Llega primavera.

La llegada de la primavera me emociona. Antes me daba igual en qué estación del año estuviéramos, mi consciencia del clima no era tan puntual como ahora. Cuando nació Sofía, le tomé más importancia a los cambios climáticos, no sé si porque estaba más consciente de cuántas capas ponerle cuando hacía frío y de cuántas capas quitarle cuando hacía calor.

Lo que ahora me emociona es que sale el sol y podemos disfrutar más el exterior: Los parques, las calles, las plazas públicas y de vez en cuando un helado de paseo.

Van varios días que Sofía me pregunta sobre la primavera: ¿qué es? ¿cuándo llega? ¿por qué es tan importante para las flores?. Todas estas respuestas se las platico mientras caminamos por las calles para que nos de la brisa, mientras ella recolecta plantitas en cada esquina. Ahorita Sofía está de exploradora, viendo y conociendo esos cambios tan simples como la rotación de la tierra. Pensados como ella los piensa se vuelven descubrimientos universales. Maravillosa capacidad de asombro.

Sí, la primavera está por llegar. El equinoccio está por suceder de nuevo. La siembra está por celebrarse y el ciclo de la vida está por iniciar de nuevo. Qué mejor forma de celebrar que sembrar una planta en casa, es muy simple y divertido para niñas y niños.

Solo necesitan una botella de plástico, tierra, semillas, agua, pinturas y pincel.

1. Corten la boquilla de la botella de plástico, de tal forma que solo quede el cuerpo.

2. Pinten y decoren la botella que está a punto de convertirse en una maceta.

3. Pongan tierra a la maceta y con los dedos formen huecos en la tierra.

4. En esos huecos echen las semillas, puede ser un frijol por ejemplo.

5. Échenle agua y pónganla junto a la ventana.

Ya tienen una plantita que pronto crecerá y será parte de las estaciones del año, como todos los seres vivos.

Ya llegó el sol, bienvenida la primavera!