12.3.13

Una serie de eventos inesperados.


Hoy en la mañana, caminaba después de dejar a Sofía en la escuela. Había un camión de comida en la calle, me llamó la atención porque tenía un rotoplas en el techo. Lo vi y pensé que era muy buena idea poner un tinaco, era una forma muy fácil de solucionar el uso del agua limpia en un comercio ambulante. Después de esa idea, me fui a otra: todos los comercios ambulantes deberían de tener un rotoplas en el techo.

De pronto se escuchó un chillido de llantas y un golpe en seco.

Las ideas se quedaron en silencio.

Un coche había pegado justo en la parte de atrás del camión. Se escuchaba algo que caía, lo primero que me imaginé fueron semillas cayendo. Eran muchas. Desde donde estaba no podía ver qué había pasado, el camión me tapaba la vista. Todo lo visualicé con los sonidos que percibía. En cuanto escuché el choque me llevé las manos a la boca, como típica reacción de susto. Di unos pasos adelante con cautela, no sé si quería ver lo que había escuchado. Di otro paso, la imaginación seguía dando vueltas.

Di otro paso y la imagen se develó: un coche azul, de marca estadounidense (me fijé en esto por su extrema longitud) con toda la parte de adelante destrozada. Lo que escuchaba como semillas, era el aceite que chorreaba a borbotones. De entre los fierros salía humo sin parar. Me asomé a la cabina y había un señor muy asustado en el volante, iba solo. En ese momento no había nadie más alrededor, solo el coche destrozado, el camión sin un rayón, el conductor nervioso y yo asustada. Me acerqué y le grité si estaba bien, el señor reaccionó y me hizo una señal de que todo estaba bien. Se quedó un minuto dentro del coche.

En ese minuto llegaron más personas a atender el accidente, se formó un círculo de personas a la expectativa de poder ayudar. ¿Qué hacer en esos casos?, busqué al mi alrededor un policía pero no había ninguno, no traía mi celular y ni un centavo para nada. El señor salió del automóvil y empezó a llamar por su celular. Yo no podía hacer nada más, así que emprendí camino a casa.

Cuando llegué a la esquina de la calle, me di cuenta que el piso estaba mojado. Fue una cadena de situaciones que dieron este accidente: Un conductor con prisa, un piso mojado, un camión en una calle pequeña con callejón. Así suceden las situaciones de la vida, con una serie de eventos que se encadenan entre sí. Que bueno que el señor está bien y que todo el golpe se lo quedó el coche.

Esto me dejó pensando que las cosas sí pasan, los accidentes sí existen. Podemos actuar para que los eventos que se encadenen sean de la forma más segura posible, aquí una lista de algunos:

  • No pasarse el alto.
  • Si vas caminando no cruzar cuando los coches están en siga.
  • Si vas en bici o en moto no subirse a las banquetas.
  • Llevar a los hijos en su silla para el coche y siempre sentados en la parte de atrás. Recuerden que hasta los 8 años se debe usar esta silla o alzador.
  • Por más que el tránsito de la Ciudad desespere, es mejor manejar con cautela.
  • Cuando hagan el super o lleven varias cosas en el coche, pónganlas en la cajuela. Cualquier objeto a velocidad elevada puede tener la misma fuerza que un proyectil.
  • Siempre usar el cinturón de seguridad.

Para saber más sobre el uso de las sillas para el coche, les dejo este video donde lo explica muy bien:

Para más información da sobre el uso de las sillas para el coche, da clic aquí.

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