Ésta semana cambia
de nuevo el transcurso de mi vida. Se vuelve más interesante. Porque
los cambios, son interesantes; siento que enriquecen este viaje de
vivir.
De pronto, en un par
de días, cambia de nuevo mi vida para siempre. La vida de mi hija
también cambia. Incluso el mundo también se convierte en un lugar
diferente. Ésta semana nace el bebé que ha estado creciendo dentro
de mí, seré mamá por segunda vez. Mi hija se convierte en hermana.
El mundo recibe a un nuevo ser humano.
Me emociona el solo
hecho de pensarlo; pero también, como todo cambio, me hace
experimentar la idea del miedo, de la expectativa. Es una nueva
aventura, un nuevo capítulo que tardó once años en escribirse. Ser
mamá a los 24 años, no es lo mismo que a los 35; ni de cuerpo, ni
de mente, ni de búsquedas. Ahora todo lo he sentido tan consciente,
que tal vez por eso veo tan claro el cambio que se viene de frente.
Como contradicción
de todo esto (porque no puedo evitar la riqueza de la contradicción
humana), ese miedo, esa expectativa me han guiado a disfrutar el
momento como es: Disfrutar a mi hija hablándole a la panza que se
mueve. Disfrutar mi cuerpo que cambia cada día. Mis manos que se
sienten adormiladas como reacción directa al embarazo. Mi falta de
concentración y memoria. Mis ganas de dormir constantes. Mi
despreocupación por el mundo exterior. Mi idea de cómo será bebé
cuando nazca. Mi emoción de reconocer, una vez más, la ciudad de
México con este nuevo ser. El aprender a ser mamá de dos. El
acompañar a mi hija a ser hermana. El acompañar a mi futuro hijo o
hija a ser familia.
Que todo esto y más
lo siga disfrutando.
Que vengan las
nuevas experiencias.
Que venga el cambio
de vida.
Que los aprendizajes
de amor sigan existiendo.
Hoy más que nunca,
les doy la bienvenida.
La vida es nueva casa día!!! 🎁🌺
ResponderEliminarLa vida es nueva cada día!!! ����
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