Algunos ya vieron las fotos que publiqué en el facebook el día de ayer, los que no las han visto, entren a PAPASDF en facebook, de divertirán. En fin, dejen les platico la experiencia completa de la tarde de ayer:
El Museo Nacional de San Carlos está en la calle de Puente de Alvarado, en la Colonia Tabacalera, a unas cuantas cuadras del Monumento a la Revolución. Cabe destacar que esta zona del Distrito Federal guarda una sensación de vida de antaño; los edificios coloniales un tanto derruidos, las calles pequeñas y la plaza circular atrás del museo que invita a sentarse y contemplar la fuente de su centro. Era un día nublado, un típico domingo de mayo en la ciudad.
Ya en el museo, entramos a la exposición, en las paredes laterales habían retratos de príncipes y doncellas, con peinados sobresalientes de la época. Al fondo, exactamente enfrente de la puerta de entrada, estaba el Retrato de la Marquesa de San Andrés, fashionista del siglo XVIII y esposa de Pedro López de Lerena y Cuenca, ministro de hacienda en el reinado de Carlos III de España.
Ahí estaba la Marquesa, retratada por el pintor de la Cámara Don Agustín Esteve, viendo de frente, orgullosa de su peinado de más de un metro de altura y talcos que decoraban su cabello. Mi hija vio la pintura y se rió, dijo que era un peinado chistoso. Seguimos por la exposición viendo más retratos y peinados; aprendimos que cada peluca significaba la clase social y la profesión del portador, por ejemplo, los abogados debía usar pelucas rizadas hasta los hombros, mientras que los mercaderes usaban el cabello lizo hasta la nuca y atado con un listón, los sacerdotes usaban cabelleras rizadas y cortas, ninguno usaba barba ya que era símbolo particular de etnias no europeas.
Al entrar a otra sala de la exposición, mi hija se paró en seco, al principio un poco asustada, después más interesada; ahí estaba la Marquesa que habíamos visto cuando llegamos, con su vestido azul y su arreglo en el cabello, ahí estaba fuera de su retrato, parada viendo las demás pinturas y preguntando a la gente qué pasaba, por qué las damas vestían pantalones y los caballeros no usaban peluca. Los pequeños que la veían se acercaban a ella y le platicaban, todos en ese momento entramos en el juego de la máquina del tiempo, los visitantes del 2010 entrando al mundo del siglo XVIII.
Fue una buena tarde de domingo.
Saliendo de la exposición vimos a muchos niños sacando su PASAPORTE DEL ARTE, es un programa que organiza el INBA y Conaculta para niños de 6-12 años que comprende la entrada a visitas guiadas, talleres artísticos, obras de teatro, danza y visitas a museos de De la Ciudad de México, Diego Rivera Anahuacalli y Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Así como el Museo Mural Diego Rivera, Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, Nacional de las Culturas Populares, Nacional de San Carlos y Soumaya.Las inscripciones son los días 15, 16, 22 y 23 de mayo, en los 16 museos y galerías de la Ciudad de México que forman su red de recintos afiliados.
Bien que estén haciendo estos espacios y proyectos para la cultura de los niños. Que haya más pasaportes del arte.
Para los papás: Siguiendo con la música y sus diferentes versiones que escribí en el post pasado, vale la pena escuchar los éxitos de Michael Jackson, Billy Joel Toto, entre otros,, ahora con el sonido de la Orquesta Filarmónica de la UNAM. Hoy lunes 17 y mañana 18 de mayo, la OFUNAM presenta: ÉXITOS DE LOS AÑOS 70 Y 80. Auditorio Nacional 20:30 hrs. Saliendo pueden tomarse una copa y seguir escuchando buena música en el King's Pub de Campos Eliseos.
Más información:
Pasaporte del arte:
http://www.milenio.com/node/444048
www.conaculta.gob.mx
Bien por los museos, bien por los amigos de los museos y mejor por los que sin miedo se atreven a pasar entre las puertas del conocimiento. Ojala fueran más los medios de comunicación que se esfuerzan por abrir los ojos a los pequeños, por lo pronto lo que nos queda es pasar la voz y seguir disfrutando de las anécdotas y las visitas personales.
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