Hace cuatro años
empecé mi práctica de Yoga. Empecé en cursos para principiantes y
luego pasé a cursos multinivel. La verdad disfrutaba mucho estas
clases porque encontraba otra forma de entrar en contacto conmigo y
con mi cuerpo. Ésta práctica me ayudó a separarme del cordón
umbilical que había formado con mi hija. Tantos años de estar con
ella, ligada a ella, que mi cuerpo fuera como una extensión de ella
o viceversa; que ya no me encontraba conmigo misma. Un día en una
sesión de Yoga, haciendo la postura del guerrero, no se qué pasó,
ni de dónde vino, pero me encontré. Fue como volverme a presentar y
me dio gusto conocerme, o reconocerme; así empezó un trabajo de
regresar a mí, verme desde otro lugar y aceptar mi cuerpo tal cual
es. Un momento muy emocionante.
Después dejé de ir
a clases y adopté la práctica en mi casa, por cuestiones de
horario, ya no podía ir a un estudio, pero seguí mi práctica por
dos años en mi casa o en donde estuviera, si iba de viaje el tapete
de Yoga iba conmigo, ese siempre sin faltar.
Cuando empezó mi
embarazo la práctica tomó otra forma, realmente hacia posturas muy
sencillas y era más estar en mi respiración y sintiendo el cuerpo
que cambiaba poco a poco. Aunque el Doctor me decía que podía
seguir haciendo mi práctica, yo no me sentía con la confianza,
pensaba que tal vez alguna postura no estaría del todo bien
practicarla, así que leí libros y artículos, pero sentía que me
faltaba algo más para dar el paso, así que consulté a amigas y así
llegué a La Comuna Yoga. La experiencia ha sido maravillosa, fue
como entrar de nuevo en contacto con mi cuerpo pero ahora desde el
embarazo. Me he sentido cuidada, guiada, contenida y he aprendido a
mayor profundidad la práctica.
Los talleres que dan
sobre Yoga para dolores o lesiones son muy buenos, a mi me ayudó
mucho con el dolor de espalda baja que tenía. Me ayudó a mejorar la
postura que (ahora con el bebé) la panza me lleva el peso hacia
adelante, y me enseñaron cómo trabajar el cuerpo para nivelar ese
peso. Cada sesión que voy es una confirmación de que mi cuerpo
responde, con cuidado, con autoconocimiento y autoamor, responde.
Ahora combino la
práctica. Algunas veces en mi casa y dos veces a la semana en clases
con Marco Cervantes de La Comuna Yoga, y ha sido una experiencia
llena de contento. Darme cuenta que no hace falta volverme a
desconectar de mí para vivir de nuevo la maternidad; al contrario,
ahora que estoy más consciente de mi cuerpo y de mí experiencia,
puedo decir que estoy disfrutando de forma más clara el proceso.
Si quieres vivir la
experiencia de La Comuna Yoga, síguelos en su página de Facebook,
tienen dos estudios, uno en la Col. Roma y otro en Acoxpa. Ahora en
abril harán un retiro bastante interesante y en un lugar bien lindo,
aquí más información.
La Comuna Yoga en Facebook: https://www.facebook.com/lacomunayoga
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