Enero fue un mes de muchos cambios.
Sofía y yo nos adentramos a este año con los ánimos para adelante
y dispuestas a abrazar nuevas experiencias. “Termina el año del
dragón de agua y empieza el de la serpiente”, platicaría con una
amiga. Y vaya que el agua nos está moviendo a Sofía y a mi, vamos
en el oleaje, viendo el paisaje lleno de emociones, enseñanzas y
nuevos horizontes.
Enero empezó conmigo cambiando de
oficina, haciendo un sueño más grande y más real. Próximamente
les platicaré de nuevos proyectos en este recinto que cada vez toma
más forma. Inevitablemente, el año también empezó dándome cuenta
que en pocos meses cumplo 30 años, un tema que dejo pendiente para
una publicación más larga...
Para Sofía, enero empezó con la
lectura. De buenas a primeras, esas letras, esos sonidos que había
practicado durante el año pasado, tomaron un sentido. Las vocales y
las consonantes se develaron ante los ojos de la pequeña y crearon
ideas que ya conocía: Hola, libro, tabla, mesa, puerta. Las
gráficas tenían sentido. Poco después, las palabras se juntaban
con otras palabras y creaban oraciones: El libro está en la mesa.
Así, de pronto, sin avisar que daría el paso a ser niña grande,
empezó a leer.
La semana pasada fue seleccionada en el
festival de lectura de su escuela. ¿Cuándo pasó? ¿Cuándo creció
tanto? Debo decir que todo esto me toma por sorpresa, pero a la vez
me emociona, un nuevo mundo se abre ante los ojos de mi hija y lo que
me dice el corazón es que debo acompañarla en esta aventura, así
que todo es leer. No me había dado cuenta de cuántos anuncios tiene
la Ciudad, ahora que Sofía los lee todos veo otro paisaje, un
paisaje textual.
Estuve investigando centros de lectura
para niños y me encontré con un dato bastante interesante. Resulta
que solo en la Ciudad de México hay 480 bibliotecas públicas. Esto
lo encontré en la página de la Red Nacional de Bibliotecas, donde
pueden encontrar la biblioteca más cercana a su casa; y vaya que hay
muchas: tan solo en la Delegación Coyoacán hay 17 bibliotecas, en
la Delegación Álvaro Obregón hay 27; y así hay una lista larga de
todas las bibliotecas de la Ciudad.
Me acuerdo que cuando era niña, mi
mamá me llevaba a la biblioteca del Parque México. Me gustaba mucho
consultar libros y hacer mi tarea ahí. Ahora iré con mi hija a leer
y abrazar los recuerdos.
También les recomiendo que visiten la
Biblioteca Xochiquetzal
del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental. Es un recinto
pequeño, pero la bibliotecaria es una persona muy amable que le
ayuda a los niños encontrar libros de su interés. La selección de
libros para niños es muy buena, hay de insectos, mamíferos, plantas
y mucho más. Sofía escogió uno de dinosaurios que le encantó.
Además todos los fines de semana, por parte de Alas y Raíces, el
área infantil de CONACULTA; llevan cuenta cuentos bastante
divertidos.
Hay que voltear a ver las bibliotecas
públicas, algunas están en mal estado o carecen de libros, pero son
nuestras. Donemos libros, ayudemos a que sean los centros de lectura,
creación, diversión y ensoñación de nuestros hijos.
Para los papás: Hablando de libros y
crecimiento, empecé el año leyendo el libro INFIEL. Desde el titulo
es controversial. Es la historia de Ayaan Hirsi Ali, una mujer nacida
en Somalia, y que se rebeló al Islam y ahora es una de las mujeres
más influyentes del movimiento en pro de las libertades de las
mujeres del islam. Ayaan escribe su propia historia. Me está
gustando mucho. Ustedes ¿con qué libro empezaron el año?
Más información:
Abierta a todo público
Martes a domingo de 10:00 a 17:00 h
- Consulta en sala
- Libro Club: Andrew y Louis Carnegie
- Asesorías escolares
Abierta a todo público
Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
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