27.1.11

Más pinturas en la pared. Parte 2.


Sigue nuestra aventura en el antiguo Colegio de San Ildefonso, les platico sobre la exposición “José Clemente Orozco, pintura y verdad”, los invito a ganar pases para esta exposición y les recomiendo una dulcería que les va a encantar...
Gran acierto ponerle a esta exposición pintura y verdad. Esa es la obra de Orozco, un recordatorio de los lados oscuros de la humanidad, pero también un espacio para el entendimiento y el renacer en las nuevas generaciones.Donde la resolución de la lucha de Gandhi contra el poder británico y el ideal de que algún día los países harán tratados de paz, era la búsqueda primordial en su discurso final. Tal vez por eso me gustó tanto el mural de "maternidad", porque el legado es importante, igual que la esperanza del cambio.
maternidad
 Me quedo con esa idea de esta exposición. José Clemente Orozco, es un hombre de una época que nadie debe olvidar, es el testigo de la barbarie y de la esperanza en el mundo. Veamos sus obras como documentos Históricos, con un discurso de su época que no debe de ser olvidado.

Como un regalo estético, la forma en la que nos presenta estos documentos es maravillosa, entre formas y colores que viajan del realismo, al cubismo, al surrealismo y regresan al mensaje distorsionado de una realidad oscura. Me gustó ver la diferencia de trazos, podemos ver una imagen surrealista en el mural "masas" y también podemos ver un estudio anatómico en movimiento en el mural " el hombre en llamas". 

masas
El hombre en llamas
Orozco manejaba los espacios y las proporciones a la perfección. Me fascinó ver en los estudios previos de sus murales, las anotaciones de cuántas pulgadas debe medir una mano en proporción de lo que mide una cabeza en la pared. Esos trazos grandes y pesados los utiliza, casi jugando con los espacios, en cuadros de pequeña escala, creando una perspectiva, casi tridimensional. Por otra parte los colores rojos, verdes, amarillos, negros, tan abruptos; hacen de las pinturas una pieza real, no una simulación en un cuadro, sino casi una fotografía sin sombras.

Me encantó la exposición, me dejó pensando en muchas cosas y lo que más me gustó fue ir con Sofía. No puso mucha atención en toda la exposición, solo cuando veía las hojas de estudio de los murales y veía un pie enorme o los murales del edificio. Eso le gustó mucho. Me gusta que se haya quedado en ese nivel de la exposición, me gusta la idea de que, cuando sea más grande, le enseñaré la obra de Orozco con ese recuerdo de un viernes de invierno que nos escapamos de la rutina y fuimos a "la escuela vieja" como le llama ella. Me gustó reconocer a Orozco en compañía de mi hija.

Después de la exposición disfrutamos la arquitectura del recinto. Sofía corrió por los jardines y después nos tomamos un café y un jugo de naranja en la cafetería del lugar. Ahí pasamos un buen rato, platicando de la escuela y de sus compañeros de clase, fue un buen momento para platicar con mi hija y enterarme cómo le va. Ya se nos está haciendo costumbre quedarnos en los museos hasta que nos cierren, pero es que nos la pasamos muy bien. Así que a las 17.30 en punto, Sofía entregó su carriola prestada y salimos de San Ildefonso.


Al salir, un sol cálido nos dio la bienvenida a la calle. Una tarde maravillosa para disfrutar con mi hija. 

Les recomiendo mucho esta exposición, esta muy completa y los fines de semana hay talleres infantiles que ayudarán a sus hijos adentrarse al arte contemporáneo y a la obra de José Clemente Orozco. También les paso el tip que a mi me funcionó: llegando a casa puse una cartulina en la pared de Sofía para que dibujara ahí. La vi tan emocionada con la idea de poder pintar en la pared que me imaginé una forma en que lo pudiera hacer. Ahora puede pintar, sin dejar marca en la pared.
sala de talleres
 Les recomiendo que el viernes en punto de las 4 de la tarde, escuchen vinculARTE, porque en la cápsula de PAPÁSDF, regalaremos cinco pases sencillos para visitar esta exposición. Estén pendientes y participen.

Para los papás: les recomiendo que saliendo de San Ildefonso, caminen un poco hacia la calle 5 de mayo; en el número 39, está la tradicional Dulcería de Celaya. Creanme que esta dulcería, abierta desde 1874, la disfrutarán al máximo y le podrán enseñar a sus peques cuáles son los dulces tradicionales de México. Hay cocadas, limones, palanquetas, mazapanes, buñuelos y más delicias. Se la recomiendo bastante, además de que otra delicia, es disfrutar su diseño interior.



Más información: http://www.sanildefonso.org.mx/

1 comentario:

  1. Hola hola!!!
    La dulcería Celaya!!! MMMM!!! Cada vez que entro ahí, quiero llevarme todo y pedirlo todo!!! Pero mis favoritos son las cáscaras de limón con coco y las lagrimitas...
    Sobre Orozco... Qué gran edificio es San Ildefonso!!!
    Y qué buenas fotos tomaste!!!

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