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Llegamos a la primera
sección de Chapultepec. Mi hija y yo teníamos una misión: Visitar
el Castillo de Chapultepec, así que caminamos hacia nuestro destino.
Al tratar de llegar al
Castillo, lo primero que nos recibió fue el Altar a la Patria o
Monumento a los Niños Héroes, esto ya le empezaba a poner una
mística a la visita por las historias que acompañan a este lugar.
Cada paso hacia el Castillo era más interesante, así que aproveche
la caminata para platicar con mi hija sobre la Historia: de cómo
antes hubo un templete Mexica en la parte baja del Cerro del Chapulín
y después Hernán Cortés manda construir un fortín que luego se
vuelve una fábrica, hasta que muchos años después de la
Independencia se vuelve el Colegio Militar, que es cuando ocurre el
suceso de los Niños Héroes.
Para estas alturas de
la Historia, ya habíamos llegado a la parte baja del Castillo, ahí
dejamos nuestras bebidas y mochilas en los “guarda bultos” que
tienen muy bien organizados y a buen precio. Un poco más abajo está
la estación de un tren especial para subir al Castillo, pasa cada
diez minutos y puede ser viaje redondo o sencillo. Nosotras decidimos
tomarlo de ida para no cansarnos tanto en la subida. Mientras
andábamos por el tren empezamos a ver el paisaje, el verde en el
primer plano y en el fondo la urbe, imaginamos por un momento que no
había edificios, que realmente estábamos a las afueras de la Ciudad
de México como en los tiempos de Maximiliano y Carlota que eligieron
este lugar para vivir. Fueron ellos quienes le nombraron “alcazar”
al inmueble para referirse a la residencia imperial, así que aquí
estábamos, dentro de una Historia de príncipes y princesas de otras
tierras y de las nuestras. Mi hija estaba cada vez más entusiasmada
de seguir con la historia.
El Castillo está
dividido en dos, la primera parte es el Museo Nacional de Historia
que tiene varias salas temáticas donde a través de pinturas y
objetos de la época, conoces las diferentes etapas de la Historia de
México. La segunda parte es el alcazar o la sección de habitaciones
donde vivieron Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica;
tiempo después también fue despacho y lugar de descanso de Porfirio
Díaz y Doña Carmelita. Les recomiendo que para que sea más
entretenido para los chilanguitos, visiten primero el alcazar. La
primera sala está dedicada a los carruajes, mi hija se quedó
maravillada con las decoraciones del transporte de esa época.
Seguimos el recorrido y
encontramos la sala de juegos donde pasaban las tardes de domingo,
también vimos la sala de lectura, el comedor y la habitación de
Maximiliano. En cada espacio nos dábamos el tiempo posible para
disfrutar los tapices de las paredes y de las sillas, los acabados de
los muebles y los objetos que utilizaban para su vida diaria. Era
como si Maximilano y Carlota siguieran ahí, contándonos su historia
desde sus objetos. Todo esto era con un tiempo contado porque los
espacios para observar las salas son reducidos y hay más visitantes
en espera, pero también es interesante escuchar a la gente que vista
el lugar y maravillarnos juntos, así nos pasó a nosotras un par de
veces con otras personas.
La habitación de
Carlota es todo un lujo, con un baño de tina de mosaico blanco y
retoques coloridos a un lado, una sala de te para hablar con los
funcionarios de estado; y enfrente de su cama, la primer vista que
tenía al amanecer era de lo que conocemos como Paseo de la
Reforma, que se dice ella mandó construir para ver a Maximiliano
llegar desde la Ciudad hasta el cerro del Chapulín. Nos quedamos un
buen rato imaginando, viendo Reforma hoy en día, maravilladas de
viajar en el tiempo.
Descansamos un poco en
la terraza del alcazar, después subimos al primer piso por las
escaleras de leones, las que se utilizaban cuando llegaban invitados
a los banquetes y ceremonias de Estado. Ahí, hasta el fondo con una
vista panorámica de la Ciudad, estaba la habitación de Porfirio
Díaz, a un lado la de su esposa Doña Carmelita Romero Rubio,
después caminamos por el pasillo de vitrales franceses mandados
hacer por Díaz y nos adentramos al salón de embajadores. Caminamos
un buen rato en el jardín, mi hija disfrutó las flores y los
diferentes pasillos que hay en él; yo disfrutaba la vista y la
Historia.
Bajamos y dimos un
paseo por el Museo Nacional de Historia, ahí vimos el estandarte que
utilizó Hidalgo para llamar a la Independencia, las monedas que
usaba Maximiliano, varios cepillos de Porfirio Díaz y vestidos, eso
fue lo que más le gustó a mi hija, ver los vestidos de la época.
Cada sala dejaba más claro los sucesos de la Historia, mi hija no
paraba de preguntar qué había pasado con esto y con aquello, creo
que ahora entendía más sobre lo que le han enseñado en la escuela.
Salimos del Castillo,
pero no nos despedimos. Esta será la primera de muchas veces que
vendremos a visitarlo; porque este lugar, cada vez que vienes te
invita a viajar en el tiempo y lo vez diferente. Mi hija y yo salimos
con una sonrisa en el rostro de entender y admirar este espacio
Histórico dentro de la Ciudad.
Algunos tips para tu
visita:
- Llega temprano para que no les toque tanta gente y puedan ver bien las habitaciones.
- Visiten lo que les llama la atención a los chilanguitos para hacer el recorrido más interesante para ellos, el Castillo es muy grande y puede ser cansado para los peques. Procuren que sea una visita de entre 60 y 45 minutos.
- Lleva agua y lunch para después de la visita. Los tendrás que dejar en los guarda bultos pero vale la pena porque después del recorrido los peques terminan con hambre y sed.
- Lleven gorra y bloqueador para la subida.
- Puedes llevar carreola pero la tendrás que dejar en la puerta del Museo, te recomiendo llevar rebozo para el recorrido.
- Después del recorrido, siéntense en los jardines. Esto les ayudará a platicar sobre lo que vieron y también recobrarán energías para bajar el cerro o esperar al tren.
- Visiten la página del Museo Nacional de Historia, hay una sección para niñas y niños con información interesante que les ayudará a conocer más sobre el Castillo: http://www.mnh.inah.gob.mx
Información General:
Museo Nacional de
Historia-Castillo de Chapultepec.
Primera Sección del
Bosque de Chapultepec.
Martes a domingo de
9-17hrs.
Costo: $59.00. Niños
menores de 13 años, maestros y estudiantes con credencial no pagan.
Costo guarda bultos:
$10.00
Costo tren: $13.00