11.11.10

Los niños y la Revolución

 Te recomiendo un libro sobre los niños en la Revolución Mexicana. Reflexionemos juntos la situación social de nuestros niños. Te recomiendo un viaje en tranvía por la Historia.

 Permítanme contarles queridos amigos sobre este tema que encuentro fascinante. En lo personal la Revolución Mexicana es una época en mi país que me interesa bastante, porque fue unos de los principales movimientos en el que el pueblo mexicano empezó a buscar su identidad, la igualdad social y laboral que hasta hoy en día resuenan en nuestra tierra. En mi opinión la Revolución no llegó a una merecida conclusión, pero sí fue bastión para la creación de la política del país y mucho más importante, para la creación de una identidad y una sociedad mexicana. Somos herederos de este momento de la Historia.

Ese es mi sentir y mi pensar respecto al movimiento revolucionario, pero de eso no les quería contar, queridos amigos, así que limitaré mi emoción sobre el tema a este nuevo análisis que quiero compartirles: ¿qué pasaba con los niños en los tiempos de la Revolución? ¿cómo vivían los pequeños ante la violencia y la inestabilidad no solo del país, sino de las familias? Ante estas preguntas me puse a investigar y encontré un artículo en El Universal que se publicó en agosto de este año, que habla del libro Infancia y Revolución de la historiadora Tania Carreño King.

Carreño King hizo una compilación de varios textos escritos por los recuerdos de varios niños revolucionarios, entre ellos Salvador Novo, Jaime Torres Bodet y Nellie Campobello “Lo que intenta hacer este libro es hacer selección de textos de escritores que vivieron la Revolución y cómo esto quedó marcado en su literatura. La antología busca contar la Revolución a partir de una mirada infantil” dice Carreño King.

Me parece muy interesante esta visión porque ya conocemos a los personajes principales de esta época, también se ha estudiado mucho, y con justa razón, la importancia de las adelitas, las esposas que seguían a sus maridos, listas no solo para preparar el alimento y curar a los enfermos, sino también para luchar. El núcleo familiar seguía y peregrinaba con la revolución, por lo tanto también había niños, hijos e hijas que seguían a sus padres en la lucha. “Hay que entender que la Revolución Mexicana fue básicamente un movimiento popular y campesino en el que hay una concepción de la familia y la infancia de una manera integral, no separada del mundo adulto como la tenemos en la actualidad, en la visión occidental. El niño es parte de un grupo de trabajo y fuente de la supervivencia, se integra desde pequeño a los trabajos: a la siembra, los niños; con el itacate y la preparación de las tortillas, las niñas. Ese universo campesino se trasladó a los campos de batalla, y ahí se reproducen los papeles que tienen los miembros de la familia” afirma Carreño King.

La revolución fue una brecha histórica, imagínense vivirla como infante, sin organizaciones que velen por los derechos de los niños. Mientras escribo se me viene una reflexión inevitable: Hoy en día hay lugares en los que los niños siguen viviendo como a principios del siglo XX. Los pequeños siguen viviendo alrededor de violencia y siendo usados como elementos tácticos de guerra, hay varias partes del mundo en las que pienso, pero la que más me duele es pensar en los niños de mi país donde son usados como espías y crean sus propios minicárteles para poder funcionar. ¿cómo podemos ayudar a este sector tan vulnerable de nuestro país?

Los héroes sociales se han suplantado, los corridos revolucionarios los han relegado. Hay niños percibiendo la Historia como afirma Carreño King “Al observar las fotografías, cuando uno estudia la Revolución, la mirada se enfoca en los héroes, las batallas, los planes; pero al dejarlos de ver, vemos que atrás está un montón de niños” ¿cuáles son los héroes sociales que ven nuestros niños hoy?

Que nuestros hijos conozcan al Historia a su nivel, que la escuela les enseñe las fechas y los hechos y nosotros, como padres, les expliquemos y ayudemos a entender la relevancia de los hechos del pasado para nuestro país del presente. Con ese conocimiento que se pase de generación en generación, esperemos que algún día los niños dejen de vivir como adultos.

Para entender la Historia en familia, les recomiendo los talleres infantiles revolucionarios, donde a través del juego se plantean varios temas sobre la Revolución Mexicana, estos talleres son en el Museo de la Ciudad de México, todos los sábados y domingos de noviembre a las 12.30hrs. Entrada Libre.

También se pueden divertir bastante con los recorridos en tranvía por el Centro Histórico: La revolución sobre Rieles, el Centenario va en tranvía, estos recorridos son los sábados y domingos del mes (excepto el sábado 20) a las 13 hrs. Con un costo de $106. Los tranvías salen del Palacio de Bellas Artes.

Para los papás: Les hago una invitación conjunta, porque también será una experiencia nueva para mi, de leer Infancia y Revolución, de Tania Carreño King. Colección Summa Mexicana, Conaculta 2010.

 Ya que estarán por el Centro y siguiendo el recorrido histórico, les recomiendo una buena comida y una copa en el mismo lugar donde iban desde Porfirio Díaz hasta Villa: la cantina La Ópera, fíjense en el techo junto a los ventanales y verán u norificio de bala. Corre la leyenda que fue una bala perdida del Gral. Villa.

Más información:
Museo de la Ciudad de México: Pino Suárez 30 Centro Histórico
Cantina La Ópera: 5 de mayo, número 10 Centro Histórico
Niños forman minicárteles (artículo de El Sol del Parral)

1 comentario:

  1. La información me fue de suma importancia en lo personal, ya que soy estudiante de la Licenciatura de Historia he decidido realizar mi tesis acerca de la infancia en la Revolución, por lo cual la pequeña reseña del libro de Carreño me fue de gran ayuda.

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