludos!