Les cuento cómo en el restaurante
Axiote de Playa del Carmen mi hija y yo descubrimos algo más allá que el sabor.
Resulta que nos dimos una
escapada a Playa del Carmen y fuimos a conocer el restaurante Axiote del chef
Xavier Pérez Stone. La filosofía de este lugar es que todos los platillos están
hechos con productos mexicanos. No es cocina mexicana, sino cocina de México,
una forma de incentivar la economía nacional.
Lo que me gustó del menú es que
cada platillo tiene su historia y una región del país en qué pensar. Probé el
atún de ensenada y su sabor me llevó al otro extremo del país, a la brisa de
nuestro mar del norte, con una frescura fascinante. Adiós al centralismo desde
la cocina.
El momento más interesante fue
cuando le llevaron a Sofía, mi hija, los tacos que había pedido (también hay
menú infantil, lo cual es una maravilla). A Sofía le encantan los tacos dorados
y fue una sorpresa que los que le dieron eran blandos o tradicionales: la
tortilla y encima la carne. Se quedó un rato viéndolos, tratando de descifrar
qué hacer. Le pregunté por qué no los probaba si se veían bastante buenos y me
contestó que no sabía cómo. Ahí le puse pausa a mi atún y a mi viaje imaginario
a Ensenada. Me concentré en el caso de mi hija al cien por ciento ¿cómo no me
había dado cuenta antes? ¿Cómo mi hija no sabía comer un taco? A su defensa
dijo que sí podía hacer taco con sal y limón; a veces con frijoles refritos,
pero algo más sustancioso como la carne, se le dificultaba, así que empezaron
las clases de cómo comer un taco: Paso 1. Se prepara y acomoda el contenido.
Paso 2: Se enrolla la tortilla. Paso 3: se toma el taco con el dedo índice y el
medio por arriba, el pulgar por abajo; los tres ejerciendo la presión necesaria
para mantener la tortilla cerrada, pero que no se rompa. Por añadidura se sube
el dedo chico para dar espacio cuando se lleva a la boca o también se puede
poner debajo de la tortilla para darle soporte. ¡Vaya, el arte de comer un
taco!
Después de practicar varias
veces, mi hija aprendió a preparar, enrollar y degustar sus taquitos de carne
sin que se le rompiera la tortilla o se le regara el contenido por el plato. Ahora
es oficialmente una mexicana que sabe comer tacos. Esta experiencia me dejó
pensando ¿Cómo aprendí? Seguro mi papá o mamá tuvieron una sesión como la que Sofía
y yo vivimos ayer. Estos temas culturales que a veces damos por hecho, pero que
tienen un origen, forman parte de nuestro ser mexicano o mexicana.
Hace unos años mi esposo y yo
trabajábamos en un proyecto documental en la zona maya de Quintana Roo. Un gran
amigo, que también trabajaba en el proyecto, el Dr. Francisco Barriga,
Coordinador Nacional de Antropología por el Instituto Nacional de Antropología
e Historia, nos comentaba que para ser parte de una cultura hay que conocerla,
saber identificarla, sentir un gusto particular por ella y lo más importante,
ser competente: saber cómo se hacen las cosas y los significados que tienen.
Así, en el acto cotidiano de comer un taco, mi hija se volvió más competente en
su ser mexicana.
Me encantó tener esta sesión de
aprendizaje cultural en un espacio como Axiote, donde nuestra experiencia de lo
mexicano se extendió más allá del sabor.
Más información sobre Axiote:
Calle 34 entre 5 y 10. Playa del Carmen, Quintana Roo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Saludos!