26.8.10

Recordarte: Objetos con historia

Les platico de otro espacio en el Museo Nacional de Arte y les recomiendo una serie de televisión que se parece mucho a nuestras vidas...

El lunes pasado les platiqué nuestra experiencia en el Museo Nacional de Arte y la exposición “una semana de bondad”, de Max Ernst. Ahora permitanme platicarles un descubrimiento que hicimos ese mismo día, entre las salas del maravilloso edificio:



Resulta que terminando la exposición de Ernst, sales al traspatio del Museo, un rectángulo abierto al interior del edificio donde el corredor te lleva a otras salas y otros mundos. Seguimos caminando para ver qué descubríamos y no nos llevó mucho tiempo encontrar una exposición fuera de lo común. Al entrar a la sala había un penacho blanco; a Sofía le llamó tanto la atención que lo quiso tocar, a tiempo le detuve su manita y le expliqué que en los museos no se tocan las cosas, sino nada más las vemos para que muchas personas las puedan admirar después; cuando escuchaba mis palabras, una reflexión simultánea pasaba en mi cabeza: “wow, los museos son una gran herencia que debemos cuidar”-pensaba.

Regresamos a ver el penacho blanco y yo no entendía lo que estábamos admirando, a un lado del objeto estaba la ficha museográfica donde contaba una pequeña historia referente al tocado. Así fuimos recorriendo toda la sala y era lo mismo: una cuchara de plata; unas fotografías antiguas; un poster de atletismo, todos contaban una historia de personas de todas las edades. En la pared estaba pegado un cartel que decía: Recordarte, porque todos tenemos una historia que contar. Ahí entendí que la exposición era de gente que había donado sus objetos más valiosos y compartía con su comunidad sus recuerdos. Yo pensando en la herencia que representan los museos y qué mejor forma de heredar que esto.

Me encantó la idea, niños, adultos, jóvenes, adultos mayores contando sus recuerdos y presentándolos en el Museo Nacional de Arte, que mejor manera de acercar el arte a la gente que haciendo de las propias experiencias una pieza artística. Una pieza que me llamó mucho la atención fue la de un baúl que tenía los recuerdos de todas las partes del mundo; unas pirámides, la torre Eiffel, etc. Un museo rodante, como le llama la creadora, de sus viajes por el mundo. Todos somos un museo rodante de nuestros recuerdos.



A Sofía le encantó ver muñecas de gente mayor y fotografías de niñas como ella, todos compartimos los maravillosos recuerdos de la infancia.

Cuando llegamos a casa, me di cuenta que es un museo de mi familia. Es un espacio que habla de nosotros, de nuestra historia, de nuestras aventuras; pero si me pidieran representar los recuerdos de mi vida en un solo objeto, todavía no sé cuál escogería, ¿ustedes?

Este es el álbum de fotos de Recordarte, además de la exposición en el Museo, puedes subir fotos aqui de tus recuerdos. Que buena dinámica, ¿no creen? Seamos parte de ella.

Para los papás: Hablando de recuerdos y aventuras por la vida, les platico que me he vuelto seguidora número uno de la serie canadiense Being Erica, que cuenta las aventuras de una mujer de 32 años que ha tenido malas decisiones en su vida y con ayuda de su sicólogo, viaja en el tiempo para enfrentar sus miedos y tomar la decisión correcta en su pasado. Una serie que inspira a la vida y al aceptarse como uno es, con un guión muy inteligente e intimista. Se las recomiendo bastante.

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