25.1.11

Más pinturas en la pared. Parte 1


Les cuento nuestra experiencia en el antiguo Colegio de San Ildefonso, les platico sobre la exposición “José Clemente Orozco, pintura y verdad” y los invito a ganar pases para esta exposición...

 El viernes pasado, Sofía y yo rompimos la rutina. Después de una semana de escuela y juntas de trabajo, la tarde del viernes la dedicamos a salir de casa y disfrutar la Ciudad.

Recogí a Sofía de la escuela y nos fuimos al Centro de la Ciudad, con un solo propósito, ir al Antiguo Colegio de San Ildefonso, a ver la exposición de Orozco, pintura y verdad. En el camino le platiqué a Sofía a dónde íbamos, a lo que me contestó "a la escuela que vamos, ¿Me dejan comer mis galletas?" Al principio no le entendí, después me cayó el veinte que era por lo de Antiguo Colegio, le expliqué que antes había sido una escuela, por eso se llamaba así, pero que ahora era un museo. Mi pequeña estaba muy intrigada por conocer el lugar.

Después de caminar un rato por el maravilloso Centro, llegamos a San Ildefonso. Nada más ver el edificio del siglo XVIII, sobre la calle Justo Sierra, uno sabe que ha llegado a un recinto donde se crea conocimiento. El Colegio de San Ildefonso, es de una belleza arquitectónica muy especial.


Entramos, solo yo pagué en taquilla, ya que la entrada es libre para menores de 12 años. Entramos a la exposición de Orozco, pintura y verdad y un custodio de la primera sala me recomendó muy amablemente que consiguiera una carriola porque la exposición era extensa. Me gustó este trato de la gente del Museo y lo que más me gustó fueron las facilidades que te dan para que disfrutes la visita al máximo. En el guardarropa prestan carriolas para pequeños de 0-3 años, no tiene ningún costo, solo dejar una identificación y listo. Además de que arreglaron todo el museo con rampas para poder tener una fácil movilidad y también hay servicio de elevador.

Entramos a la exposición y le expliqué a Sofía quién era José Clemente Orozco, empezamos a ver sus retratos y después unas pruebas de los murales que tiene el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en las épocas que era la Universidad Nacional. Ver los frescos nos encantó, a Sofía le encantó la idea de que pintaran en una pared, fue como encontrar aquello que siempre ha querido hacer en casa, pero que al Sr. Orozco sí le dejaron hacer. A mí me encantó ver los colores y las formas tan estudiadas y precisas, con un mensaje social siempre presente. El que más me gustó fue el de "maternidad" lo sentí como un tributo acogedor a las madres mexicanas.
maternidad
La exposición consta de más de 5 salas y más de 300 obras. Es interesante que mientras recorres la vida y la obra de Clemente Orozco, recorres el recinto y la misma obra del muralista. Vas reconociendo las pinturas y los temas del artista, al mismo tiempo que reconoces la arquitectura y la historia del lugar. 
Mientras pasaba de una sala a otra, me daba cuenta que Orozco es de una generación muy particular y que sus temas a veces llegan a ser de una oscuridad fascinante por lo mismo. José Clemente Orozco vivió la primera guerra mundial, la revolución mexicana y la segunda guerra mundial. Estos tres sucesos históricos, los vivió ya como artista. Primero caricaturista, después experimentando al litografía y el grabado y por último como muralista. En cada una de las expresiones artísticas, Orozco muestra el sentir social de los tres momentos que marcaron la Historia.


En esta exposición me quedó claro que Clemente Orozco, no solo el muralista y paisajista de la revolución mexicana. Es un artista universal, con un discurso de realidad y esperanza como podemos ver en los murales de los años cuarentas; hay una esperanza de unión y diálogo entre el mundo.

Hasta aqui les cuento la primera parte de nuestra experiencia en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y la exposición José Clemente Orozco, pintura y verdad. Los invito a que el jueves lean la continuación de esta aventura.

Mientras tanto les informo que el viernes a las 4 de la tarde en el programa vinculARTE, PAPÁSDF regalará pases para este exposición. Estén pendientes.

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