17.1.12

Una vida en la danza.

Te recomiendo una escuela de ballet y cómo hacer las actividades que a tus pequeños les gusta.
 Escuchando el piano, una polca. La misma que escuchaba cuando era niña.

Todas las clases, todas las danzas, todos los acordes, todas las sonrisas. Todas y cada una de ellas las disfruté. Después llegaron las puntas, las ampollas, las exigencias, la perfección, los calambres, y la maravillosa adrenalina de estar en el escenario, esas también las disfruté, aunque debo decir que sufrí con las puntas, lo mío era más lo contemporáneo.

Disfruté la danza hasta decir basta y aún así la extraño.

Sofía empezó a bailar porque le gustaba, porque tiene algo dentro de su ser que la música le mueve el alma. Para serles  sincera, no quería llevarla al ballet como primer acto de herencia, porque no quería imponerle algo que no le gustara. Los ballets que ha visto, han sido porque su abuela la lleva y la idea de las clases de ballet no se me hacían necesarias para mi hija. Hasta que ella lo pidió bailando.

Regresé a mi antigua escuela la Academia de ballet de la Ciudad de México. Entré y el tiempo se regresó. La vida gira, pero los lugares siguen. Nuevas alumnas, mismos maestros, mismos salones, misma magia de creación. Fue algo indescriptible pasar la puerta de mi antigua escuela, ahora de la mano de mi hija. Sofía, cómo explicarte que hace ocho años, ni me imaginaba que sería mamá y llegaba a la academia para ensayar mi graduación, que en los vestid res de esta escuela platicaba con mis amigas del nuevo romance platónico del día y que hace más de 15 años, cuando la academia era la de Coyoacán, cada vez que bailaba me imaginaba en el teatro más grande del mundo. Pequeña, cómo te platico que los espejos que te ven y el piso en el que bailas, alguna vez yo también los vi y lo bailé. Es algo maravilloso pasar por los mismos espacios y las mismas experiencias, pero desde diferente punto de vista. Algún día, nos sentaremos a compartir nuestras emociones y recuerdos que nos hace sentir la danza.

Saludé a Chabe, como le decimos de cariño a la bailarina y coreógrafa Isabel Ávalos, que hace dos años recibió un reconocimiento de parte del
INBA por una vida en la danza. Chabe, mi maestra en toda la extensión de la palabra, que sufría conmigo cuando llegaba con el cabello morado, pero que al final disfrutábamos juntas el movimiento de la danza. Le dije a Sofía que era mi maestra, se saludaron y Chabe le dijo a mi niña: eres la nieta del ballet. Vaya encuentro de las mujeres importantes en mi vida, mi madre también estaba ahí.

Sigo escuchando el piano. Plié, mediapunta, plié, indica la maestra a lo lejos. Hoy es su primer día de clases, y ahora estoy del otro lado. Del lado de afuera, donde estuvo mi madre por mucho tiempo, esperando a que termine la clase, con la ilusión de que la hija salga con una sonrisa de plenitud después de bailar.

Aquí te espero querida Sofía. Espero con ansias que me platiques cómo te fue.

Si están buscando escuelas de ballet para sus niñas, les recomiendo La Academia de Ballet de la Ciudad de México, las instalaciones están muy bien, el nivel de las maestras es de la misma calidad que el INBA, además de que tienen mucha experiencia en la pedagogía de la danza.
Por otro lado, les recomiendo que escuchen, vean, sientan lo que les piden sus hijos con el cuerpo, con la creación. Si le encanta nadar, metan a sus pequeños a clase de natación, si su niña se la pasa bailando, vayan al ballet, si lo ven dibujando todo el tiempo, vayan a clase de pintura. Sus niños se merecen ejercitar las habilidades que tienen y hacer lo que les gusta ¿no creen?

Más información:
Academia de Ballet de la Ciudad de México
Prolongación Uxmal 989 esquina Repúblicas
Entre Zapata y Popocatepetl
Col. Santa Cruz Atoyac
Teléfono: 56041834

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario. Saludos!