7.6.10

Un sábado en el Museo.

  • Les platico de la Exposición Temporal Moana, en el Museo Nacional de Antropología e Historia.
  • El Mana y los Atúa, me gustaron mucho ¿quieres saber qué son?
  • Me tatuaron en el Museo, les platico cómo fue...
Sábado 9:00 hrs. Tenía ganas de explorar, así que desperté a mi pequeña, le hice el desayuno y nos preparamos para salir, le platiqué que tenía ganas de ir a un museo a saber más de cómo vive la gente en unas islas lejanas; le expliqué dónde quedaba el océano pacífico, qué era el Museo de Antropología e Historia, le narré la gran fuente del museo, diseñada por un señor llamado Pedro Ramírez Vazquez, le conté que después del museo podríamos ir al bosque de Chapultepec y jugar. Todos mis esfuerzos fueron en vano. Ella tenía ganas de ir a casa de su abuela; lo cual me pareció una buena idea, que hace dos semanas no la veía. La llevé a casa de su abuela y respeté su espacio. Yo me fuí al museo a explorar.

13:00 hrs. Llegué al Museo Nacional de Antropología e Historia, debo confesarles que estaba muy emocionada, desde hace un mes tenía ganas de visitar la exposición temporal MOANA: CULTURAS DE LAS ISLAS DEL PACÍFICO, esta cultura me llama mucho la atención porque tocaron las islas más recónditas de la tierra y lograron una unión y un legado espiritual que vale la pena conocer y comprender. Desde Rapa Nui (Isla de Pascua) hasta Papúa, Nueva Guinea, tocando Nueva Zelanda y Australia, vive la cultura de Oceanía; la gente del pasado y del presente que conviven a diario con sus tradiciones y sus creencias. Moana, el mar; Fanúa la tierra; Lau el intercambio; Mana, el poder vital y Atúa, los espíritus y el mundo espiritual; estos cinco elementos culturales son los que se explican en la exposición, ya que son la base social que unifican a los habitantes de Oceanía Remota (Hawaii), los de Oceanía Cercana (Australia, Nueva Zelanda), los de la Micronesia (Islas Marianas) y los de la Polinesia (Tahiti, Islas Marquesas); un ejemplo de respeto de códigos culturales y sociedades hermanas.

La exposición está muy bien explicada y documentada, donde nos adentra a la cosmovisión de los habitantes de estas tierras remotas. Mientras caminas por las salas entiendes por qué Moana es símbolo de fertilidad y los anzuelos son elementos sagrados. Del mar sale la vida, el sustento; de igual manera Fanúa vive en simbiosis con la humanidad y los ancestros, la tierra en la que viven y en la que sus ancestros decidieron instalarse, sin la tierra ellos no existirían, es el punto de estabilidad, es casa; por otro lado el Lau, el intercambio es básico para tener materia prima, alimento, relaciones e intercambios económicos; las islas de Oceanía no eran guerreras, sino más bien comerciantes y trabajaban mucho las relaciones con las otras islas, les convenía estar juntos y apoyándose en todo momento, muestra de una cultura compleja y por más civilizada.

Lo que más me llamó la atención es el Mana y Atúa, les platico. El Mana es la fuerza vital que tienes, tu persona es inigualable y por lo tanto tienes una fuerza vital que brindarle a tu comunidad, a tu cosmos, el Mana alimenta tu espíritu, es tu empuje a ser día a día, sin olvidarte de tus ancestros que te acompañan todo el tiempo, estos Atúa, espíritus que te bendicen y te guían a una vida de plenitud. Los ancestros son escuchados a todo momento, no son olvidados, ni dejados en el recuerdo, todo lo contrario, de hecho hay casas sagradas donde el techo representa la espina dorsal, las paredes son los brazos y la puerta es la boca; al entrar a esa casa, los ancestros te abrazan y te llenan de su Mana, de su fuerza. Como límite y contraparte del Mana está el Tapu, que es un recordatorio de que a los espíritus hay que guardarles respeto y que la fuerza vital, debe de tener un código de comportamiento; a este límite cultural y social, a este Tapu, los occidentales lo determinaron como Tabú.

Una cultura de vieja, donde los hombres de hoy están ligados con los primeros hombres; por eso establecieron el tatuaje como un elemento que vuelva más eficaz el Mana y que sea eterno, el tatuaje nunca muere, queda impregnado en la piel y con ello la fuerza vital del hombre o mujer que lo porte quedará en la eternidad también.

15:00 hrs. Salí de la exposición, satisfecha, con gusto, más emocionada de como entré. Recordé cuando mi esposo y yo estábamos en Morea, una isla de la Polinesia Francesa a una hora al norte de Tahiti y nos tatuamos en una choza de madera con un polinesio más que agradable, a mi me tatuó una tortuga símbolo de fertilidad y un tiki, un ancestro. En todos los buceos que hice en ese viaje me encontré con tortugas, puros momentos mágicos. Gran parte de mi fuerza vital radica en ser madre, desde ese entonces lo sabía; me dio gusto reafirmarlo.

Afuera de la exposición hay dos stands con actividades lúdicas para los niños, les recomiendo que antes de entrar a las salas, pasen a esta zona, porque hay gente del museo que le explican a los niños qué van a ver, además de que les dan un periódico con el contenido de la exposición y con diferentes actividades por hacer mientras recorre las salas. Algo que vale mucho la pena de este periódico es que establece la otredad en los niños, para entender que la cultura que viven los niños de las islas del Pacífico es muy diferente a la nuestra; no los juzga solo explica las diferencias, esto me pareció de gran valor en la educación de los pequeños. También tienen otras actividades como hacer tatuajes de sello o dibujos de los diseños que hay en la exposición.

15:30 hrs. Salí del Museo de Antropología e Historia, con un tatuaje en el brazo que me hizo un niño que acababa de salir de la exposición. Me senté frente al museo y me quedé pensando en mi pequeña, le marqué para platicarle todo lo que había visto; la ilusión me duró poco, me dijo “Yo también te quiero, voy a jugar con mi abuela”. Colgué, sonreí y me dió gusto que las dos estuviéramos bien.

Para los papás:
Después del museo y fui a comer al restaurante Villa María, se los recomiendo. La flor de calabza rellena con queso es muy rica al igual que las quesadillas de pollo con mole, pero lo que se lleva las palmas son las Margaritas, vaya que están ricas y de muy buen tamaño! 



Más información:
Moana: Culturas de las Islas del Pacífico, exposición temporal en el Museo Nacional de Antropología e Historia. Hasta el 26 de junio.
Villa María: Homero 704 esq. Galileo, Polanco





2 comentarios:

  1. claudia guadalupe medina malagón7 de junio de 2010, 18:57

    Hola Diana:Somos Chavo y Claudia Guadalupe nos da mucho gusto el poder leer todas tus lindas experiencias, que las compartas con gente como nosotros que tenemos un pequeño que en cuanto tenemos tiempo queremos llevarlo a conocer este tipo de lugares y a veces nos limitamos a llevarlo solo al parque;te felicitamos por todos estos bloques que escribes,les enviamos un abrazo y beso a tu esposo,hija y a ti

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  2. Gracias Claudia!! espero les sirva este espacio. Los invito a que sean seguidores de PAPÁSDF y juntos conocer más sobre el entretenimiento cultural para nuestros pequeños. Un abrazo!

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Gracias por tu comentario. Saludos!