18.5.11

Jugando a los tatuajes


Mi hija se acostó encima de mi y me abría los ojos con sus deditos. A lo lejos de mis sueños, veía un estuche de pinturas que se acercaban y alejaban de mi vista, recordé escuchar una voz que decía: "mami, vamos a pintar".

Trataba de cerrar los ojos y pensar que era un sueño, pero la dulce voz seguía: "mami, vamos a pintar". Algo dije sin sentido como: "vente mi amor, vamos a dormir" mientras, en un arranque de ilusión e ingenuidad, la abrazaba pensando que me haría caso y se quedaría a dormir. La respuesta que tuve fue que sus deditos me abrieron los ojos y su vocecita repitió: "vamos a pintar". A pintar pues, a despertarme y a pintar. Una batalla perdida, pero valió la pena. ¿Les ha pasado?

Pues ya estaba organizando los papeles, las cartulinas, la brillantina, para pintar y hacer toda una obra de arte, cuando Sofía me dijo: "no mami, en la cara". No me acordaba que le había comprado un libro para hacer dibujitos en la cara, como esas mariposas de las fiestas infantiles, a Sofía le encantan. Me emocioné, me tallé los ojos para despertarme todavía más, fui corriendo por el café y me preparé para hacerle a mi hija la mariposa más hermosa que jamás le hayan pintado en la cara...

Fue un desastre, vaya que es difícil hacer las alas y luego combinar los colores para que se vean difuminados, uff! todavía más difícil.

Esto ya era un tema personal, ¡tenía que hacerle algún dibujo a mi hija! así que fuimos poco a poco, descubrí que el libro tenía una explicación paso a paso de cómo hacer los dibujos. Como si fuera la fórmula para el elixir de la vida, seguí cada paso con perfección y detenimiento. Hicimos gatos, dinosaurios, globos, tortugas, arcoiris. No logramos la mariposa, pero de que nos divertimos, nos divertimos.





Al final, Sofía quedó con dibujos en los dos brazos y en los cachetes, la siguiente sesión serán las piernas y la frente. Fue un buen momento porque aprendimos a combinar colores, por ejemplo, Sofía aprendió que si se combina el rojo con el azúl se obtiene el morado. También fue un buen ejercicio de paciencia para las dos, mientras yo lidiaba con una clienta de los más exigente (cuando me quedaba mal un trazo, me decía "no mami, así no se hace") Sofía aguantaba a una artista primeriza del bodypainting.

Fue un muy buen rato, se los recomiendo. El libro también se los recomiendo, se llama “Pintura Facial” esta muy bien explicado y si son primerizos en el arte gráfico, como yo, les será muy fácil hacer los trazos. 


Le conté a mi esposo de nuestras aventuras artísticas y muy emocionado me contestó: "¡esta jugando a los tatuajes!". No me había dado cuenta, yo también me emocioné. Somos dos papás tatuados, que desde que nuestra hija es pequeña, juega con su dedo a seguir el caminito de nuestros trazos en la piel. Esos son los padres que le tocaron, y cuando llegue el momento de que nos pida hacerse uno (si es que ella quiere) tendrá que saber que implican una responsabilidad. Por lo pronto, me divierte la idea de dibujarle catarinas en el brazo como primer actividad del día.

Para los papás: Hablando de modificaciones corporales, les recomiendo la tienda/studio Evolution en Insurgentes, casi esquina con Zacatecas, abajo del Edifico Canadá. Son muy buenos haciendo piercings, la instalaciones están muy limpias y el servicio es muy bueno.

3 comentarios:

  1. Qué divertido se oye esto :D creo que tendré que jugar a los tatuajes con Gabriel, la pintura la compraste también o la hiciste?

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  2. sí, te vas a divertir bastante! la pintura viene con el libro, es especial para piel. un abrazo!

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  3. Nosotros lo hemos practicado, pero no en forma tan artística, es decir no como figuras de tatuajes, mas bien como pinturas de guerrero (mis cachorro de humano son niños), dejamos que ellos nos pinten y que ellos se pinten solos, ya saben lineas de colores en el rostro como guerreros Indios o de tribu africana, uno lo disfruta y para ellos es como estar haciendo una gran travesura....muy muy recomendable.

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