5.10.10

Por el mandado...

Les platico qué mandados le gustan a Sofía y les recomiendo un restaurante dentro de una vecindad.

A Sofía le gusta ir a la pollería. Cada vez que vamos me pide que la cargue para admirar el trabajo del pollero. Mi hija pone atención en cada corte que hacen las tijeras y a veces me pregunta “¿eso qué es?” A lo que le explico cada procedimiento que realiza el señor. Es más, con decirles que cada vez que vamos, el pollero nos despacha despacio para que Sofía pueda disfrutar el espectáculo.

También le gustan las patas de los pollos. Siempre le pregunta al pollero si las puede tocar, el señor amablemente lo permite. Cuando las toca, voltea a verme emocionada y me dice con una seguridad y un tono de afirmación como si fuera una bióloga experta “parecen patas de dinosaurio”. La admiración de las patas de pollo termina cuando el señor aplasta las pechugas de pollo para hacerlas milanesas. Ese es el mejor momento para Sofía, tanto, que la descubrí el otro día aplastando su plastilina como si fuera un pollo.

Cuando el paquete esta listo, Sofía le paga al señor y ella es la encargada de cargar los pollos a casa. Con esa misma emoción se sienta en la cocina y me ayuda a preparar la comida que acaba de comprar. A la hora de comer, Sofía se siente parte de la realización de los platillos y come gustosa.

El día de ayer, le tocó vivir otra experiencia: comprar las tortillas. Cuando le dije que íbamos a la tortillería, me preguntó “¿está cerca de la pollería?”, le contesté que sí -está enfrente- le dije, esto me gustó porque ya está relacionándose con su ambiente y su mundo está creciendo más allá que su casa, su escuela y la casa de sus abuelos. Hay otros elementos que le son importantes dentro de su ambiente cotidiano, como es la calle de su casa.

Se asombró cuando vio la máquina para hacer tortillas, era algo nuevo para ella. Le encantó ver que la señora tomaba el alimento y lo pesaba en la báscula. Otro oficio que le interesó.

Lo que más disfrutamos las dos, fue cuando le platiqué que quien va por las tortillas tiene derecho a comerse una en el camino. Abrí el paquete, hice un taco para ella, otro para mi y las dos regresamos a casa comiendo y festejando el premio de ir por el mandado. “Es la magia de ir por las tortillas”, le dije, “no, es la magia de los tacos de Sofía y de mamá”, me contestó.

Me gusta caminar por el barrio y que Sofía conozca los changarros de su colonia, que vaya haciendo pequeños rituales del ambiente que le rodea y que conozca y se interese por los diferentes oficios que nos facilitan el alimento diario. Eso es parte de conocer su identidad.

Así que todavía nos faltan varios oficios por visitar: el relojero, el costurero, la lavandería, y muchos más. Entre ellos el de la señora de las “quecas” de atrás de la casa, que el otro día la conocimos porque iba caminando en la calle con “chaquira” su perrita chihuahua, nosotras íbamos regresando de la escuela, cuando Sofía vio a “chaquira” y se puso a jugar con ella. De ahí, la señora empezó a platicar conmigo y resultó ser la que vende quesadillas en la cuadra. Me gusta conocer mi barrio y a la gente que vive en él. Me gusta que a Sofía también le interese.

A sus pequeños ¿qué oficio les interesa? ¿qué changarro de su colonia disfrutan? Platíquenme en papas.df@gmail.com una anécdota que ustedes y sus pequeños hayan vivido en su colonia, los primeros 5 se llevan un pase doble para la obra de teatro Huraclown.

Para los papás: Hablando del barrio, les recomiendo el restaurante “El rey del Marisco” en Avenida Chapultepec, afuera del metro sevilla. Lo singular de este restaurante es que está adentro de una vecindad. Abrieron y acondicionaron dos pisos y cuatro departamentos de la vecindad para dar vida a este restaurante. Les recomiendo ir entre semana para que vivan la experiencia de toda la gente que sale de sus oficinas y va al "Rey del Marisco" a degustar tostadas de pulpo y agua de mango mientras disfrutan el papel tapiz de la bahía de Acapulco.

Solo en México existen lugares así y a nosotros, sus habitantes, nos toca disfrutarlo!

2 comentarios:

  1. @papasdf Ando perdida, es mi primer acercamiento con twitter y no sé si aquí es el lugar para hablar de mi querida Roma, aquí nacieron mis hijas, aquí he vivido mis últimos 5 años, que han sido mi nueva vida, porque la maternidad ha sido toda una experiencia de vida y transformación. Entre otras cosas creo que la Roma es una colonia muy buena para vivirla en familia, en mi caso que mis hijas son pequeñas, sólo con salir de nuestro edificio se vive la ciudad, lo urbano, lo diverso. Por ejemplo en mi niñez y adolescencia viví en colonias muy locales, digámosle de alguna manera, en donde con los que cohabitabas eran tus vecinos y alguna que otra persona externa a la colonia, desde luego que esto también tiene lo suyo, pero a mí me encanta lo contrario, como aquí, que hay mucho movimiento, pero sobre todo lo diverso, lo nuevo, lo bohemio. Me encantan los parques, aunque me gustaría que hubiera más juegos infantiles, sin embargo igual los disfrutamos, disfruto caminarla, los lugares para echarse un buen cafecito o un refrescante trago te permiten disfrutar una buena tarde y todo esto es un regalo, para los que quieran visitar la Roma, les recomiendo un delicioso capuchino en la libélula es un café que queda en Álvaro Obregón casi al llegar a Cuauhtémoc, otro lugar que disfruto es el café Toscano, a los alrededores del parque Río de Janeiro, y si quieres comer delicioso y a un buen precio, está Levadura que queda en Tonalá casi esquina Durango, Carlos es el dueño y el chef del lugar, y cada platillo es una delicia, de verdad dense una vueltecita, pero si tienen ganas de una muy buena cerveza, la Cosaco es una muy buena opción, esta la encuentras en varios lugares y uno de ellos es el billar que está entre Orizaba y tabasco, esta cerveza es artesanal y mexicana, realmente vale la pena...
    Karla

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  2. Karla, gracias por compartir tus vivencias. Tienes razón, la maternidad es una experiencia de vida y transformación, donde la calidad de vida es indispensable, la Ciudad nos regala esos espacios, esos barrios para salir a caminar y disfrutar con nuestros hijos. Buenas recomendaciones! sobre todo la de la cerveza Cosaco, ya se me antojó! mientras sucede un dominó en la esquina de Orizaba con Tabasco! un abrazo.

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Gracias por tu comentario. Saludos!