Sobre el temblor

Yo no recuerdo el temblor de 1985. En ese entonces tenía dos años de edad. Lo único que tengo grabado es ver a mi papá que nos decía a mis hermanos y a mi “Vamos a dar un paseo” y nos fuimos todos fuera de la ciudad.

Así sentí el martes pasado después del temblor, unas ganas de ir a un lugar abierto, incluso le dije a mi esposo: “Vamos a Chapultepec, a un lugar que no tenga techo” ¿ustedes qué pensaron después del temblor?

Por algo pasan las cosas, diría mi abuela y ahora le creo. La mañana del martes decidimos que Sofía no asistiría a la escuela porque estaba con mucha tos y fiebre, mi esposo decidió llegar tarde a su oficina para saber cuáles eran las instrucciones del Pediatra. Todos estábamos en casa. Yo estaba apunto de hacerle un té a Sofía, entré a la cocina y empezó a temblar. Escuché los gritos de los vecinos y mi propio grito junto con el de mi esposo: “Vamonos, yo agarro a Sofía, vamonos, vamonos”. Se nos dificultaba bajar las escaleras, la puerta principal de la calle la trataba de abrir una vecina, pero no podía. Todos estábamos nerviosos. Logró abrir la puerta y salimos. Lo primero que hice fue ver hacia arriba, para ver en qué lugar nos podíamos poner. Había muchos cables por todos lados, moviéndose en un vaivén casi armónico. Encontramos que el lugar más seguro era a la mitad de la calle, ahí nos paramos y nos abrazamos los tres. Nos abrazamos esperando a que pasara. Todos los vecinos estaba afuera, todos nos veíamos como esperando qué más hacer. El temblor seguía, lo sentí eterno. ¿ustedes cómo lo vivieron?

Nos esperamos 40 minutos abajo del edificio. Yo con ganas de un espacio abierto. Mi esposo explicándole a Sofía lo que había pasado. Ella le contestaba que ya sabía lo del temblor y que en su escuela tenían simulacros. Los dos le explicamos que este no había sido un simulacro, que había sido de verdad y que había que estar muy precavidos porque podría volver a temblar. Subimos al departamento y empezamos a preparar las cosas. No había estado tan consciente de la necesidad de los paquetes de supervivencia y el radio con lámpara de cuerda que tenía mi marido, hasta ahorita. De hecho ese era un tema en la casa, ¿dónde acomodar una lámpara de emergencia que no estorbara la decoración de la casa? Pues ahora me hice consciente de que la lámpara se queda a un lado de la puerta para cualquier cosa, que ese “para cualquier cosa” sí llega a pasar.

Con este cambio de mentalidad, le dije a Sofía que hiciera una mochilita con lo siguiente:

Su lámpara de cuerda (la conseguimos en Imaginarium)

Su botellita de agua

Su credencial de la natación que le podría servir como identificación

Una libretita y una crayola, por si tenía que anotar algo

Una gorra

Sus curitas con figuras de Cars

Su silbato

Eso fue lo primero que se me ocurrió que tenía que tener en su mochila. Su papá y yo le explicamos para que servia cada cosa. Le dijimos que lo más importante era que ella nos iba a ayudar por si temblaba otra vez. Sentimos una réplica fuerte y nos bajamos de nuevo del edificio. Mi esposo ya traía su radio de cuerda. Sofía estudiaba a su papá, cuando veía que le daba cuerda a su radio, ella le daba cuerda a su lámpara. Ahí me di cuenta que una educación de supervivencia también es importante. ¿Qué hacer? ¿Cómo responder? ¿Qué traer en caso de un sismo? Ustedes ¿cómo lo platicaron con sus hijos?

Tuve un aprendizaje muy grande. En la casa, hay que estar preparados, no con miedo, pero sí precavidos y listos. Definitivo, la radio de cuerda, la lámpara de emergencia y el botiquín no son exageraciones de mi marido, y hay que ponerlas en un lugar que esté a la mano.

En esta búsqueda de prevención, encontré una página de protección civil para niños, está muy interesante porque le explican a los peques lo que es un temblor, la erupción de un volcán, un huracán y más desastres naturales que tenemos que prever. Lo que más me interesó es que proponen hacer un plan de acción familiar, hacer un acuerdo en la casa para saber qué hacer cada quien, según su edad y posibilidades. La página es: Protección Civil Infantil

Para los papás: en la página de Protección civil del Distrito Federal también hay un PDF descargable sobre el Plan Familiar, está muy interesante porque te explica los factores de riesgo humanos (como el miedo o ansia) los físicos (como las casas mal construidas) y los naturales (como temblores o huracanes). Desgloza cómo se pueden evitar o prever estos factores de riesgo, siempre en comunicación con la familia.