31.8.12

Un buen fin de semana

Una lista de cantinas familiares para el fin de semana...

Esta semana fue de trabajar, trabajar y trabajar. Fue un empuje de salir de mi lugar seguro, para enfrentarme con mis sueños y empezar a hacerlos realidad. Eso implica trabajo.

Me siento orgullosa de que pude dividir bien el tiempo para poder hacer mi trabajo y también, darle calidad de tiempo a Sofía. En las mañanas me concentré en mi parte laboral y en la tarde le ayudaba a Sofía a hacer la tarea (que por cierto cada vez le están dejando más y más emocionante: ¡está empezando a escribir y a sumar!), llevarla al ballet y de regreso platicar mientras pasamos la tarde para prepararse a dormir. Los días fueron largos y con muchas actividades. Fue una buena semana, pero ahora que ya se acabó, lo único que quiero es una cervecita bien fría, un tequila para acompañar y disfrutar del fin de semana ¿ustedes qué opinan?

Para celebrarnos a nosotros mismos que hicimos una buena semana, que trabajamos muy duro, que estuvimos con nuestros hijos y que vamos alcanzando los sueños día a día con nuestro esfuerzo, les paso una lista de Cantinas o Restaurante-Bar Familiares para el fin de semana:

Cantina La Número Uno: Esta cantina es de tradición, es familiar desde siempre, además de que hay Mariachi en vivo. Cuauhtémoc 150, Col. Doctores

Restaurante-Bar El Afán: Hay varios en la Ciudad. Sus cortes de carne son riquísimos y para los niños hay sección de juegos. ¡Una maravilla! http://www.elafan.com.mx/

La Mar cebichería: Es un restaurante de comida Peruana, del reconocido chef Gastón. El restaurante que está en Lima, Perú, está ubicado en la calle de La Mar, por eso se llama así. Los pisco sour es la bebida tradicional peruana y con dos de ellos, puedes sentir que todo el estrés de la semana se relaja en cada sorbo. La cocina es peruana gourmet, con los tiraditos, la inmensa variedad de papas y los cebiches. Hay juegos para niños y menú infantil. http://www.lamarcebicheria.com/web/index.php

¿A poco no se antoja? ¿A qué cantina familiar irán este fin de semana?

28.8.12

Mi libro favorito...


Las risas no paraban. Cada que se hacía un cambio de página, el chiste seguía y más divertido. Sofía y yo estábamos pegadas al libro para conocer el final de esta historia tan absurda y divertida.

Es la historia de Floyd, un niño que juega con su papalote hasta que se queda atrapado en un árbol. El pequeño Floyd decide hacer hasta lo imposible para recuperar su papalote. Avienta su zapato, para ver si el zapato hace el contrapeso suficiente para que su papalote baje del árbol, pero el zapato no es la solución, así que decide aventar al gato, a la casa de la vecina, a su coche y a una ballena. Pero nada de esto logra bajar al papalote, y de hecho, lo único que hacen es quedarse también en el árbol. Nuestro héroe decide ponerle fin a la situación, así que va en busca de una escalera...la cual también avienta.

Cada página es un absurdo que llena de risa. Qué mejor forma de terminar el día, que con una lectura que te hace reír. Después de la desmañanda, el desayuno a medias porque se hace tarde para la escuela, el tránsito interminable desde la esquina de la casa, las prisas que se sienten por solo vivir en la Ciudad, el estire y afloje al hacer la tarea, las negociaciones sobre el tiempo de ver tele (que van directamente proporcionales a el menú de la cena). Después de todo eso, podemos sentarnos muy agusto y leer un libro que no deja pararnos de reír.

Gracias Floyd, porque se te quedó el papalote en el árbol. Gracias por tu tenacidad, que hizo que dejaras medio vecindario sobre la copa de un árbol, pero que nos hizo reír y reír hasta decir basta.

Esto me lleva a una reflexión. Por más absurdos y desesperados que se vean los problemas del día a día; siempre hay una forma de solucionarlos y mucho mejor si los soluciono con una sonrisa. Así que de ahora en adelante, cada vez que me enoje porque un fulano me avienta el coche para pasar primero en Viaducto, me acordaré de Floyd y de cómo nos hizo reír a mi hija y a mi. ¿a poco no?



El libro que cuenta la historia de Floyd, se llama Atrapados. Es el nuevo libro favorito de Sofía. Yo feliz de leérselo cada día. Es más, podría decir que en estos momentos, también se convirtió en mi libro favorito.

Y ustedes... ¿Cuál es su libro favorito para leerle a sus hijos?

24.8.12

Sonido con imagen.


Les platico de un descubrimiento y les recomiendo un concierto multimedia.

Compro lavadoras, refrigeradores, colchones o fierros viejos que venda. Cada vez que Sofía escucha este canto en la calle, se emociona. Si está platicando, hace una pausa en el tema, escucha con atención y reproduce lo que dice la voz.

No le he preguntado qué imagina cuando escucha ese canto por las calles. Tal vez se imagina a una señora caminando como buen errante y repitiendo la misma estrofa por toda la Ciudad. O tal vez, no me sorprendería, se imagina a un grupo de lavadoras y refrigeradores saliendo de sus casas para encontrar mejor vida en el retiro, después de tantos años de servicio. ¿Qué pasará por esa mentecita brillante cada vez que escucha esa voz?

El ropavejero. Un oficio de tradición en la Ciudad. Escuchar el canto del ropavejero ya no era sorpresa para mi, hasta que mi hija lo entonó por primera vez. Es un paréntesis dentro de la modernidad, donde sigue existiendo el mensaje calle por calle, el ropavejero de confianza. Ya sea en camioneta o en caballo, se sigue viendo pasar con su canto singular.

Ayer Sofía y yo regresábamos de la escuela. A lo lejos se escuchó el canto, Sofía lo empezó a imitar. A un lado de nosotras pasó una camioneta de redilas, con un altavoz y una fila de colchones de diferentes tamaños. Le dije a Sofía “Mira, de ahí sale la canción”, mi hija dejó de caminar y dedicó toda su atención al gran camión con el altavoz. Los ojos de Sofía trataban de grabar todo lo que veía: El camión rojo, los colchones usados, los dos jóvenes sentados en los colchones; mientras se repetía una y otra vez la voz de la mujer. Sentí un apretón de manos, que me indicaba que estaba emocionada.

Sofía no dijo nada. El camión se perdió de la vista hasta el final de la calle. Seguimos nuestro camino.

Sofía le puso imagen al canto.

En la noche, antes de dormir, se escuchó a lo lejos: Llévese sus ricos y calientitos tamales Oaxaqueños... Sofía lo escuchó y le hizo eco. Un sonido más por descubrir en la Ciudad.

Para los papás: Hablando de imágenes y sonidos. Les cuento que este sábado 25 de agosto a las 19hrs. en el auditorio Blas Galindo de Cenart, se presentará el concierto multimedia: Estampas de México, donde el guitarrista mexicano Morgan Szymanski tocará música de Julio Cesar Oliva y Manuel M. Ponce, mientras el imagenero Mario Márquez Lartigue hace una proyección en vivo de la obra de 20 artistas plasticos de diferentes partes de mundo. Para que vean un avance de este concierto, den clic aquí.

Más información: Auditorio Blas Galindo: Río Churubusco 79 Calz. Talpan
Costo: $150.00



21.8.12

Una aventura.

Les cuento cómo nos fue en este regreso a clases...

El regreso a clases es todo un tema ¿a poco no? Sofía por ejemplo, justo la noche antes de regresar a la escuela, se quiere desvelar y seguir jugando y creando historias a pesar de estar acostada. Ayer, se levantó de la cama tres veces, porque simplemente los ojos no se quedaban cerrados para dormir.

Recordé cómo era mi última noche de vacaciones, y me la pasaba igual. Es justo esa noche cuando el sueño se va. A pesar que sabía que me tenía que despertar más temprano, el sueño no llegaba.

Con este contexto se llega a la primer mañana de escuela. El retomar los horarios de temprano. El desayuno a una hora que no se antoja nada para comer. Las prisas al estilo conejo de Alicia. El exterior de las ventanas decoradas con un tono azúl, donde todavía no sale el sol. Estamos a punto de salir, cargo el morral de Sofía y ella lleva en la mano una almohada, le digo: “corazón, la almohada se queda aquí”, a lo que me responde de forma definitiva: “la llevo para dormirme en el camino”. La almohada se queda en casa, nosotras salimos para caminar a la escuela.

El camino a la escuela es parte de la aventura. El ambiente sigue azúl sin sol, las banquetas son espejos de agua por la lluvia de la noche anterior, la brisa del amanecer se siente a cada paso. Es una Ciudad que solo a esas horas se ve, un espectáculo de ambientes que más tarde no se percibe igual. Tan solo pensar que ayer Sofía se despertó a las doce del día y se la pasó todo el día en pijama. Justamente eso era lo que platicábamos camino a la escuela: fue un cambio muy brusco, de un día para otro, Sofía me decía que todo iba muy rápido. Así pasa con las aventuras, le dije, uno nunca está listo para empezar la aventura, solo llegan, así de rápido.

Ir a la escuela es toda una aventura, no solo para mi hija. Yo voy con ella de la mano. Ayer, mientras forraba los libros, les eché un vistazo para conocer qué aprendería en este ciclo. Me emocioné bastante. Jugar con sumas y restas, crear palabras, conocer otras culturas, platicar de Historia. Empieza otro tipo de conocimiento y me encantará platicar con ella sobre los Olmecas o cuáles son las decenas o qué animales viven en la selva.

Llegamos a la puerta de la escuela. De nuevo nos despedimos, de nuevo las mañanas son experiencias por separado, en su vida y en la mía. Le doy un beso en la mejilla y le digo: Feliz regreso a clases, te diviertes en tu nueva aventura. Mi hija sonríe mientras abraza a su morral. Sin más, entra a su escuela.

Ya quiero que sea la hora de la salida para que me cuente cómo le fue.

¿A ustedes cómo les fue en este regreso a clases?

16.8.12

Nuestra salida de PAPÁSDF

¡Les platico cómo nos fue en el Museo del Chocolate!

La semana pasada tuvimos la salida especial de PAPÁSDF al Museo del Chocolate. Nos la pasamos muy bien en este recinto que vale la pena conocer. El Museo está ubicado en la calle de Milán número 45 en la Colonia Juárez, es una casona de la época del Porfiriato, restaurada con murales contemporáneos que decoran todo el lugar. Nos enteramos que esta casa, era del político Grabriel Mancera, ese fue el primer dato que nos hizo interesarnos más en el lugar.
Escuchando la explicación.
Subimos al primer piso, donde empieza la exposición, y nos platicaron cómo se cosecha la semilla del cacao, cómo antes usaban el metate para moler la semilla y convertirla en la pasta del chocolate. En la segunda sala, están exhibidas réplicas de pinturas coloniales, donde representan a los mayas, olmecas y aztecas, cada uno en su territorio, dándole importancia al cacao. También documentan cuántas semillas de cacao equivalían a comprar una gallina o una mazorca de maíz, ya que el cacao, era considerada una moneda de gran valor.

Por toda la exposición se deja ver que el chocolate es algo preciado para todo el mundo. Pero mientras más generemos el consumo del cacao mexicano, hay más oportunidad de terminar con la importación del chocolate o con las mezclas de azúcar con cacao, que hacen que el valor del chocolate se reduzca de forma considerable. Como nos decía nuestra guía: “hay que leer las etiquetas de los productos, que diga manteca de cacao, para saber que el chocolate es de buena calidad”.
Los moldes del chocolate...

Foto de Carla Herrera, una mamáDF.
Seguimos en el recorrido y llegamos al cuarto de ensueño de todos los visitantes, un espacio donde las cuatro paredes están llenas de barras de chocolate. El olor era maravilloso, nadie se quería salir de esa sala. La parte final de la exposición, está llena de esculturas hechas con chocolate, son verdaderas obras de arte, pudimos ver un calendario azteca, una pirámide, una escultura modernista, todo hecho con chocolate. ¡imagínense!



Con todo el antojo de probar la manteca de cacao, entramos a la tienda. La calidad de chocolate que venden ahí es completamente orgánica y natural, además de que son productos hechos en México. Niños, niñas, papás y mamás, queríamos llevarnos toda la tienda. Más porque nos recomendaron consumir por lo menos 50 gramos de chocolate puro al día, ya que es un producto que posee todos los nutrientes, además de que produce energía y estimula a la oxitocina, la llamada hormona de la felicidad.

Dicho y hecho, salimos muy contentos del Museo. Fue toda una experiencia de aprendizaje sobre el cacao, además de divertida para los niños, que hicieron trufas hasta cansarse.

Les recomiendo visiten el Museo del Chocolate, además de la exposición, tienen diferentes actividades para niños, como talleres gastronómicos. Para los papás, tienen degustaciones bastante interesante. Para conocer más del MUCHO, Museo del Chocolate, visita su página: www.mucho.org.mx

9.8.12

¡A disfrutar la Ciudad!


Este fin de semana hay dos actividades especiales para PAPÁSDF: la salida al Museo del Chocolate y pases para ir al Festival de Cine para niños (...y no tan niños).

Estoy muy contenta de tantas actividades que hay para que los niños disfruten la Ciudad y los papás la conozcamos desde otros ojos. Les comparto varios temas:

En primer lugar, ya estamos listos para la salida de PAPÁSDF. Vamos al Museo del Chocolate MUCHO, una casona antigua en la tradicional Colonia Juárez, que fue restaurada para albergar un espacio que hable sobre el cacao, el chocolate y toda la cultura que hay alrededor de este elixir.

El Chocolate tiene mucho que ver con nuestras raíces y qué mejor que enseñarle a nuestros hijos de la historia de esta semilla, ¡a través de la diversión!. Por eso, el Museo del Chocolate, nos tiene preparada una visita guiada para papás y una visita guiada especial para niños y niñas. También nos ofrece una cata de los diferentes tipos de chocolates, acompañados de una bebida prehispánica. Los niños tendrán un taller donde harán trufas y se llevarán 150 gramos de chocolate a su casa.

¡Esta visita al Museodel Chocolate promete diversión segura! La cita es el viernes 10 de agosto a las 12 del día en la puerta del Museo: Milán 45, Col. Juárez. El costo de la visita es de $100 pesos por persona a pagar en la taquilla del Museo. Para confirmar su asistencia, mánden un mail a papas.df@gmail.com.

En segundo lugar, El Festival de Cine para Niños (...y no tan Niños) nos tiene preparadas unas cortesías para ir al cine y disfrutar de historias diferentes para niños y niñas. Tenemos varios boletos para las funciones de este fin de semana.

En estas funciones se proyectan varios cortometrajes que cuentan cómo los niños de diferentes partes del mundo, ven su realidad.

Lo único que tienen que hacer es mandar un correo, donde el título sea: Matatena. Contestando la siguiente pregunta: ¿qué es lo que más les gusta de ir al cine con sus hijos? Los diez primeros, se ganan un pase.


Disfrutemos la Ciudad juntos, porque todos somos PAPÁSDF.

7.8.12

Un apapacho visual



Los ojos del alma y el corazón. Los ojos que graban historias. Un apapacho visual y una propuesta diferente que cada vez me emociona más. Hoy comienza El Festival Internacional de cine para niños (… y no tan niños) La Matatena, y nos trae mucho material para alimentar los ojos del espíritu en niños y adultos.

Este Festival lleva 17 años de vida proyectando películas infantiles que se realizan en todo el mundo y tienen una propuesta muy diferente a la cartelera de los cines comerciales. Es un espacio amoroso donde las historias que se proyectan están vinculadas con el crecimiento y descubrimiento de niños y niñas. Es una fiesta necesaria para la cinematografía infantil.

En este Festival, ninguna historia queda sin contar: hay cortometrajes, documentales, largometrajes de ficción, cortometrajes de animación hechos por niños y mucho más. Para los papás, hay pláticas muy interesantes como la Mesa Redonda: “Cine para niños todo un reto para programar en las salas cinematográficas” en donde participará Fernando Alduncin, Programador Festival Internacional de Cine Nueva Mirada para la Infancia y la Juventud, Buenos Aires, Argentina.

Vamos al Festival de cine para Niños (...y no tan niños) La Matatena, vamos a ver historias, vamos a conmovernos con nuestros hijos y conocer cómo ven la realidad los niños del mundo. Vamos a abrir los ojos del corazón y del alma. Vamos a recibir este apapacho visual que nos brinda La Matatena.

Les comparto la programación de hoy, para conocer la programación completa da clic aquí.

Martes 7 / 12:00 hrs. Sala Julio Bracho CCU
El burrito y el caballo (México, 2011)
Soy Kalam/ I am Kalam (India, 2010)
*Duración: 96 minutos 10 segundos
Programación para niños de 8 años en adelante

Martes 7 / 16:00 hrs. Sala Julio Bracho CCU
Carlota y la nube / Carlotta and the Cloud (Alemania, 2010)
Escondidillas / Hide and Seek (Taiwan, 2011)
El Almuerzo/Play Lunch (Australia, 2011)
Dipdap: Cosas que asustan/Dipdap: Scary Thing (Reino Unido, 2010)
El equipo pequeño / L’equip petit (España, 2011)
Redonda y Cuadrada / Fitting In (Canadá, 2011)
Camiones y albóndigas / Trucks and Meatballs (Suecia, 2011)
Bonifacio en el verano / Bonifacio in Summertime (Canadá, 2011)
*Duración: 86 minutos 10 segundos
Programación para niños de 6 años en adelante

Martes 7 / 18:00 Sala Julio Bracho CCU
55 calcetines / 55 socks (Canadá, 2011)
Lo que me hace feliz: la película de Tung / What Makes Me Happy: Tung’s Film
(Vietnam, Reino Unido, 2011)
Imperfecto / Flawed (Canadá, 2010)
Las tardes de Tintico / Tintico´s Afternoons (México, 2012)
El Caballo de Levi / Levi's Horse (Noruega, 2011)
Costa de advertencia / Coast Warning (Rusia, 2011)
El Lider / The Leader (Egipto, 2010)
*Duración: 83 minutos 17 segundos
Programación para niños de 10 años en adelante



2.8.12

Chocolates, Salidas PAPÁSDF y muchos recuerdos.


Los invito a la salida de PAPÁSDF, ahora al ¡Museo del Chocolate!

En el primer sorbo cerré los ojos. Cuando abrí mis recuerdos, me encontré de niña partiendo la rosca de reyes, comiendo pan de muerto o simplemente de fiesta. Recordé a mi madre con el molinillo, girándolo y girándolo hasta que diera la consistencia perfecta. En el segundo sorbo abrí los ojos al presente y vi a mi hija, teniendo esas vivencias de infancia a través de una taza.

Esa es mi historia familiar con el chocolate. Lo más probable, es que se parezca a la mayoría de las historias de las familias mexicanas. El elixir del cacao prehispánico con la leche europea, el mestizaje perfecto que ahora lo disfrutamos en una tarde lluviosa en la ciudad.

Ahora yo soy la encargada de hacer girar el molinillo. Recibí ese legado y como cuidadora del fuego en casa, hago el chocolate para mi hija. Vaya momento de iniciación y tradición.

Cada vez que lo pienso, más me entusiasma y me interesa. Lo que comemos es nuestra cultura, lo que degustamos como un antojo, es parte de nuestros recuerdos. El cacao es parte de la historia de México: el “techocolat” que bebían los emperadores aztecas y la semilla que se usaba como moneda de intercambio. En nuestro país, hay diferentes formas de disfrutar el cacao. Normalmente lo utilizamos como el chocolate, pero también como pozol, una bebida que se acostumbra en Chiapas, que combina las vainas del cacao, con maíz y agua.

Para conocer más de la historia y degustación del cacao y el chocolate. Me encontré con MUCHO el Museo del Chocolate, que tiene una serie de actividades para niños y grandes que nos adentran a la cultura del cacao. Me pareció muy interesante que le dieran un toque cultural al chocolate, que si bien es el postre favorito de muchos, también tiene una historia de nuestro país.

Me gustaría compartir con ustedes esta historia y que visitemos juntos el Museo del Chocolate. El próximo viernes 10 de agosto, vamos al Museo del Chocolate, donde nos tienen preparada una visita guiada, además de varias actividades: para los niños un taller de chocolate y bombones y para los papás una degustación especial.

Para confirmar su asistencia, solo mándenme un correo a papas.df@gmail.com

Vamos el 10 de agosto al Museo del Chocolate, ¡nos la vamos a pasar muy bien!

Más información:
Museo del chocolate: Milán 45. Colonia Juárez