Cada día
me doy más cuenta que el tema del autocuidado es muy importante en
la educación de mi hija. Sobre todo ahora que tiene ocho años y que
cada día va creciendo más. Me viene a la mente lo gustoso y
divertido que puede convertirse este ritual de cuidarse: verse al
espejo y cepillarse el cabello, o ponerse cremas y perfumes, o
consentirse pintándose las uñas. Disfrutar su ser femenino,
mientras se procura. Solo lo pienso y me emociona.
Luego,
cuando estamos en casa, jugamos al Spa como una forma lúdica de
enseñarse a que se cuide y se procure por ella y para ella, así que
nos pintamos las uñas y nos tomamos nuestra taza de té, solo con
eso ya nos dimos un momento de descanso y también de autocuidado.
Ahora que
lo he visto más a detalle, el juego es parte importante de esta
enseñanza, pero también influye mucho el ejemplo: Si Sofía ve que
cuido mi piel, o me procuro haciendo ejercicio o dándome un momento
de consentirme; ella tiene un claro ejemplo que depende de mi
cuidarme y sobre todo quererme; estar bien. Ahora que lo hice
consciente, procuro darle ese mensaje. Enseñarle con mi ejemplo que
si yo me cuido y me siento bien, la forma en que me relaciono con los
demás será de cordialidad y contento.
¿Tú
cómo promueves el autocuidado en casa?

Más información: www.natura.com.mx
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