6.3.12

Todo por el servicio.


Les cuento a dónde fuimos a comer el sábado y cómo nos fue...

Así como dice el dicho: de poeta, doctor y loco...todos tenemos un poco; a mi parecer también tenemos un chef o crítico en gastronomía dentro de nosotros ¿a poco no? A todos nos resulta interesante comentar acerca de los restaurantes, de la comida, del ambiente, de las experiencias que vivimos en cada lugar. Los comentamos; los recomendamos o los reprobamos con todo nuestro derecho, porque a fin de cuentas nosotros somos los clientes, nosotros somos los que dejamos nuestro tiempo y dinero ahí. Como corre la leyenda que decía el director de cine Alfred Hitchcock “una buena película es la que valió la pena pagar el boleto, las palomitas, la niñera que cuida a los hijos y la cena”. A mi parecer, así es también con los restaurantes, un buen restaurante es el que valió la pena pagar el estacionamiento, el tiempo de sentarse en ese lugar y la cuenta por el consumo. Por que al final, el consumo de los alimentos es un ritual social que se debe disfrutar.

En la ciudad cada vez hay más opciones para desayunar, comer o cenar. Eso es parte de lo que hace a nuestro Distrito Federal cada vez más interesante, cada vez hay más lugares, cada vez hay más opciones y más atmósferas para experimentar: Cocinas de barrio, Bistrots, restaurantes orgánicos, mezcalerías, marisquerías, comida fusión y mucho más. A ustedes ¿qué concepto les gusta más?

En lo personal, el concepto que a mi me gusta es donde el servicio me haga sentir cómoda, sobre todo cuando salgo con Sofía. Un lugar donde se coma bien, haya buenas bebidas y no sea un factor de incomodidad si Sofía habló un desivel más arriba o se paró de la mesa. Esto no quiere decir que los demás comensales tengan que sufrir a mi hija, al contrario, respetar la convivencia social entre todos los presentes. Que los meseros tomen en cuenta a Sofía como otro comensal y no como un peligro de desorden y destrucción ¿ustedes cómo disfrutan el salir a comer con sus hijos?

Buscando nuevas opciones para comer, el sábado pasado fuimos a un nuevo restaurante en Colima y Orizaba en la colonia Roma, se llama Omiya, que refiere a un pueblo en Japón donde se dedican a la creación de árboles Bonsais. Cuando entras al restaurante, toda la pared del lado derecho está con Bonsais de diferentes estilos y tamaños que puedes comprar. La decoración me gustó mucho, los bonsais, las grullas estilo origami que cuelgan del techo, la forma en cómo acondicionaron una casona antigua de la Roma en un ambiente contemporáneo y sencillo me gustó, aunque debo decir que cuando entramos no lo sentí acogedor.

Se tardaron en traernos la carta. En toda la comida no tuvimos claro quién era nuestro mesero. La carta se veía interesante: un pozole combinado con sopa misu, domplins de cerdo, costillas, etc. A Sofía le gustan los rollos filadelfia, pero en la carta no había rollos así de simples, le pedimos uno de pepino. A los 5 minutos nos trajeron un rollo y se lo pasé a Sofía que ya tenía bastante hambre. Lo empezó a comer cuando el mesero llegó y nos dijo: “ustedes pidieron uno de pepino, entonces ¿porqué está comiendo uno de salmón?” Su tono no me gustó nada y más porque lo decía mientras le retiraba el plato a Sofía. Le dije que el error era de ellos y que no le quitara la comida a mi hija. Esa fue una de las cosas por las que no regresaría a comer ahí. Otra es que el servicio se tardó mucho, tardamos como tres horas en terminar de comer y no porque la sobremesa se hubiera alargado, sino porque se tardaban mucho en servir, los alimentos estuvieron normal, de buen sabor pero nada más y la cuenta fue muy cara para lo que comimos. Solo hubo dos cosas que me gustaron: Una, el sake que pedimos mi esposo y yo, que nos alivianó toda la experiencia y el postre, que fue un helado de jazmín tempura que lo preparan con fresa cristalizada con clavo y nuez moscada.

La decoración, el menú interesante, el concepto, todo se cayó por el servicio ¿ustedes han tenido alguna experiencia así?

Buscar nuevas opciones en la Ciudad puede ser muy divertido e interesante, pero también hay algunas experiencias que nos hacen recordar por qué nuestros restaurantes favoritos siguen siendo los favoritos. A ustedes ¿a dónde les gusta ir a comer?

3 comentarios:

  1. Hola Diana, leí tu critica y me parece extraño, la APF y yo con mi familia hemos ido al OMIYA y la verdad ha sido estupenda la comida, no sé si tenga que ver con que hemos estado en el Tepanyaki en donde los meseros son bastante atentos y la comida muy buena.... Dale una 2a oportunidad ; )

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  2. Me olvidé de firmar el coment. Anterior....... Miriam.

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    1. Gracias por escribir Miriam! me parece interesante tu experiencia. Iré al Tepanyaki a ver cómo nos va! ;). Un abrazo fuerte!

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Gracias por tu comentario. Saludos!