En el estado de vigilia en el que me encuentro, me doy cuenta que los días se llenan de rutinas y actividades que mi hija forma parte. Esas diligencias de casa como ir al banco o pagar la luz. Esas necesidades como ir al doctor o al súper. Esos compromisos como ir a juntas y trabajar. En todo eso Sofía ha sido parte y es sorprendente la adaptación que tiene para las diferentes rutinas: sabe qué debemos hacer en el banco, en el súper (ella es la encargada de darme las bolsas para guardar la fruta y la verdura), pero sobre todo en el trabajo.
Desde que era bebé, nos vio trabajar a su papá y a mi. A veces mi madre me ayudaba si tenía que ir a campo para algún documental o programa de radio, pero para las juntas de trabajo e incluso para la grabación de un programa de radio, ella iba conmigo; incluso recuerdo que para la postproducción del Árbol Olvidado, ella jugaba con sus bloques, alrededor de monitores y discos duros, mientras yo veía el corte final del documental. Esa es su realidad, estar con sus papás en clases de Maestría, grabaciones de programas, juntas, e incluso proyecciones. Recuerdo cuando mi esposo proyectó su documental en la Cineteca, Sofía fue de 6 meses a la sala de cine. Ahora cuando vamos al cine me pregunta ¿a ver películas de papá y mamá?
Esta conjunción de trabajo y casa no es fácil. No me dejarán mentir, queridos amigos, que todos vivimos a diario una división múltiple para solventar la calidad de tiempo con nuestros hijos, con nuestra pareja y con nosotros mismos, además de cubrir las necesidades sociales, de trabajo y hogar. Por mi parte, dejé el trabajo un poco de lado, mi otra pasión que es el documentar historias, la dejé descansar por un rato para poder compartir momentos con mi hija y trabajar más desde casa. Ahora que estoy en otro proyecto, me doy cuenta que hay varios mecanismos para disfrutar momentos y trabajar, por ejemplo, la semana pasada tenía una junta y elegí como lugar de reunión la librería Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica, porque es un lugar que Sofía conoce y lo asocia con diversión, además de que tiene la posibilidad de leer libros en la cafetería del lugar. Mientras yo estaba en la junta, ella traía libros a la mesa, los veía, jugaba con ellos y se paraba para regresarlos e ir por otra tanda. Fue un buen momento porque al final, nos quedamos unos minutos más viendo libros juntas.
Ayer la reunión de trabajo fue en una casa, le llevé juegos y películas. A pesar de que estaba en el trabajo, iba a verla y le platicaba cómo íbamos, la hacía parte de lo que estaba haciendo, y cuando fue hora de dormir, tomé unos minutos de descanso y aproveché para dormirla. Me gusta hablarle y hacerla parte de lo que me gusta, de lo que hago.
En estos momentos ella esta a lado de mi, con otra computadora, porque “quiere trabajar conmigo”, las dos escuchamos a The Cure en versión lullaby. Yo les escribo esto, queridos amigos, y mi hija esta jugando en la página de kokone que tanto me gusta. Una página de juegos educativos para niños de preescolar. Aquí estamos compartiendo un tiempo, mientras hacemos lo que nos gusta.
¿ustedes cómo combinan el trabajo y los hijos?
Para los papás: Después de una larga jornada es reconfortante tomar una copa de vino o un whisky y platicar con alguien sobre las aventuras del día. Es un buen momento fuera de teléfonos y monitores. ¿no creen?
hola te he seguido y admiro tu trabajo y me identifico contigo, yo tambien trabajo en mi caso podia tener a mi bebe en la oficina pero como fue creciendo el espacio de mi oficina es pequeño afortunadamente mi mama me ayuda a cuidarla ahora que esta apunto de cumplir 2 años, trato de estar todo el tiempo posbile con ella, precisa,mente hoy tengo un dilema mi mama tiene que salir a veracruz por 4 dias, no puedo tener tantos dias a la nena por que esta tranquila 3 o 4 horas despues de ese tiempo se aburre y ya no quiere estar, me estresa esta situacion por que no puedo estar con ella y por lo mismo comienzo a tener dificultades en el trabjo pero mi esposo no esta deacuerdo que se valla con su abuelita pero el tampoco me ayuda en el sentido de encontrar otra solucion, disculpa por desahoarrme contigo. Te envio un saludo me alegra que tu nena ya esta mejorando, Saludoz Rozzy
ResponderEliminarQuerida Diana, siempre tus artículos me llenan de algría y provocan una larga sonrisa en mis labios y en mi interior, es reconfortante saberse acompañada en esta tarea hermosa pero no siempre fácil, de ser madre.
ResponderEliminarCuando ocurría algo similar en nuestras vidas me llegue a preguntar si esto no alejaba a mi hija de su vida de niña, ahora que leo tu artículo me queda más q claro q no, lo único q hacemos su papá y yo es hacerla parte de nuestras vidas y que se entere de que su familia es esta y no otra q se forme ante la desvinculación de nuestras actividades.
Sin embargo creo q este apunte q haces de tiempo fuera al trabajo, es más q importante ya que para los niños es más importante calidad y no cantidad, y claro esta tener una madre feliz aunque agotada, pero feliz y realizada haciendo lo q le gusta y mostrandole en la intimidad que esta felicida se transmite siempre, dando la teta, arruyando, leyendole un cuenta, a la hora de comer, etc.
Gracias por compartir tan lindo relato, q seguro a más de uno nos hace sentir identificados y acompañados!
QUE VIVAN LAS FAMILIAS DF!!!
Rozzy,
ResponderEliminarGracias por tus comentarios y por la confianza de desahogarte conmigo. Las abuelas ayudan bastante, más en las situaciones más complicadas donde el tiempo no da para más. Las mujeres tenemos varios roles que a veces nuestras parejas creen que podemos cubrir por completo, cuando en la realidad hacemos circo, maroma y teatro para responder por la casa, el trabajo y los hijos. Ánimo y has lo que creas correcto para tí y tu nena, con una comunicación constante con tu marido. Te mando un abrazo!
Lila,
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, siempre me animan!
Es curioso ver que muchos padres y madres vivimos por lo mismo. Cuando uno cree que está pasando por algo inusual, la realidad es que la crianza es un espacio compartido. Que maravilloso alivio.
Que vivan las familias DF, estoy de acuerdo, porque la final, lo que queremos es ser felices y compartir esa plenitud con nuestros hij@s!
Un abrazo fuerte!