La semana pasada fue el cumpleaños de
mi hija. La misión era hacerle una fiesta completa, porque el año
pasado por tanto trabajo y porque se nos fueron las fechas, no la
pudimos festejar. Además de que este año ¡cumplía 5 años!. Un
lustro de regalo de vida, que vale la pena celebrar. Así que
empezaron los preparativos.
Sinceramente no soy muy clavada de las
fiestas y menos las infantiles: La lista de invitados, las
invitaciones, la comida, el pastel, los juegos, la logística, las
bebidas infantiles, las bebidas para adultos, la piñata, etc. Toda
una planificación que se tenía que solucionar en dos semanas. Así
que opté por lo más fácil y barato. Al final -pensé- lo más
importante es que Sofía se la pase bien alrededor de muchos niños y
niñas.
La lista de invitados la decidí por
niños y niñas, le di prioridad a los amiguitos de Sofía del
colegio, la natación y el ballet; a la familia cercana y a los
amigos muy cercanos y que tuvieran hijos. El punto era llenar el
jardín de niños y niñas saltando por todos lados.
Cuando llegué al momento de la
invitación, me di cuenta que ¡todas las invitaciones tienen el
muñeco de alguna película! Y ahí empieza lo complejo (¿a poco
no?) porque una vez que eligen la invitación de “campanita”, la
fiesta debe ser de ese tema...o alrededor de esa historia. Así que
Sofía hizo su propia invitación, la dibujó una tarde y le saqué
copias en el café internet de la esquina de la casa. Por 150
invitaciones me salió en 100 pesos, así que ya iba de gane.
Después me encontré con los temas de
la piñata, los juguetes y dulces de recuerdo. Esos eran los
verdaderos temas, porque las piñatas que vimos estaban carísimas,
tanto que dolía pensar en romperlas y los dulces estaban igual de
caros. Así que se me ocurrió ir al mercado de Jamaica para
comparlos. Le conté a mi mamá y la experiencia habló, me dijo: “lo
que necesitas es el Mercado de Sonora”, así que fuimos Sofía, sus
abuelos y yo al Mercado de Sonora y déjenme les platico que entramos
a otra realidad en el mundo de las fiestas infantiles.
En el Mercado hay de todo, de todo, de
todo. Depende qué busques es el pasillo que encuentras. Hay desde
trajes típicos para los bailables de la escuela. Toda la
parafernalia para fiestas, bodas, XV años. Animales de todos los
tamaños y ecosistemas. Hasta los famosos amarres y brujería. En una
de las salas del mercado se sienta una figura de hombre hecha con
maíz, donde le cuelgan milagritos y peticiones. Este “hombre de
maíz” representa la unión de los diez mercados que conforman La
Merced del Centro Histórico. Es una obra del artista Alfadir Luna,
que desde el 2008 se ha vuelto una figura tradicional en el Mercado
de Sonora.
Pasamos el “hombre de maíz” y nos
encontramos en el local 170, puerta 7. En los “juguetes Chatis”
donde se descubre la maravilla de los juguetes de mi infancia. Robots
que se prenden, futbolitos, pistolas de agua, trompos luminosos,
camiones de cuerda. Ningún juguete necesita pilas, todos se activan
jalando un simple hilo. Cada juguete cuesta 10 pesos. Mi hija estaba
fascinada viendo todos los juguetes, ella escogió cada recuerdo para
sus amiguitos. Salimos con una bolsa negra llena de juguetes
maravillosos y muy baratos.
Después nos dirigimos a las piñatas.
Unas piñatas tradicionales, llenas de colores y a buen costo:
$150.00 la piñata mediana hecha de cartón. Las bolsas para los
dulces también me costaron muy baratas y había de varias figuras y
colores.
Me gustaron estos preparativos para la
fiesta de mi hija. Me gustó visitar el Mercado de Sonora con Sofía
y encontrar estos espacios de compra tan interesantes. Al final, la
fiesta estuvo muy divertida y lo mejor es que la diversión empezó
desde toda la planeación.
Para visitar el Mercado de Sonora, les
recomiendo que no lleven bolsas, ni nada de valor. Pueden llegar en
coche y estacionarlo en el Superama que está a un lado del mercado.
La fiesta de Sofía fue un buen
pretexto para visitar el Mercado de Sonora y re-conocer esta parte de
la ciudad. Al final mi mamá me dijo “¿a poco no te acuerdas que
aquí veníamos a comprar todo cuando eran tus fiestas de
cumpleaños?” No me acordaba y ahora, sin quererlo, seguí el
recuerdo de mis ilusiones de infancia.
Para los papás: Salimos del Mercado de Sonora y no
podíamos irnos sin probar unas quesadillas y gorditas que venden en
la puerta del Mercado, sobre Fray Servando. Así que nos sentamos en
los “Antojitos Betty”, donde disfrutamos una gordita de
chicharrón y una quesadilla de hongos con epazote, los hongos
estaban tan frescos, que se dejaban perfumar por el epazote...uff,
deliciosa.
Más información:
Mercado de Sonora: Avenida Fray Servando Teresa de Mier 419 (colonia Merced Balbuena, delegación Venustiano Carranza)
Diana yo amo los mercados de México City....yo voy desde hace 3 años(,...llevo 6 viviendo acá) me queda cerca de la Condesa y se puede estacionar ahí mismo...luego si necesitas decoración para fiestas cruzas el puente y tb llevas globos con helio y todo el cotillón posible y desde copas desechables y todo tipo de platos a buenísimos precios ....
ResponderEliminarAver si un dia vamos con las ñiñas al de Jamaica que no he ido
Buen post! ¡¡Me encantó la idea de que el tema de la fiesta no fuera alrededor de un personaje!!
ResponderEliminarQué buena reseña sobre el Mercado de Sonora, yo no me he metido mucho adentro del mercado y cuando he ido no probé la comida, a la prox buscaré los antojitos Betty. Como dice dpf del otro lado de Fray Servando hay tiendas de productos para fiestas y un poco más adentro venden dulces a granel.
Si no me equivoco el super que está al lado (enfrente) del mercado de Sonora es una Comer y no un Superama.
Saludos!!