El viernes pasado celebramos el tercer
aniversario del programa Vincularte. Un espacio, que como su nombre
lo indica, busca vincular los proyectos culturales de la ciudadanía
con la Secretaría de Cultural del DF. En lo personal es un proyecto
que me gusta mucho y me siento muy orgullosa de ser parte de él. De
nuevo muchas felicidades a toda la gente que hace posible Vincularte.
En esta emisión de festejo, hubo un
tema recurrente: la infancia y la vejez. Sinceramente no se si lo
hicieron a propósito o simplemente salió de manera orgánica. Así
se dio, y para mi fue un momento de reflexión personal.
El primer proyecto que abordó este
tema fue el colectivo “La Puerta: Procesos de Creación
Alternativa”, con el trabajo 1,2,3 por mi y por mis abuel@s.
Este trabajo constó de un grupo de varios niños que aprendieron
cómo hacer una entrevista radiofónica y entrevistaron a sus abuel@s
sobre los juegos que ellos hacía en la infancia. Las encargadas de
este trabajo: Gisela García Villagómez y Ruth González Renovado,
platicaban del rescate histórico que hicieron los niños con estas
entrevistas, porque los abuelos contaban de que jugaban con muñecas
de trapo y que las canicas las hacía de barro. Los niños ni
conocían las muñecas de trapo, ni las canicas de barro; así que
fue otra forma de conocer a sus abuelos, desde un tema común que es
su infancia. Un proyecto muy interesante que vale la pena seguirle la
pista.
La segunda parte del programa, fue una
entrevista con el cantautor español Luis Eduardo Aute. Presentó su
cortometraje El niño y el Basilisco, donde muestra una parte
de la historia que marcó su infancia y que ahora como adulto la
enfrenta. Aute dice que la única forma de salvarnos, de regresar a
nuestro niño, ante esta realidad oscura que vivimos, es por medio
del arte y la cultura. Cuando escuché eso, sin pensarlo se me hizo
un nudo en la garganta de la emoción. Sí hagamos arte, hagamos
cultura, hagámoslo con nuestros hijos.
Al final del programa me quedé
pensando: Los viejos, los sabios, las mujeres y los hombres con
experiencia quieren hablar. Los abuelos quieren contar la historia de
su infancia a sus nietos. Los polos se tocan para crear un lazo desde
las historias y el amor.
Escuchemos a los abuelos, que nuestros
hijos escuchen sus historias, seguramente algunas de ellas serán más
emocionantes que cualquier película. Con una pregunta tan simple
como la que propone el colectivo La Puerta: ¿Con qué jugaban cuando
eran niños?
Ahora que recuerdo, no sé con qué
jugaban mis padres, los que ahora son abuelos. Le propondré a Sofía
que les preguntemos, seguramente será una buena plática.
¿Ustedes cómo platican con sus
abuelos? ¿sus hijos, cómo platican con sus abuelos?
Más información:
Para escuchar la emisión completa del
programa Vincularte, da clic aquí.
Para ver el cortometraje El niños y el
basilisco, da clic aquí.
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