12.2.13

Escuchemos a los abuelos.



El viernes pasado celebramos el tercer aniversario del programa Vincularte. Un espacio, que como su nombre lo indica, busca vincular los proyectos culturales de la ciudadanía con la Secretaría de Cultural del DF. En lo personal es un proyecto que me gusta mucho y me siento muy orgullosa de ser parte de él. De nuevo muchas felicidades a toda la gente que hace posible Vincularte.

En esta emisión de festejo, hubo un tema recurrente: la infancia y la vejez. Sinceramente no se si lo hicieron a propósito o simplemente salió de manera orgánica. Así se dio, y para mi fue un momento de reflexión personal.

El primer proyecto que abordó este tema fue el colectivo “La Puerta: Procesos de Creación Alternativa”, con el trabajo 1,2,3 por mi y por mis abuel@s. Este trabajo constó de un grupo de varios niños que aprendieron cómo hacer una entrevista radiofónica y entrevistaron a sus abuel@s sobre los juegos que ellos hacía en la infancia. Las encargadas de este trabajo: Gisela García Villagómez y Ruth González Renovado, platicaban del rescate histórico que hicieron los niños con estas entrevistas, porque los abuelos contaban de que jugaban con muñecas de trapo y que las canicas las hacía de barro. Los niños ni conocían las muñecas de trapo, ni las canicas de barro; así que fue otra forma de conocer a sus abuelos, desde un tema común que es su infancia. Un proyecto muy interesante que vale la pena seguirle la pista.

La segunda parte del programa, fue una entrevista con el cantautor español Luis Eduardo Aute. Presentó su cortometraje El niño y el Basilisco, donde muestra una parte de la historia que marcó su infancia y que ahora como adulto la enfrenta. Aute dice que la única forma de salvarnos, de regresar a nuestro niño, ante esta realidad oscura que vivimos, es por medio del arte y la cultura. Cuando escuché eso, sin pensarlo se me hizo un nudo en la garganta de la emoción. Sí hagamos arte, hagamos cultura, hagámoslo con nuestros hijos.

Al final del programa me quedé pensando: Los viejos, los sabios, las mujeres y los hombres con experiencia quieren hablar. Los abuelos quieren contar la historia de su infancia a sus nietos. Los polos se tocan para crear un lazo desde las historias y el amor.


Escuchemos a los abuelos, que nuestros hijos escuchen sus historias, seguramente algunas de ellas serán más emocionantes que cualquier película. Con una pregunta tan simple como la que propone el colectivo La Puerta: ¿Con qué jugaban cuando eran niños?

Ahora que recuerdo, no sé con qué jugaban mis padres, los que ahora son abuelos. Le propondré a Sofía que les preguntemos, seguramente será una buena plática.

¿Ustedes cómo platican con sus abuelos? ¿sus hijos, cómo platican con sus abuelos?

Más información:
Para escuchar la emisión completa del programa Vincularte, da clic aquí.
Para ver el cortometraje El niños y el basilisco, da clic aquí.

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