7.6.12

Menos copiar, más apreciar.


Les cuento de un artículo bastante interesante sobre la educación y los museos. Les recomiendo un periódico cultural y un curso de verano con mucho arte.

Hace unos meses, descubrí el Periódico MUNAL. Un ejemplar que edita mensualmente el Museo Nacional de Arte. Esta publicación lleva cuatro meses de vida y me gusta mucho, porque me hace sentir más cerca del Museo, aparte de que cada vez que la leo me dan ganas de salir corriendo para visitar las exposiciones que anuncian.


En la publicación de mayo, realizaron un artículo bastante interesante, se llamaba “¿Cómo hacer tarea en el MUNAL?” en el que decía: “ Muchos de los alumnos que acuden al Museo Nacional de Arte solicitan el periódico Munal para que le pongan un sello, y se lo puedan mostrar al maestro. Sin embargo, hay otras cosas que pueden realizar además de conseguir fácilmente puntos para la escuela”.

Hace mucho que quería escribir sobre este tema, al parecer el cosmos me llevó a leer este artículo para sentarme a escribir y compartir mis experiencias, que en realidad, todos las hemos vivido ¿a poco no?: ¿Cuántas veces no hemos ido a un Museo y vemos a los alumnos copiar toda la explicación y las fichas técnicas de las obras?, o peor aún ¿cuántas veces no son los papás los que están copiando la información?. Recuerdo que cuando era niña, yo hacía lo mismo, copiaba todos los textos posibles de los museos, hasta que un maestro nos dijo que no quería leer nada de lo que ya estaba escrito, sino que quería saber cuál había sido nuestra experiencia. A partir de ahí, mi visión de las tareas fue completamente diferente.

Siguiendo con el artículo del periódico, da algunas recomendaciones muy interesantes: “Lo importante de la visita es hacer conexiones y disfrutar o apreciar las obras, así que, sin importar lo que les hayan dejado los maestros de tarea, hacemos algunas recomendaciones: Definir un estilo, Definir un tema y pensar ¿Qué es lo que me conmueve?”

En el texto dice que en 2011, el 58% de los visitantes al Munal fueron estudiantes de primaria y preparatoria. Por esta afluencia de estudiantes, el Museo Nacional de Arte está por publicar un espacio bastante interesante: será un portal especial para Maestros que les sirva de guía para poder formular las tareas de manera más experiencial y analítica para los alumnos. Me parece una herramienta muy importante, para establecer un conocimiento holístico y que el aprendizaje sea desde la experiencia del alumno, y no sobre el texto que copiaron.

Me parece que los mestros son un punto importante para la creación de conocimiento de los alumnos, pero los padres de familia, somos un pilar fundamental. Si nosotros, papás y mamás, no les enseñamos a nuestros hijos cómo disfrutar una exposición, a los niños les va a costar mucho trabajo tomarle el gusto a los museos. Si nosotros, los papás, somos los primeros que nos queremos ir rápido del museo porque tenemos que ir al super o a ver a la tía; no estamos fomentando un acercamiento con nuestros hijos a través del arte. Si organizamos su tarea como una salida de fin de semana, como una nueva aventura donde habrá diversión y buenos recuerdos, tal vez nuestros hijos procesen mejor la información y entonces puedan crear conocimiento.

Un portal para maestros está muy bien, pero un portal para padres es más que necesario. Al final, nosotros somos los que acompañamos a nuestros hijos. Podemos aprovechar ese espacio para conocer el museo, el arte; vincularnos con nuestros hijos y lo que les llama la atención; pero sobre todo encontrar un espacio en la Ciudad que bien vale la pena visitar constantemente. ¿no creen?

Para los papás: Les recomiendo las publicaciones del periódico Munal, encontrarán temas bastante interesantes, además de toda la programación del Museo Nacional de las Artes: http://www.munal.com.mx/

Para los niños: El Museo Nacional de las Artes está preparando su curso de verano, se ve bastante divertido. Es la Promoción Nacional de Verano, donde se conjuntan varios Museos de renombre para traer a los niños experiencias artísticas. El tema de este verano será Descubridores, donde los niños se aventuran a las diferentes obras y recintos culturales, entre ellos el homenaje a José María Velasco. Esta aventura veraniega será del 15 julio al 12 de agosto.

5.6.12

Turisteando en la Ciudad.


Les cuento cómo un día de juntas de trabajo, se convirtió en un momento de paseo por la ciudad.

Mi junta de trabajo era en un edificio de Reforma, a la altura de La Diana Cazadora. Con las prisas de llegar a tiempo, no le di importancia a la escultura, además de que paso todos los días por ahí y ya es parte de la vista rutinaria.

La reunión laboral terminó antes de lo que esperaba. Cuando vi el reloj eran las 12:30 del día. No me daba tiempo de regresar a casa y seguir trabajando, pero me sobraba un buen rato para pasar por Sofía a la escuela. Mientras pensaba que hacer, sin darme cuenta empecé a caminar por Reforma. Era un día maravilloso: soleado, mucha gente en la calle, el cielo despejado. Un momento perfecto para sentirme turista en mi propia Ciudad.

Sin ningún plan, solo caminar y disfrutar, empecé a mirar todo lo que hace unas horas no tenía tiempo de ver. La Diana Cazadora. En cuanto la vi, sonreí. Me acordé de Sofía que cada vez que pasa por ahí me dice: “mira mamá, ahí está tu fuente. Porque es la Diana”. La primera vez que dijo eso, investigué de dónde había sacado esa idea y resultó que un día que estaba con sus abuelos, le dijeron que esa escultura se llamaba como su mamá. Así que el silogismo fue fácil para Sofía: “se llama como mi mamá, pues es la estatua de mi mamá”. Me da mucha risa, pero más risa nos dará cuando sea un recuerdo de la infancia de Sofía: “¿te acuerdas que decías que la diana Cazadora era yo?”...

La Fuente de la Diana Cazadora, que el nombre verdadero de la escultura era: “La Flechadora de las Estrellas del Norte”, creada por el escultor Juan Fernando Olaguíbel en 1942. La diosa Diana en Roma, la diosa Artemisa en Grecia. La diosa guerrera, la diosa protectora de la naturaleza. Que interesante uno de los símbolos representativos de nuestra ciudad, sea una escultura de la mitología romana y que tenga que ver con la naturaleza y el espíritu guerrero.

Más adelante estaría la Victoria Alada, la Nike en griego. El Ángel de la Independencia en México. Se veía maravilloso desde lejos. Con el sol acentuando sus brillos y determinando los detalles de sus alas, la cadena rota de la injusticia. Un diseño arquitectónico estadounidense, un escultor italiano y un mexicano como jefe de proyecto, el Arquitecto Antonio Rivas Mercado. Juntos lograron este monumento, que en lo personal, cada vez que paso por ahí, es inevitable no asombrarme y robarle una mirada, mientras sigo caminando por la ciudad.

Quiero caminar más. Quiero recordar más. Quiero seguir viendo las esculturas como si nunca las hubiera visto. Quiero seguir pensando como alguien que no vive aquí y ve normal las formas de la mitología griega en tierra aztecas. Veo el reloj y es hora de pasar por Sofía. Camino al coche para regresar de esta pausa momentánea y seguir con los horarios del día. Camino y pienso como habitante de la ciudad, como mexicana: me doy cuenta que la búsqueda de la cultura ya fue, ya viajó por grecia, europa, norteamerica. La búsqueda de identidad ya vio otras identidades, tanto que dos elementos que nos identifican en la ciudad son griegos. Ya los asumimos, es parte de la cultura viva y de la otredad. Ahora es momento de regresar de ese viaje de identidad a las entrañas de nuestra tierra. Valorar la maravilla de la Victoria Alada también en la escultura de la Coatlicue, la madre de todos los dioses aztecas y que yace en el Museo Nacional de Antropología.

Me acabo de acordar del libro La Panza del Tepozteco de José Agustín. Regresar a ese centro, donde la cultura todavía está latente. Todo eso para mi es la Ciudad de México, es sincretismo, es lo europeo, es la búsqueda que se vuelve propia, es Tenochtitlán, es porfiriato, es tomar el coche y regresar por mi hija a la escuela.

¿Para ustedes, qué es vivir en la Ciudad de México?

Para los papás: para leer las primeras páginas del libro La Panza del Tepozteco, la clic aquí.

1.6.12

Seis teatros y una sonrisa.



Les cuento de un Centro Cultural bastante interesante. Les recomiendo un café bohemio.

Todos los días paso por ahí. Todos los días veo ese lugar, pero ayer me di cuenta que no lo conocía del todo. La parte de atrás del Auditorio Nacional guarda muchas sorpresas para disfrutar.

Mi hija tuvo su presentación de fin de cursos del ballet en el Teatro de la Danza. La tenía que dejar ya cambiada y maquillada una hora antes de la función, y con la emoción de mamá, llegábamos casi hora y media antes (no se nos fuera hacer tarde). Así que tuvimos un buen tiempo para conocer este lugar.

El Teatro de la Danza forma parte del Centro Cultural del Bosque, un conjunto de seis teatros, cada uno con su propuesta en escena y su propio discurso artístico. Por ejemplo el Teatro El Galeón es especial para teatro contemporáneo y así fue desde su fundación por estudiantes de la Escuela de Arte Teatral y la Academia de Danza. El Teatro de la Danza está más abierto a danzas contemporáneas, como clásicas. Un teatro grande en donde los estudiantes pueden tener un espacio de expresión en movimiento.

Este Centro Cultural forma parte del Instituto Nacional de Bellas Artes y tiene varias obras para niños y niñas. Así que vale la pena pasar un sábado de teatro y danza.

Lo que me parece maravilloso es que este Centro cultural es una Isla en la Ciudad, a menos de 500 metros está Reforma, el Auditorio Nacional y Chapultepec. Solo pasé el Lunario y la tranquilidad y el ambiente artístico me abrazó. Podía ver a los estudiantes de teatro saliendo de sus ensayos y planeando cómo le harían promoción al estreno de su obra, las estudiantes de danza tomaban un respiro en la explanada central, mientras la bandera de México ondea a lo lejos por el Campo Marte. Un lugar de contrastes y de mucha creación.
Todo valió la pena, pero sobre todo ver a mi hija en el escenario del Teatro de la Danza, moviendo los brazos y sintiendo la música. Una lágrima de orgullo, una sonrisa de emoción, un grito de “¡Bravo Sofía!” de mamá. Sí, definitivo, todos los espacios culturales que ella quiera.

Les recomiendo que visiten el Centro Cultural del Bosque. Para ver la cartelera de todos los teatros, da clic aquí.

Para los papás: A un lado del Teatro El Galeón, en el estacionamiento de atrás, hay un café que se llama Café Inna. Las baguettes están buenas, yo probé la de tres quesos y la de jamón serrano y me gustaron. También hay cervezas y vinos, para antes de entrar al teatro. A un lado hay una librería Educal bastante interesante.