30.5.18

Venimos a bailar.

Haciendo práctica de la estimulación prenatal, le puse a la panza un poco de música para relajarnos después de un día caluroso y con algunas actividades fuera de casa.

En sesiones pasadas, le había puesto Mantras o cánticos espirituales. Los dos nos tranquilizábamos bastante, yo me quedaba dormida, mientras sentía que la panza se iba moviendo poco a poco al ritmo del Mantra.

Su hermana también le pone música. Le hace disfrutar toda la discografía de “Gorillaz”, intercalada con la propia voz de la hermana diciéndole “I´m your sister” al estilo Darth Vader. La panza se mueve gustosa.


Ayer en la noche, quería experimentar algo diferente a los Mantras, así que le puse “Where the streets have no name” de U2. La panza se movía bastante, como si se estuviera retorciendo; decidí cambiar de estilo. Tal vez U2 es un gusto adquirido, hay que vivir ciertas experiencias de vida para que te guste, me quedé pensando, puede ser. Entonces probé con The Cure, “Pictures of You”, una canción favorita en la familia. Sentí que la aceptó mejor. La disfrutamos bastante, después “Just like heaven” y la siguiente “Friday I´m in love”. Todo iba muy bien, el movimiento de la panza era como una danza, y yo con una sonrisa de gusto por escuchar a uno de mis grupos favoritos.

De pronto, se me antojó (como cualquier antojo de embrazada que se debe saciar al instante) escuchar “Talking bout my baby” de Fatboy Slim. La puse de inmediato y esto se convirtió en una fiesta maravillosa. Yo acostada moviendo las piernas al ritmo de la música y la panza moviéndose al unísono. Yo levantando los brazos al bailar, e imaginando que el o la bebé, sienten mi alegría también. Algún día bailaremos juntos esta canción con los brazos en alto, agradeciendo a la vida bajo el gran sol amarillo brillante (“under the big bright yellow sun”)


Fatboy fue la estrella de la noche. Recordé cuando mi esposo era DJ y tocaba esta canción al final de su set. Así la conocí y ahora se la pongo a nuestro bebé. Se completa una parte de la espiral.


Para descansar y empezar a dormir, puse a Brian Eno “Ambient 1: Music for Airports”, como su nombre lo indica, el ambiente cambió. Me centré más en las sensaciones de mi cuerpo. Bebé se acomodó, lo pude percibir, pude entrar en contacto con mi vientre.

La música fue el medio para comunicarme con el o la bebé que viene en camino. Ahora los dos entendimos que a esta vida, se viene a bailar.



1 comentario:

  1. En la vida venimos a bailar... Seguro comenzamos desde que brincamos y giramos como astronautas en el vientre. Comprobado la estimulación sonora prenatal. Araviññado en pensar que algún día bailáremos una de esas "viejitas" de Fatboy. Listos para conocernos cara a cara.

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